Invierno caliente
Políticos mexicanos sacaron del baúl abrigos y bufandas y se fueron a hacer política a territorio norteamericano, que está en pleno invierno.
Y es que la embestida del gobierno de Donald Trump en contra de los mexicanos que trabajan en Estados Unidos, sobre todo los que no tienen documentos, se estableció ya como un tema de la agenda electoral mexicana.
De modo que allá van los políticos, a ciudades como Chicago, Nueva York, Los Ángeles a tratar de entrar en contacto con los compatriotas migrantes.
Cada uno tiene su propia visión para encarar el desafío de Trump. Ya veremos si alguna cuaja o todas se congelan.
Frente a la adversidad
El gobierno de la Ciudad de México afina su estrategia para encarar el desafío planteado por Donald Trump al mundo, pero especialmente a México.
Durante el foro “México ante la adversidad”, se expuso que el mejor antídoto contra la intolerancia es una ciudad abierta, incluyente, solidaria, garante de los derechos y de las libertades de quienes la habitan y para quienes la visitan.
El gobierno de la ciudad está listo para recibir a los connacionales que retornen y para contribuir a que los mexicanos que viven allá tengan condiciones de vida digna.
El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, viaja este viernes a Chicago, donde se reunirá con diversas organizaciones de migrantes mexicanos.
Sillicon Valley tapatío
El gobierno de Jalisco reaccionó con imaginación y audacia a las medidas migratorias retrógradas que quiere imponer Donald Trump.
A través de una carta abierta titulada “We want you” invitó a trabajadores y empresas de Sillicon Valley a instalarse en Jalisco, estado que tiene condiciones óptimas para las empresas de alta tecnología.
Ante la necedad y la cerrazón, creatividad y apertura.
El gobernador Aristóteles Sandoval fundamentó su invitación diciendo que Jalisco tiene las condiciones de competitividad, infraestructura, capital humano y conectividad global para ser socio de las empresas que hoy operan en San José California.
Nayarit
La alianza electoral PAN-PRD, que se malogró en el Estado de México y Coahuila, sí pudo concretarse en Nayarit.
Van con Antonio Echevarría, hijo de un político y empresario del mismo nombre que ya fue gobernador de la entidad también por el esquema de alianza.
La alianza sube las posibilidades de triunfo para perredistas y panistas que tendrán una jornada electoral muy difícil.
El PRI, actualmente en el poder, va con Manuel Cota, que es dirigente nacional de la CNC, el brazo campesino del partido.
El tercero en discordia será Layín el alcalde que robó poquito y que se lanzó como independiente.
Todavía falta al candidato de Morena que por aquellas latitudes casi no pinta.