EN MEDIO de tanto embrollo, queda claro que en el gobierno mexicano no entienden que no entienden al consistente Donald Trump. Y lo peor: Trump ya les tomó la medida.
CUANDO el magnate empezó a usar a México como piñata electoral, la respuesta de este lado fue: "vamos a analizarlo". Cuando dijo que levantaría un muro, le respondieron: "creemos en puentes, no en muros". Cuando ya Presidente electo volvió a insistir en el muro, la postura fue: "dialoguemos". Y ya que Trump firmó la orden para construir el muro, de Los Pinos salió un tímido: "estamos viendo si cancelamos la reunión".
EL PRESIDENTE Peña tuvo oportunidad de plantarse en firme la noche del miércoles anunciando que no iría a Washington... y no lo hizo. Haya sido porque hubo acuerdo o hubo titubeo, Mr. Potus no iba a perder la iniciativa: dio madruguete tuitero y a Los Pinos no le quedó más que confirmar que no habría encuentro.
PERO, bueno, Luis Videgaray fue honesto: él está aprendiendo. La cosa es que también Trump ha sido muy sincero: amenaza que lanza, amenaza que cumple.
CON EL DESTAPE a la vieja usanza de Alfredo del Mazo, prácticamente quedó lista la baraja para la gubernatura del Estado de México, con Delfina Gómez por Morena y, ya es un hecho, Josefina Vázquez Mota por el PAN. Nomás falta el PRD.
LO INTERESANTE es que, en los últimos dos meses, el escenario se ha transformado radicalmente. Si bien hasta hace unas semanas Del Mazo salía muy bien posicionado, la realidad es que, por ser priista, arrancará su campaña con cargas pesadas: su parentesco con Enrique Peña Nieto, quien está en su nivel más bajo de aprobación; el rechazo popular al gasolinazo y, por supuesto, la crisis desatada con Donald Trump.
AUNQUE tanto Gómez como Vázquez Mota podrían capitalizar los negativos del priista, hay quienes creen que la ganona será la panista. Sobre todo porque, dicen, hay priistas que prefieren apoyar al PAN antes que permitir que gane Morena.
AUNQUE es el centenario de la Constitución, en el Senado están más interesados en celebrar la adquisición del Teatro de la República donde sesionó el Constituyente de 1917.
COMO si lo importante fuera lucir la compra del inmueble, los senadores concentran la atención, ahora sí que en el teatro y no en la Constitución.
Y VAYA que, en medio de las trumpadas, nada mal vendría poner el foco en la sesión solemne del Congreso de la Unión, a realizarse en la Ciudad de México, donde el Legislativo diera muestra de unidad con el Ejecutivo.