Globalización Vs proteccionismo y guerra
Debido a los discursos y a que hoy ya despacha como Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, muchos analistas han previsto un choque debido al fin entre la globalización y una nueva era de proteccionismo. Creo, sin embargo, que simplemente se velan armas para renegociarlo todo –incluido un nuevo reparto mundial- haciendo valer el peso de cada nación.
Tampoco se trata del resurgimiento de los nacionalismos. A mi parecer, simplemente lo que Trump pretende es anteponer el peso de cada potencia –y Estados Unidos es la primera-, para negociar con el resto del mundo, para doblegar a los demás con condiciones más leoninas.
Trump “respetará”, en todo caso, a los aliados en el nuevo reacomodo que pretende a nivel internacional. Va contra China, por eso no es casual su “simpatía” por Rusia como aliado, para hacerse cargo de Asia y, eventualmente, de Medio Oriente, así como el apoyo de Reino Unido –recién salido de la Eurozona- precisamente para reposicionarse con sus aliados en el viejo continente.
Veo, sí, proteccionismo, pero sobre todo un nuevo intento de negociación con el comercio y las armas de por medio. No es el fin de la globalización; sólo es cuestión de esperar a que los más débiles, las naciones endebles como la nuestra, empiecen a ceder a la voluntad del nuevo tirano y sus aliados.
Evidentemente las intenciones de Trump no son tan sencillas de cumplirse.
A Trump se le olvida que:
1.- Estados Unidos tiene una deuda impagable precisamente con China.
2.- Que por razones históricas y geopolíticas, Rusia es más proclive a aliarse con China y sólo aceptará de Estados Unidos lo que le convenga.
3.- Que si Trump se niega a cubrir la deuda impagable con China, ésta ha dicho ya que, aunque no quiere, empezará a velar armas.
4.- Que Reino Unido no está tan acorralado como parece al abandonar la Eurozona, y que querrá una mejor tajada no sólo del viejo continente, sino de Medio Oriente.
5.- Que cuando eventualmente vaya por el petróleo de Medio Oriente, después de deshacerse de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pueblos tan fundamentalistas y religiosos preferirán morir, antes que ceder a las pretensiones del imperialista.
6.- Que si bien Alemania atravesará por un proceso electoral en el que está en juego la continuidad tanto de la Eurozona como del asilo humanitario a migrantes y que la mayoría lo rechaza, tampoco estará dispuesta a ceder ante el imperialista y, más aún: sobre todo porque ellos controlan Europa.
No son proteccionistas, a mi juicio, sino aún más imperialistas las pretensiones de Donald Trump, sólo que bajo reglas exacerbadas para someter a los otros en aras de la grandeza de esa extraña nación hecha de migrantes, de un mosaico multirracial, pero que desde el principio dejó ver con claridad el alcance de sus ambiciones.
“Dios –dijo en su toma de protesta Trump- está de nuestro lado…”
Lo malo es que eso mismo piensan en Medio Oriente, los autoproclamados “verdaderos hijos de Dios que recibirán la heredad”…
China también tiene una cultura y una disciplina milenaria.
No es el proteccionismo contra la globalización. Tal vez sea el principio de una nueva guerra, en la que no se usarán resorteras…