En su editorial el semanario religioso Desde la Fe propuso reformar la Constitución Política Mexicana y revalorar la relación Iglesia-Estado, porque con el laicismo vive una condición hipócrita.
Y es cierto, es necesario que la relación Iglesia-Estado y la oportunidad de que los sacerdotes participen, fuera del púlpito, en la política hoy es una necesidad, sobre todo porque los derechos humanos y las garantías individuales delos ministros de las iglesias son vulnerados.
Hoy hay varios ministros de las iglesias en Morelos que cuentan con cargos públicos, mismos que utilizan para beneficio personal o bien ampliar el número de seguidores de sus negocios, perdón de sus cultos.
Hoy, por ejemplo, hay varios ministros de culto que tienen cargos de magistrados dentro del Poder Judicial, diputados locales y presidentes municipales que utilizan el púlpito para cuestiones electorales.
Que no se espanten los legisladores ni algunos otros sectores sociales, pero es necesario terminar con la hipocresía de la que habla la Arquidiócesis de México, cuando hay políticos que los utilizan para cuestiones meramente electorales.
Por ejemplo, la Diócesis de Cuernavaca es utilizada por diputados, alcaldes y otras autoridades para irse a sacar la foto con el obispo, Ramón Castro, y pretender elevar su imagen.
Hoy vemos que también dentro del Cristianismo hay quienes utilizan sus iglesias para fines personales, incluso manifiestan su rechazo al homosexualismo y entre sus principales líderes hay varios con esa tendencia, muy respetable.
Pero para terminar con la hipocresía es necesario reformar la ley y adecuarla en la realidad que vivimos, sobre todo cuando hay diputados locales que son ministros de sus iglesias y utilizan el estacionamiento del Poder Legislativo para satisfacer sus deseos sexuales.
Es cierto, debemos terminar con la hipocresía, que también salgan del closet aquellos que desde su púlpito o tribuna reniegan de las preferencias sexuales de los que tienen enfrente, como el diputado local de la 53 Legislatura local.