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TEMPLO MAYOR

HACE 100 años se definió el rumbo de México con una Constitución que ponía por delante el bienestar de una sociedad que comenzaba a despegar. ¿No será tiempo de trazar una nueva ruta?

LA PREGUNTA viene al caso porque siempre es más fácil repartir culpas que asumir responsabilidades. Y en estos días el villano favorito de los mexicanos es Donald Trump, pero... ¿qué pasaría si Enrique Peña siguiera en cierta forma su ejemplo? Vaya, de una manera menos pendenciera y más educada.

NADA mal les vendría a las empresas que aquí también se decretara un alto al exceso de regulaciones y a la tramititis. ¿Y qué decir de congelar las contrataciones en el gobierno para combatir la obesidad del aparato público?

TRUMP causa revuelo por sus métodos nada ortodoxos para atraer -¿obligar?- a las empresas a crear empleos en su país. ¿Tan malo sería que se instalen más industrias en México en lugar de, por ejemplo, Centroamérica?

EL POTUS le apuesta a mejorar el futuro de EU. De este lado la respuesta es mirar... ¡al glorioso pasado! ¿No valdría la pena intentar ser grandes alguna vez?

Y ES QUE el problema de México no es Donald Trump. ¡Para nada! Lo que nos tiene en crisis es el saqueo permanente de los recursos públicos a manos de funcionarios, legisladores, contratistas y sindicatos charros.

EL PLEITO no es con Trump: hay que enojarse por el cinismo de los vividores de la política; hay que indignarse por la impunidad de los corruptos; hay que señalar a los populistas. Esos son los verdaderos enemigos de México.

 

 
AHORA que muchos piden comprar sólo lo "Hecho en México", vale la pena señalar un caso en el que la tramitadera impide a los mexicanos comprar lo mexicano.

SE TRATA de las aeronaves Bearhawk que se fabrican en Atlixco, Puebla, y tienen una gran aceptación entre los entusiastas en EU de las pequeñas avionetas tipo "hágalo usted mismo".

LA EMPRESA no vende aviones armados, sino kits para armar uno de sus tres modelos. La idea es que la construcción sea un largo pasatiempo y, luego, tener un avión propio a muy bajo costo.

EN INTERNET se pueden ver muchas páginas de fanáticos de esas aeronaves, no sólo en Estados Unidos, también en Nueva Zelanda y Sudáfrica.

PERO en México no se venden. Y todo porque, a pesar de que se fabrican en Puebla, la Dirección General de Aeronáutica Civil, además de obstaculizar la operación de aeródromos, increíblemente exige presentar el ¡pedimento de importación! Y nadie entiende cómo se importa algo que se fabricó aquí.

 
 

Ámbito: 
Nacional
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