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SERPIENTES Y ESCALERAS

La carrera rumbo al 2018 comenzó. En todos los partidos se diseñan estrategias y algunos ya trazan el camino para triunfar en las urnas. El PAN es uno de los partidos con más posibilidades de éxito, pero los votos no llegarán solos.

El PAN no tiene muchas cartas para competir por la gubernatura de Morelos en el 2018; su mejor propuesta, la figura qué mas destaca hoy en ese partido, es el diputado federal Javier Bolaños, quien en próximos días dejará la presidencia de la mesa directiva del Congreso de la Unión. Javier es un político hábil que ha sabido utilizar las tribunas que ha ocupado, tiene las condiciones para buscar ser gobernador, aunque no cuenta con el apoyo de su dirigencia estatal. Bolaños puede recuperar el gobierno de Morelos para el PAN en las siguientes elecciones, pero para que eso suceda el legislador necesita hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora. 

El congreso local ayudó a Bolaños a sobresalir en un momento en que el PAN era fuertemente cuestionado por los resultados que dejó el gobierno de Marco Adame. Javier fue inteligente en su manejo legislativo, supo venderse como una oposición puntual y firme, pero también respetuosa y conciliadora. Bajo el argumento de que no sería obstáculo para que el nuevo gobierno cumpliera con las metas de seguridad y desarrollo, el panista transitó tres años en una más o menos cómoda relación que le permitió marcar diferencia con el perredismo, pero también le dio la oportunidad de negociar con el gobernador.

En la cámara federal Javier ha sabido aprovechar las coyunturas para colocarse y trascender. Sin grupo político que le respalde, ni una fuerza preponderante dentro del PAN nacional, Bolaños logró colarse en la burbuja legislativa y desde ahí saltó a la presidencia del congreso federal, dejando en el camino a varios personajes con más cartel y relaciones.

Seis meses como presidente de la mesa directiva han dado a Javier Bolaños un foro que no ha tenido ningún otro político de Morelos, incluyendo al propio gobernador Graco Ramírez. A Javier le tocó la negociación del presupuesto 2017, luego entró al debate por el gasolinazo, se metió a la discusión nacional en torno a la presidencia de Donald Trump y recientemente tuvo un lugar especial en los festejos de la constitución mexicana. Durante seis meses, Javier ha estado en las primeras planas y en horario triple A de la prensa nacional.

Al diputado se le ve constantemente al lado del presidente de la república, en actos de corte nacional y tejiendo importantes relaciones políticas con figuras de todos los partidos. Javier está en el lugar que le gusta haciendo lo que sabe; lo suyo es la política de café, los acuerdos y los reflectores.

Pero no todo es miel sobre hojuelas en la carrera del panista. El foro nacional que le concede la presidencia en San Lázaro le ha alejado de Morelos, le tiene distante de la problemática local y muy alejado de la sociedad y la estructura azul. Bolaños cosecha buenos resultados en el plano nacional y ha obtenido reflectores importantes por su rol como congresista, pero aún no cuenta con base social, ni imagen, ni estructura para competir por la gubernatura de Morelos.

El dirigente del CDE del PAN Juan Carlos Martínez Terrazas quiere que Cuauhtémoc Blanco sea su candidato y trabaja para que así sea, pero Bolaños es la mejor carta panista para competir por la gubernatura. Javier tiene buena relación con el panismo que apoyó a Sergio Estrada en el año 2 mil (los Neopanistas) y también supo tejer lazos con el bloque tradicional (la Sagrada Familia). Bolaños puede conciliar los intereses de ambos grupos y puede convertirse en una buena propuesta social de cara a la sucesión. Sin duda Blanco tiene más popularidad Bolaños, pero no es seguro que el panismo lo acepte como su candidato y está claro que el futbolista no representaría los intereses ni la doctrina de AN en el gobierno.

El PAN no es un partido de estructura, sus triunfos electorales han sido resultado de la coyuntura política y de la empatía que sus propuestas logran con el electorado. En Morelos Acción Nacional se ha recuperado de los tropiezos que tuvieron con Adame y no se ven tan mal como otros partidos, pero necesitan trabajar mucho en los próximos meses para hacer más sólida su propuesta y sobre todo para marcar la diferencia con los demás partidos.

