CIUDAD DE MÉXICO. La primera Movilización Nacional contra las Violencias Machistas dio inicio con niñas, activistas, madres de mujeres asesinadas o desaparecidas, amas de casas y estudiantes que marchan juntas para exigir el respeto a sus derechos y para exhortar a otras a unirse y no guardar silencio ante las agresiones.
La “Vulvatucada” va delante, musicalizando el avance y sorprendiendo a los transeúntes con sus canciones provocadoras: “Al violador, cuchillo volador!”.
Los carriles laterales de Reforma con dirección al sur han sido cerrados para el paso del contingente. Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México y de Tránsito flanquean el avance de las manifestantes. También se encuentran monitores de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) y de Amnistía Internacional (AI).
“Ni una menos” exigen en pancartas, en alusión a las que han sido asesinadas por su condición de género. Un contingente de ciclistas también recién arribó desde Coyoacán. Motociclistas enfundadas en cuero se sumaron a la protesta nacional.
La vanguardia avanzaba por Paseo de la Reforma, mientras que la retaguardia salía de la Plaza de la República. “De camino a casa quiero ser libre, no valiente”, dice la pancarta de una joven. “Son mías, no de la banda”, se ha escrito la misma chica en el pecho.
“Vivas nos queremos” van coreando a todo lo que su voz puede dar. Uno de los objetivos de acudir a esta marcha, explicó, Jimena Álvarez Rodriguez, quien no pertenece a ningún colectivo, es “hacer visibles las violencias que vivimos a diario, algunas soportamos el acoso y otras ya no pudieron más, fueron víctimas del feminicidio”.
De manera ordenada, por contingentes, partieron a las 3 de la tarde. “Tiemblen los machistas que América Latina será toda feminista” corearon a la salida del Monumento a la Revolución.
Irinea Buendía y Norma Andrade, madres de dos jóvenes asesinadas, se encuentran dentro de la marcha. Madres lesbianas, feministas socialistas, bailarinas, artistas, académicas, así como un contingente de jaraneros también han asistido.
Algunas mujeres llevaron a sus novios, amigos, hermanos o papás, sin embargo, los varones no marcharon en los primeros contingentes.
“Estamos hartas de todos los tipos de violencia machistas”, anunciaron las participantes de la marcha de la Primavera Feminista. En voz de una mujer transexual advirtieron: “aquí estamos, ya volvimos a salir, somos incómodas, no descansaremos. No volverán a dormir tranquilos los acosadores, corruptos, proxenetas, agresores y machistas”.
La Victoria Alada, que para la gran mayoría de los mexicanos no es mujer, sino hombre y se le llama Ángel de la Independencia, recibió a miles de mujeres de diferentes posturas feministas y otras que, aunque no se asumen como tal, vinieron a exigir el cese a la violencia de género.