Políticos peregrinos
Políticos mexicanos peregrinan por el vasto territorio norteamericano.
Ofrecen ayuda y consuelo a los connacionales que son blanco de la embestida xenófoba de Donald Trump.
Se les ha visto en Los Ángeles, Chicago, Washington DC, o Nueva York, lo que está muy bien, aunque se trata de sitios que ven con simpatía la causa de los migrantes, incluso son ciudades santuarios.
Estaría mucho mejor que acudieran a ciudades o estados donde triunfó la propuesta de Trump y que, por lo tanto, son mucho más peligrosos para los mexicanos, como Arizona, Carolina del Norte, Ohio, por citar algunos.
La ayuda es bienvenida, pero es más necesaria en los sitios donde el riesgo es tangible.
La buchaca
Ricardo Anaya y Alejandra Barrales se encontraron en Tepic.
Ella de amarillo; él de azul, escoltaron al candidato aliancista al gobierno de Nayarit, Antonio Echevarría.
Es un estado caliente. Por lo visto, la efervescencia también será electoral.
Es el único estado donde se pudo concretar este año la alianza entre izquierda y derecha, que en el pasado ha dejado buenos dividendos electorales, aunque a la hora de gobernar sea otra historia.
A los dos dirigentes, Anaya y Barrales, les urge entregar buenas cuentas para afianzar sus aspiraciones para el año que entra y por eso están decididos a dejar de lado diferencias ideológicas y programáticas, para meter una bola, la de Nayarit, en la buchaca.
Oferta irresistible
Aterriza el respaldo del gobierno federal al despegue de las llamadas Zonas Económicas Especiales.
Ayer se anunció un paquete de estímulos fiscales generoso, inusitado, para los empresarios que decidan invertir en esas regiones, que comprenden el corredor Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas,
No pagarán durante diez años el Impuesto Sobre la Renta, o sea un descuento del 100 por ciento, y los siguientes 5 años sólo pagarán el 50 por ciento.
No sólo eso, también hay sobre la mesa créditos fiscales para las cuotas patronales al Seguro Social.
Urge detonar en esas zonas el crecimiento económico para abatir la desigualdad social.
Es una opción imaginativa que rompe esquemas anquilosados de ayuda social. Hay que seguirle la pista.