Con una buena campaña, un adecuado manejo de imagen y trabajando desde ahora, Acción Nacional tiene posibilidades de recuperar la gubernatura de Morelos en el 2018. Las siglas de ese partido están mejor que hace seis años, pero su posicionamiento social es pobre, no tienen muchos cuadros políticos y la dirigencia carece de agenda social. El triunfo del PAN en Morelos depende de los candidatos que postulen y del trabajo que realicen desde ahora; apostar por la estructura que no tienen o experimentar con candidatos que no les representan, puede ser un error determinante.

Faltan varios meses para que comience formalmente la carrera por la gubernatura y se definan los candidatos de cada partido; en el PAN junto a Javier Bolaños aparece Víctor Caballero, el coordinador parlamentario local, aunque el médico aún no se anima a mostrarse como un aspirante formal al gobierno estatal.

Sea Javier, Víctor o cualquier otro, para que el PAN recupere la gubernatura de Morelos se necesita de muchísimo más de lo que los panistas están haciendo por ahora. Acción Nacional se ha distanciado de su nicho más importante de votos (los simpatizantes) no participa en la agenda del estado ni encabeza ninguno de los reclamos sociales de nuestra entidad. Su mejora está más relacionada con la caída del PRD y el PRI que con su trabajo, pero esa circunstancia es coyuntural y puede cambiar en cualquier momento.

Si Javier Bolaños quiere ser gobernador de Morelos, lo primero que tiene que hacer es regresar al estado que pretende gobernar.

·    posdata

La seguridad ha sido un dolor de cabeza para el gobernador de Morelos. En campaña Graco Ramírez ofreció acabar con los altos índices de inseguridad y violencia del estado y se puso a si mismo un plazo de 18 meses para resolver el entuerto.

El tabasqueño presumió que sabía todo sobre el tema, dijo que conocía los problemas y también los vicios que impedían que la paz regresara; ofertó una solución de fondo a esa grave situación y aseguró que Morelos dejaría de estar en las páginas de nota roja nacionales.

Los 18 meses pasaron y las cosas no mejoraron, la situación de violencia en la entidad se agudizó con el tiempo y con la llegada de nuevos y más violentos cárteles que todos los días pelean por la plaza y tienen secuestradas regiones completas de nuestra entidad. Los delitos del fuero común y de alto impacto no dejan de presentarse cada día en todos lados y otra vez parece que los grupos delictivos gozan de la protección del estado. Un narcogobierno, como ha dicho Graco.

Esta semana al mandar un mensaje con motivo de su cuarto informe de labores, el ejecutivo estatal volvió a hablar de la seguridad. En un minuto el tabasqueño dijo que Morelos es un estado seguro, que las cosas están bien, que la gente vive en paz, que la estrategia de seguridad funciona, que los ciudadanos tienen confianza en la policía y que ya no hay protección institucional a los delincuentes.

Pero la joya de su mensaje vino cuando él mismo volvió a poner una fecha para dar resultados: “En 20 meses volverá  la seguridad a Morelos” afirmó el perredista. En 20 meses, por cierto, concluye su mandato.

Los conflictos que derivan de la inseguridad y la violencia en el estado son muchos y afectan a todos los estratos y sectores de nuestra sociedad. Los daños que causa éste problema no sólo se miden en vidas humanas (lo cual por si mismo es gravísimo), también se pueden contabilizar en empleos perdidos por negocios que cierran y un deterioro económico que deriva de la falta de confianza de nuevos inversionistas en esta tierra.

Como van las cosas, la inseguridad acompañará a Graco a lo largo de su gobierno y no mejorará durante su mandato; el modelo de seguridad (MU) no dio resultados a pesar de la millonaria inversión que tuvo y por el contrario, esa concentración de poder provocó otros males: abuso de autoridad, fabricación de delitos y conflictos sociales.

Es evidente que la inseguridad es un problema mayor que necesita de muchos factores para ser resuelto. Concedamos que Graco ha tenido la voluntad de atajar el asunto, pero es notorio que no ha sabido supervisar la estrategia ni tenido el interés de corregir las fallas.

Como a todos los gobernadores, al perredista le gusta escuchar cosas buenas, le molestan los reclamos y odia que le contradigan. Bajo esa línea su equipo de gobierno se ha acostumbrado a falsear y ocultar información para que el jefe no se enfade; en este régimen es más peligroso incomodar a la familia, que enfrentar el reclamo de la sociedad.

