I. Garantías. En pleno auge de la era Trump, hay excelentes noticias: Pemex seguirá siendo la empresa más emblemática de México. Tiene un plan de negocios que contempla impulsar inversiones mediante alianzas, como las asociaciones ya concretadas en aguas profundas. Los números van al alza. Hace un año, cuando José Antonio González Anaya tomó la dirección general, anunció un amplio ajuste presupuestal por 100 mil millones de pesos y enfatizó que la empresa se enfocaría en las actividades más rentables. Funcionó. Anaya se impuso una meta de producción que oscilaría los 2.1 millones de barriles diarios: en 2016 el promedio fue de dos millones 154 mil; es decir, se superó, lo que desde hace mucho no sucedía. Además, la producción en campos distintos a Cantarell se incrementó en 50% en los últimos diez años. Gestión históricamente productiva. Las cifras hablan.
II. Esperanza. Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, instó a los tres órdenes de gobierno a trabajar en una ley de seguridad nacional que determine las funciones de las Fuerzas Armadas, ya que “los municipios y estados se aprovechan de los soldados y marinos para atacar problemas de seguridad pública que las corporaciones civiles no son capaces de atender”. Y le hicieron caso. El gobierno federal busca un acuerdo nacional con los estados y municipios para que atiendan la formación de sus instituciones de seguridad, a fin de que el Ejército regrese a los cuarteles en un plazo de un año. De los dos mil 450 municipios del país, sólo mil 800 tienen corporación de seguridad y sólo 900 de tienen más de 20 policías, el resto, menos. No se lo digan al crimen organizado, luego se aprovechan.
III. Ya era tiempo. Jacqueline Peschard será la primera persona que fungirá como presidenta del Sistema Nacional Anticorrupción. La funcionaria, doctora en ciencias sociales por el Colegio de Michoacán, licenciada en sociología y maestra en ciencia política por la FCPyS de la UNAM, afirmó que el problema es que la corrupción se ha potenciado a nivel nacional. Ese combate en México, precisó, “no va por muy buen camino”. Abundó en que “vigilaremos que las instituciones de gobierno tengan buenos procedimientos para que el manejo de sus labores sea eficaz y puntual”. ¿Por fin se acabará el dispendio? Enhorabuena.
IV. De vanguardia. Otra buena decisión del equipo de Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, es la puesta en marcha del Sistema de Información Localizada, para atender, canalizar y dar seguimiento a los casos de violencia en escuelas de la capital del país. Se trata de una plataforma electrónica que permitirá registrar los casos de violencia, acoso, maltrato o discriminación en el entorno escolar. De esta forma, será posible atender al agresor, a la víctima o incluso a los testigos de la violencia. Ya el caso del Colegio Americano del Noreste, en Nuevo León, donde un alumno disparó a sus compañeros, prendió las alarmas. Nunca más. Eso es poner atención a los problemas.
V. Om. Una de las más recientes puntadas en torno a la disminución de la violencia se dio en Nuevo León. En territorio gobernado por Jaime Rodríguez El Bronco, policías del municipio de San Nicolás de los Garza comenzaron a impartir clases de meditación en escuelas primarias y secundarias, con el objetivo de tratar problemas de indisciplina o conductas que puedan afectar el entorno escolar. El alcalde, Víctor Fuentes Solís, aprobó a finales del año pasado el Programa de Bienestar e Integración del Individuo en la Sociedad a través de la ciencia de la felicidad, el cual se aplicó primero a los policías y ahora se lleva a cabo en los planteles. Dicen que da resultados: los alumnos se muestran más tranquilos. Chakras. ¿Por qué no lo aplicaron antes? La pena sí nos la hubiéramos ahorrado.