Ciudad de México (10 febrero 2017).- Casi tres años después de que el titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció que tomaría en sus manos la seguridad de la frontera y lanzó una estrategia con la promesa de reducir la violencia en Tamaulipas, el terror desatado por la delincuencia se ha recrudecido este año, en especial en las carreteras que conectan a Nuevo León con ese Estado.
"Vamos a restablecer las condiciones que permitan a los tamaulipecos recuperar la tranquilidad que se merecen"
Asaltos de comandos armados, robo de vehículos y de pertenencias y hasta plagios masivos a plena luz del día son algunas experiencias que han enfrentado viajeros que van a la frontera.
El viernes pasado, por ejemplo, tres familias regiomontanas que aprovecharon el fin de semana largo para viajar a McAllen fueron víctimas de grupos armados en la autopista Monterrey-Reynosa y en la entrada de esta ciudad tamaulipeca.
Osorio prometió el 13 de mayo de 2014 una estrategia federal de seguridad para la frontera y creó el Grupo de Coordinación Tamaulipas, integrado por elementos del Ejército, la Marina y el Estado, que sustituyó a las Policías municipales, cooptadas por el crimen.
"Vamos a restablecer las condiciones que permitan a los tamaulipecos recuperar la tranquilidad que se merecen", expresó entonces, cuando la violencia hacía estragos en el Estado.
Un día después incluso dio una fecha meta para cumplir sus objetivos.
"En seis meses empezaremos con los primeros resultados", aseguró.
Tamaulipas, sin embargo, no ha dejado de ser uno de los estados con más altos índices de inseguridad en el País.
"Sólo en el mes de enero (en Reynosa) documentamos 31 secuestros, uno por día en la ciudad", reveló una fuente de la Procuraduría de Justicia del Estado, que calificó la situación de inseguridad como "delicada".
El 2 de febrero, 11 cubanos fueron secuestrados a la salida de Reynosa rumbo a Nuevo Laredo por hombres armados, que los liberaron tras el pago de un rescate.
En Nuevo Laredo, el 4 de enero fueron acribillados por la delincuencia organizada cuatro funcionarios de la Procuraduría del Estado.
Hace tres años, Osorio se comprometió públicamente a regresar a Tamaulipas cada mes para evaluar sus resultados y, en caso de requerirse, ajustar el esquema.
El titular de la Segob acudió a la cita mensual sólo los primeros cuatro meses.
La falta de resultados de esta estrategia federal de seguridad genera desesperación e impotencia en los sectores sociales y hasta en los mismos funcionarios encargados de combatir al crimen.
La violencia de cárteles contra autoridades tamaulipecas sigue desatada así como las guerras internas entre los grupos de la delincuencia organizada.
Hay municipios, como Victoria y Nuevo Laredo, donde hay una guerra fuerte entre los mismos cárteles que se combaten entre sí, y que, a la vez, han declarado la guerra a las autoridades, explicó un funcionario de la Procuraduría de Tamaulipas al analizar la situación actual de la violencia en el Estado.
En plazas como Matamoros y Reynosa, la delincuencia organizada sigue controlando hasta negocios del Gobierno, como el cobro de piso a tianguistas, ambulantes, bares, taxis, burdeles y carretoneros.
"También siguen cobrando cuotas de protección a empresas locales y foráneas, ya sea constructoras, transportadoras, recicladoras y otras", señaló la fuente.
En Reynosa, los asaltos y secuestros en la entrada de la ciudad y en las carreteras se han incrementado este año, aunque no hay denuncias formales por la falta de confianza en las instituciones del Ministerio Público.
Pese al hermetismo con que se manejan las fuerzas federales en el Estado, es evidente que la presencia militar y de la Policía Federal ha bajado en las carreteras de Tamaulipas y en las mismas zonas urbanas.
Los grupos del crimen organizado han tenido una recomposición, dijeron las fuentes. Ahora las células del Cártel del Golfo en Matamoros y Reynosa se han unido con la Columna Armada "Pedro J. Méndez", de los hermanos Octavio y Cesáreo Leal y su lugarteniente Eloy Flores.
Su rival es ahora el autodenominado Cártel del Noreste (CDN), formado por Zetas o ex Zetas (los hermanos Treviño Morales, Z-40 y Z-42), que centran sus operaciones en Nuevo Laredo y la frontera de Nuevo León y Tamaulipas, parte de Victoria y en Mante.