Túmin significa dinero en lengua tutunakú y es un papel moneda equivalente al peso mexicano, se encuentra en denominaciones de 1T, 5T 10T y 20T, de uso universal, válido por quien lo quiera recibir en cualquier momento, pero no cuenta con respaldo del Banco de México.
La idea surgió en el estado de Veracruz y está basada en un sistema de trueque para fomentar la economía local ante la falta de dinero para comercializar los artículos, y debido a la invasión de tiendas transnacionales, con el objetivo que se use por regiones; a la fecha existe en Chiapas, Guerrero, Oaxaca; en Totonacapan, Veracruz, de donde es originalmente; y en el Estado de México, Puebla y Morelos.
José Alberto Basilio de la Cruz forma parte de esta red, se dedica a la venta de productos naturales que ayudan al cuerpo a desintoxicarse de los alimentos transgénicos para promover la nutrición y evitar enfermedades, como zeolitas, que son minerales volcánicos; Neem, una planta medicinal; carbón activado, el cual sirve para sacar pesticidas y agroquímicos que han consumido sin saberlo en su comida; y la moringa, una planta medicinal de la India.
Relató que nació en la Ciudad de México, pero sus padres son originarios de Veracruz; sin embargo, desde hace un año vive en Tepoztlán.
Explicó que el compromiso que tiene el “tumista” es aceptar al menos un 10 por ciento de Túmin en la venta de los productos como una acción de trueque y solidaridad, en algunos artículos se puede intercambiar al cien por ciento, pero en otros no, ya que requieren solventar la exportación o transporte de los empaques y etiquetas.
La mayoría de los “tumistas” que usan esta moneda alternativa viven en Tepoztlán, donde existe la Casa del Túmin, ubicada en Pericón número 1, del Barrio de San José de Tepoztlán, aceptan hasta 100 por ciento Túmin, Ollin y otras “monedas sociales”, pero hay una red a nivel nacional integrada por mil 300 personas.
“Es como una reflexión del dinero, nosotros le damos tanto poder y tanto valor al mismo que sin él no podemos intercambiar ni comprar nada; entonces, la idea es llegar al trueque, pero si tú no tienes lo que yo necesito o viceversa, es un medio que facilita el intercambio”, aclaró.
Para participar puedes vender algo y hacerte socio, es entonces cuando recibes gratis 500 Túmin por única ocasión. Si no vendes nada puedes pedir Túmin de cambio al comprar con pesos. Te lo aceptarán en los comercios donde leas el cartel con la leyenda: “Aceptamos Túmin”.
Al hacer esto apoyas a los productores mexicanos, agregó.
En los expendios Túmin ofrecen cualquier cosa, desde artesanías y alimentos orgánicos, hasta servicios y productos industrializados como huevos, queso, vinos, ensaladas, gomasio, clorofila, kale deshidratado, servicios de carpintería, serigrafía, imprenta, jardinería, plomería y bioconstrucciones ,entre otras.
Sin embargo, se pretende generar consciencia de producción y consumo responsables con la naturaleza:
“La idea es que cada quien haga una reflexión del dinero, porque se piensa que son los billetes, pero el dinero puede ser una bolsa, una silla, un abrazo o una sonrisa, la idea es volver al medio de intercambio que facilitaba el trueque sin el peso”, expresó José Alberto Basilio.
A través de su página web www.tumin.org buscan que los consumidores se contacten con los propios productores y evitar los intermediarios, para que no haya una fuga económica y fortalezcan el mercado local, con la finalidad de que el dinero no se vaya a las grandes tiendas, además de que aprenden a confiar y solidarizarse entre compañeros.