Dos propósitos
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Una amiga le comentó a Doña Macalota: "Me gustan los hombres que llevan cabellos largos. La cara se les ve muy inteligente". Respondió la esposa de don Chinguetas: "Pues el otro día mi marido llevaba un cabello largo en la solapa, y cuando se lo dije puso cara de pendejo"... Varios amigos estaban platicando. Contó uno: "Mi suegra fue de visita a mi casa y pasó dos meses con nosotros. Por fin ayer la llevé al aeropuerto". Dijo uno de los amigos: "Después de una visita tan larga debes estar feliz de que ya se fue". "Todavía no se va -contestó el tipo-. Su avión sale hasta dentro de una semana"... El enfrentamiento que el provocador Trump ha provocado entre México y Estados Unidos ha de servirnos a los mexicanos para fijarnos dos propósitos. El primero, estrechar nuestras ligas con las naciones de América Latina, de las que en cierta forma nos separamos cuando nos unimos al vecino del norte y a Canadá en el TLCAN. El segundo, volver los ojos a países de Asia y Europa con los que tenemos tratos comerciales que ahora debemos estrechar y hacer crecer. Desde luego ni siquiera Trump -fenómeno pasajero- podrá romper los vínculos que la geografía y la historia han creado entre nuestro país y el suyo. Pero mientras ese mal hombre tenga el poder debemos buscar otros horizontes. Otros países existen en el mundo a más del que ahora tiene en sus manos Trump... La nueva secretaria le preguntó al jefe de recursos humanos: "¿Cuántos días tendré de vacaciones?" "Treinta días al año -le contestó el jefe-. Quince cuando salgas tú y 15 cuando salga el jefe"... El forastero les comentó a los lugareños: "La ciudad donde vivo tiene un clima muy uniforme. Jamás cambia". Masculló un viejo: "¿Y entonces de qué chingaos hablan?"... Dos cantantes folklóricos se presentaron con el empresario. Dijo uno: "Somos el Dueto Vernáculo". Preguntó el empresario: "¿Cuál de los dos es Verna?"... Dulciflor, muchacha adolescente, les salió a sus papás con la novedad de que su novio la había embarazado. "¡Mano Poderosa! -exclamó consternada su mamá-. ¿Cómo sucedió eso?" Explicó ella, llorosa: "Fue aquí en la casa, la noche que ustedes fueron al cine". Masculló el señor, molesto: "Mejor habría sido que hubieras ido con nosotros". "¡Cómo puedes decir eso, papá! -se ofendió la muchacha-. ¡La película era sólo para adultos!"... El señor trataba de convencer a su esposa de que entraran en un club nudista. Ella se resistía a la invitación una y otra vez. "Ya te dije que no -reiteró ella-. Jamás me vas a convencer de ir a un lugar donde todas las mujeres llevan lo mismo"... Dos maridos fueron al zoológico acompañados por sus esposas. Llegaron a la jaula de los mandriles, esos monos que tienen grandes callosidades de color rojo en la parte posterior. "Son mandriles del Kalahari -les explica el cuidador-. Esos callos les brotan en la época de celo". "¡Mira! -le dijo uno de los hombres a su mujer- ¡Yo pensé que los tenían porque juegan todos los días a las cartas, como tú!"... Pirulina era mujer ardiente. Miltonio, su acompañante de esa noche, era cegato. Fueron en automóvil al romántico paraje llamado "El Ensalivadero"; descendieron del vehículo y se tendieron en el pasto. Pirulina le dijo a su vehemente amigo: "Quítate los lentes. Me estás rasguñando con ellos". El cegarra obedeció, y prosiguió el urente trance. Poco después le pidió Pirulina: "Ponte los lentes otra vez, Miltonio. Estás besando el pasto"... FIN.