¿El PRI ya bajó la guardia?
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Gobernadores, evaluaciones y encuestas
Ateniéndonos a lo que venimos viendo cotidianamente en todo lo que se refiere al aspecto electoral, pareciera que con mucha anticipación, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha decidido bajar la guardia y ceder nuevamente el control del poder ¿a quién? eso es lo que aún estaría por verse.
Es cierto que a pesar de las críticas y reacciones que se generaron tras los resultados en la justa del 2012, el actual mandatario Enrique Peña Nieto parece haber ganado con cierta ventaja a Andrés Manuel López Obrador, que en ese entonces encabezaba una alianza de izquierda.
Sin embargo, luego de un año en palacio nacional, se empezó a trabajar sobre las reformas estructurales, para que un tiempo después éstas lograran ser aprobadas, tanto en el Senado de la república, como en el Congreso de las Unión, causando un enorme desgaste a la figura presidencial.
Fueron dos las que le generaron demasiado costo en imagen y liderazgo, la educativa y la energética. En el caso de la primera, apenas hará cuestión de meses que los movimientos en el interior del magisterio empezaron a disminuir, pero por meses mantuvieron a ciertas zonas del país en un ambiente de inestabilidad y desorden que afectó a sectores importantes de la población, entre ellos, el económico, empresarial y comercial en la región sureste de México.
Este aspecto, sumado al caso de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrera, le tumbaron a Peña la mayor parte del respaldo popular con el que llegó a los Pinos. Comenzó muy tempranamente el descenso, pero hoy día, con el famoso gasolinazo, el escenario se puso aún más enredado para los intereses superiores del tricolor, que no encuentra paz ni calma, por el repudio creciente de todos los niveles sociales.
Ciertamente que hay amplios sectores populares alejados de lo que pasa en la grilla política, poco opinan y reaccionan, son las élites más politizadas e informadas las que responden inmediatamente a los golpes que bajo su punto de vista les está dando el propio gobierno, aún así, las estadísticas y mediciones en las tendencias electorales rumbo a la elección presidencial del 2018 ya muestran a un partido en el poder descendiendo de forma permanente.
Un rotativo de circulación nacional acaba de dar a conocer los resultados de una medición en ese sentido, y a nivel de aspirantes a la primera magistratura de la nación, sitúa al mejor posicionado del PRI, en un tercer lugar, pero algo alejado.
Es decir, Margarita Zavala del Partido Acción Nacional (PAN) y Andrés Manuel López Obrador del Movimiento de Regeneración Nacional, estarían empatados con 27 puntos, bastante detrás, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con 17 puntos.
Pero a nivel de institutos políticos la situación es la misma, una caída tricolor preocupante, porque hará cuestión de dos o tres meses traían un empate con Acción Nacional en torno a los 26 puntos, ahora los panistas siguen manteniendo ese rating, pero el otro anda en los 22 puntos. Morena casi toca los 20 puntos y avanza, así sea algo lento.
Hay quienes consideran que sería ilusorio –conociendo los intereses que se manejan- pensar que el priismo bajó la guardia, y con toda seguridad traerán alguna estrategia para contrarrestar el desgaste, asumiendo que aún queda buen tiempo para las elecciones, sin embargo, no se ve de qué manera pudieran darle la vuelta a las encuestas, la loza que cargan es ya demasiado pesada.
Desde la óptica de los resultados aquí expuestos, tal pareciera que la carrera por la presidencia se estaría dando entre Morena y el PAN, y claro, los resultados dependerían mucho de quien es el candidato de los azules, porque si se equivocan, se los come el tabasqueño. En la combinación de aspirante-partido hay una que advierte de una posible alianza del PAN y el PRD, pero aún así, sin el candidato idóneo, la gana AMLO.
En opinión de algunos politólogos, los resultados del 2018 ya están negociados, el propio Peña Nieto sabía perfectamente que las reformas y el gasolinazo lo dejarían frío y aún así aceptó entrarle, por presiones de corte internacional, igual y es cierto, aún así, es difícil aceptar que sabedores de las consecuencias, esos grupos de poder se aventuraran. Tiene que haber por ahí algún acuerdo a fin de que se aceptara el sacrificio, porque en efecto, a juicio de muchos, el PRI llegará vencido a la hora de la verdad.
EVALUACIONES Y ENCUESTAS
Por cierto, también donde se hicieron algunos sondeos de opinión, respecto a la aceptación y evaluación de sus respectivas responsabilidades, fue a nivel de los gobernadores y los que logran sacar la mejor calificación fueron: Miguel Márquez de Guanajuato con el 47.9; Claudia Pavlovich, de Sonora, con el 43.9 por ciento y Rafael Moreno Valle, de Puebla, con el 42 por ciento.
Bueno, incluso el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, ya anda bastante abajo, se sitúa a media tabla con un 21 por ciento. Esto, en cuanto a la evaluación en el rendimiento como Ejecutivos porque además, hay otra que valora la aceptación ante sus gobernados, y también ahí, los tres antes señalados mantienen más o menos el ritmo. Cabe aclarar que sobre el primer punto en particular, ningún mandatario estatal logra calificación aprobatoria, todos están abajo del cinco.
Y respecto a la aceptación ante el pueblo, el de Guanajuato alcanza el 66.3, pero ahora seguido por el de Aguascalientes, Martín Orozco, con el 59.8 por ciento; en tercer sitio, Claudia con el 58.6 y José Rosas Aispuro, de Durango, con el 56.7 por ciento, es decir, calificación aprobatoria.
Los estudios se levantaron entre el 5 y 10 de enero, así que son frescos y muestran más o menos la realidad de este momento, cuando el ambiente electoral comienza a ponerse interesante y ya muchos se perfilan como aspirantes a la presidencia de la república.