En veinte meses, dice Graco Ramírez, volverá la seguridad a Morelos. Puede ser que esta vez el tabasqueño tenga la razón: en 20 meses él dejará de ser gobernador de este noble estado.

·    nota

La semana pasada el tesorero del ayuntamiento de Cuautla, municipio perredista, fue herido de bala en un presunto intento de asalto. Se trató de un hecho aislado, afirmó de inmediato el secretario de gobierno.

A principios de esta semana dos escoltas del alcalde de Jiutepec, municipio perredista, repelieron una agresión: una persona perdió la vida y otra más resultó herida. Fue un intento de asalto, un hecho aislado, dijo de nueva cuenta Matías Quiroz.

Ayer el presidente municipal de Yautepec, municipio perredista, tomó con un grupo de ciudadanos la carretera que conecta Cuernavaca con Cuautla en demanda de la destitución del secretario de seguridad municipal impuesto por el Mando Único, luego de que detuvo a dos trabajadores del municipio y les “sembró” un block de multas de tránsito. El jefe policiaco fue cesado y las cosas se resolvieron en unas horas luego de que el secretario de gobierno habló personalmente con Agustín Alonso y su cuerpo edilicio. Otro hecho aislado.

Son tres situaciones complicadas que tienen que ver con policías, delincuentes y abuso de autoridad en tres municipios del PRD.

Puros hechos aislados, dice Matías.

·    post it

Yautepec es cuna del Mando Único, fue el primer municipio de Morelos en acatar esa nueva disposición y entregar al estado el manejo de las policías.

En Yautepec, empero, la situación de inseguridad y violencia es muy grave, cada semana hay hechos de violencia, así como señales múltiples de que las cosas siguen complicadas en la región.

Lo ocurrido hace unas horas luego de la detención de dos trabajadores del ayuntamiento es interesante; Agustín Alonso se convirtió en el defensor de su personal y reaccionó ante el abuso de autoridad de su jefe policiaco. El edil fue solidario con su gente y firme ante una injusticia, no le importó enfrentar la ira del comisionado de seguridad, ni los regaños políticos de su partido. Alonso actuó ayer como un verdadero representante popular y un buen líder social.

Si algo ha dañado al esquema de seguridad en Morelos es este tipo de situaciones. Cuando la policía abusa de su autoridad, fabrica delitos y se pone en contra de la gente, no hay campaña de publicidad que valga.

Aplausos al alcalde.

·    redes sociales

Es evidente que tiene un problema con el manejo del Twitter. Es una adicción que expone constantemente su personalidad, sus filias y sus fobias. Confunde la tarea de gobernar con el uso de las redes sociales, piensa que la política se hace en 140 caracteres y no le preocupa mentir en cada uno de sus tuits.

Muchos de los mensajes que ha enviado han causado controversia y problemas institucionales, algunos son fuera de tono, otros resultan ofensivos y muchos, muchos, derivan en problemas institucionales.

Para él, el uso del Twitter es una patología que acaba con su imagen y daña a su gobierno. Un teléfono inteligente en manos de alguien que no lo es (pero tiene mucho poder) es peligrosísimo.

Me refiero a Donald Trump.

·    es viernes

¿Qué vas a hacer cuando seas grande? Haz lo que quieras, pero sólo lo que quieras, no lo que te impongan la tradición o la etnia, o la familia; no lo que te exija la cada vez más estúpida publicidad; no lo que te pidan los amigos o te demanden los enemigos. Haz lo que quieras; pero para saber lo que realmente quieres tendrás que ir a lo profundo de tu corazón y ahí descubrirás (espero) que lo que quieres es vivir del mejor modo posible.

Vivir no es lo mismo que durar; vivir no es lo mismo que tener; vivir no es un negocio; vivir es una amorosa pasión.

…porque como me dijo mi tía La Pingüica: “Mira, mijito, yo soy quedada, pero no con la duda.” Germán Dehesa Violante.

Hoy toca.

Comentarios para una columna sonriente: eolopacheco@elregional.com.mx

Twitter: @eolopacheco www.facebook.com/Eolopachecomx

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