EN LA sesión solemne del Congreso de la Unión para conmemorar como se debe el centenario de la Constitución, habrá una ausencia: la del senador Carlos Romero Deschamps.
OFICIALMENTE el líder petrolero está recuperándose de un golpe en la rodilla y debe guardar reposo, al menos, hasta la próxima semana. Lo curioso del asunto es que justo en estos días se vio a alguien igualito a Romero Deschamps dándose la gran vida en Madrid.
PARA ser más precisos, al priista o a su doble que, curiosamente, también iba rodeado de guaruras, lo vieron muy orondo en la Mantequería Bravo, un auténtico paraíso de los jamones ibéricos, los quesos curados y los vinos de alto precio, los cuales degustaba como si se tratara de agua de horchata.
A LO MEJOR resulta que el caviar, el bellotero, el fuet y la sobrasada son remedios mágicos para los males de rodilla.
LAS DIFERENCIAS entre México y Canadá en la forma de ejercer la diplomacia se vieron este miércoles en Washington, donde coincidieron los cancilleres de ambos países.
TANTO Luis Videgaray como Chrystia Freeland se reunieron, por separado, con Rex Tillerson, el petrolero metido a titular del Departamento de Estado. Y al salir cada quien contó cómo le fue en la feria.
EL MEXICANO, conciliador, dijo que fue una reunión "constructiva" y que seguirán platicando en los próximos días. Inclusive confirmó que Tillerson visitará México en unas cuantas semanas.
LA CANADIENSE, en cambio, andaba con la espada desenvainada pues contó que no se anduvo con cortesías y le advirtió que si Estados Unidos insistía en imponerle un impuesto fronterizo a las exportaciones canadienses, les darían una sopa de su propio chocolate. Cuestión de estilos.
A PROPÓSITO de asuntos bilaterales, los que pondrán manos a la obra en cuanto al apoyo a los paisanos son Miguel Ángel Mancera y los alcaldes de Guadalajara, Enrique Alfaro; y de Ciudad Juárez, Armando Cabada.
LOS TRES se aventarán el viernes un viaje de ida y vuelta hasta Chicago, para entrevistarse con el alcalde demócrata Rahm Emanuel, cercanísimo de Barack Obama. No hay que olvidar que la ciudad de los vientos es la segunda de Estados Unidos en cuanto a población de mexicanos, con poco más de 700 mil connacionales.
LA IDEA del encuentro es buscar fórmulas tanto de protección a los que están allá, como de apoyo a los que pudieran ser deportados. A ver si Mancera y sus compañeros de viaje no se ganan un tuitazo de don POTUS.