I. Política sin ficción. Pese a los pronósticos reservados en la relación bilateral con Estados Unidos y los amagos del presidente Donald Trump hacia México, ya en la práctica la situación no es crítica. Y esto se aprecia con la visita a nuestro país de los estadunidenses Rex Tillerson, secretario de Estado, y de John Kelly, secretario de Seguridad Interna. Ambos fueron recibidos por el presidente Enrique Peña Nieto, quien destacó su voluntad de fortalecer el diálogo, pero con respeto a la soberanía de las dos naciones. Queda claro: La presencia de Tillerson y Kelly acredita el interés de construir una relación positiva para México y EU. Y a la vista están los buenos oficios del canciller Luis Videgaray, para quien lo dudara.
II. Dinero a la basura. El INE impuso multas a los partidos políticos por 782 millones de pesos, de los cuales ya ha retenido 514 millones, y ha enterado al Conacyt de 523 millones que esa instancia tiene o, en su caso, tendrá que tramitar ante la Secretaría de Hacienda para acceder a ellos. Esto, de acuerdo con un informe que este viernes conocerá el Consejo General. Con base en la ley, los recursos federales derivados de dichas multas deben ser entregados al Conacyt para ampliar el apoyo al desarrollo de ciencia y tecnología. Bien, pero ese dinero que los partidos “regalan” no les duele, pues es dinero público. Y no es una suma menor: es lo que Pemex invirtió en la nueva Terminal de Almacenamiento y Despacho de Tapachula. ¿Lo saben? Qué derroche.
III. No son buenas noticias. La Comisión Nacional del Agua informó que tiene el líquido suficiente para garantizar tres años de consumo de la población y, al menos, dos ciclos agrícolas. Pero la temida crisis por el agua es un pronóstico real, por eso Roberto Ramírez de la Parra, director general de la institución, manifestó que es prioritario involucrar a los jóvenes para que “contribuyan a enriquecer las políticas en materia hídrica”. Al dictar una conferencia magistral, Ramírez de la Parra advirtió que el talento y la capacidad que hoy desarrollen los jóvenes en ese rubro permitirán afrontar los enormes retos del futuro. Inimaginable, una semana sin agua. ¡Cuidémosla!
IV. Silencio cómplice. “No tengo nada que declarar”, afirmó Juan Díaz de la Torre, líder del SNTE, sobre la imputación que enfrenta su antecesora, Elba Esther Gordillo. Ayer acudió a los juzgados federales a una diligencia judicial, donde se carearía con Gordillo a través de una videoconferencia, sin embargo, no se llevó a cabo porque no se presentaron los abogados de la exlideresa. Díaz lleva dos años negándose a comparecer sobre el caso y se salvó otra vez. ¿Por qué les encanta perder el tiempo? Lo que deben revelar es qué sucedió con el dinero de las múltiples cuentas bancarias que firmaba la maestra. No lo olviden: hurgaron en sólo dos... ¡y eran 89!
V. Todos corruptos. Hace dos meses, Rosario Castro Lozano, titular de la Contraloría de Durango, hablaba sobre el señalamiento del desfalco por parte del exgobernador Jorge Herrera Caldera. Tenía en la mira a unos 50 funcionarios de la pasada administración. Parecía cacería de brujas, pero la corrosión en el estado está a todos niveles. Castro dio a conocer que una funcionaria adscrita a la Dirección de Auditoría Fiscal fue destituida e inhabilitada del cargo por solicitar a un contribuyente cierta cantidad de dinero a cambio de “arreglar su situación fiscal”. Ésta aseguró que se actuó conforme a la ley y de acuerdo con las instrucciones del gobernador José Rosas Aispuro: “Quien no cumpla con eficiencia y eficacia su cargo, no tendrá cabida en esta administración”. Hay más casos. A ver si es cierto.