.Cambio de estrategia. Al anunciar que México se prepara para despenalizar el uso médico y científico de la mariguana, el presidente Enrique Peña Nieto cambia también la respuesta de su gobierno frente al crimen organizado. La ovación recibida en la asamblea especial sobre drogas en las Naciones Unidas lo proyecta de nueva cuenta como un político sensible y desvinculado de prejuicios o dogmas frente al manejo de las adicciones. ¿Qué viene ahora? Ya lo dijo el Ejecutivo: para enfrentar a los cárteles que trafican con ésta y otras sustancias, no es suficiente con prohibir; deben articularse acciones en varios frentes.
II.El protagonista. Quien sorprendió a propios y extraños durante la participación del presidente Enrique Peña Nieto en la sesión de Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Problema Mundial de las Drogas, celebrada ayer en Nueva York, fue el panista Roberto Gil Zuarth, quien, en su condición de presidente del Senado, llevó toda una comitiva, más con el afán protagónico que por trabajar. Y es que mientras el presidente Peña Nieto fue ovacionado por los trabajos que realiza el gobierno federal en el combate a las drogas, el panista dedicó su tiempo a la grilla y a reuniones que le dieran atención mediática, claro, con el objetivo de que sea tomado en cuenta para 2018, situación que no cayó nada bien en Acción Nacional, si no pregúntenle a Ricardo Anaya, Rafael Moreno Valle y Margarita Zavala.
III.Alguien no escucha bien. Al ofrecer disculpas públicas por el video en el que se observa cómo una mujer es torturada por personal militar, el secretario de la Defensa, general Salvador Cienfuegos Zepeda, informó que los soldados implicados ya fueron llevados ante los tribunales militares y que también se pidió la intervención del Ministerio Público federal. Sin embargo, el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha solicitado que los responsables sean sancionados. Todo indica que Luis Raúl González Pérez tiene un especial interés por la evolución mediática del caso. ¿Sabrá quién lo filtró a las redes sociales? Es pregunta.
IV.El que es chachalaca, donde sea canta. Quien no mide sus palabras y aprovecha cualquier plaza o situación es Andrés Manuel López Obrador. Esta semana que estuvo por Quintana Roo no perdió la oportunidad de darle un raspón a Carlos Joaquín, candidato a gobernador para ese estado por la coalición PAN-PRD. Dijo que “no cambia nada, este Joaquín es hermano de Pedro Joaquín Coldwell… El achichincle de Carlos Salinas de Gortari”. Así se arrancó el tabasqueño contra el llamado “Adalid de la democracia” que, por cierto, también cuestionó que le digan así, “porque la gente no tiene suficiente información”. Como siempre, El Peje contra todos y contra el mundo.
V.Reciclaje político. Dicen por ahí que nada es para siempre y todo se acaba tarde o temprano. Pero parece que el llamado Basuritas no entiende. Sucede que las quejas de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, expresidente del PRI en la Ciudad de México, se deben a la cancelación de su nicho de chantaje, de férreo control y simulación de oposición con la que se manejaba y se creía eterno. Y ahora con la elección de candidatos a diputados constituyentes se inició un proceso en el que el PRI desea alzar la mirada hacia tiempos mejores y mandar al cesto lo que no sirve, por ejemplo, la basura, y si alguien sabe bien de ese tema es Gutiérrez de la Torre: la basura sólo se recicla una vez, después ya no sirve para nada.