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Rechaza Arroyo nexos criminales

Refuta a Capella el ex secretario de Cuauhtémoc Blanco. Reconoce haber tramitado amparo a los Pineda Villa, pero niega delito

El ex secretario del Ayuntamiento de Cuernavaca, Guillermo Arroyo, aseguró ayer que no existe ninguna investigación en su contra por presuntos vínculos con el crimen organizado.

Un día después de que se diera a conocer su renuncia como colaborador del Alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, Arroyo afirmó que la única relación que tuvo con la familia Pineda Villa fue en 2009, cuando tramitó un amparo por incomunicación, tras la captura de los padres de Alberto, Mario y Salomón, presuntos operadores de los Beltrán Leyva.

"Fui contratado de forma urgente sólo para promover un amparo contra la incomunicación de las personas que estaban una casa en la Colonia Reforma de Cuernavaca

 

"El amparo surtió efectos en cuanto llegamos ese mismo día con el actuario federal, las personas fueron sacadas por la propia Policía Federal Preventiva y llevadas a lo que se denominaba la SIEDO. Ahí cesaron los efectos de la incomunicación y ahí en ese momento también cesó mi actividad profesional", sostuvo.

El pasado 2 de febrero, el Comisionado Estatal de Seguridad Pública de Morelos, Alberto Capella, afirmó que tres funcionarios de la Administración de Blanco habían tenido ligas con el crimen organizado.

Sobre Arroyo, quien de 2006 a 2007 fue subprocurador de Asuntos contra la Delincuencia Organizada en la Procuraduría General de Justicia en el Estado de Morelos, dijo que había sido el abogado de los tres presuntos narcotraficantes.

Sin embargo, el ahora ex funcionario municipal aseguró que no incurrió en ninguna anomalía al aceptar tramitar el amparo, pues cuando lo contrataron habían transcurrido dos años de que había dejado el cargo de subprocurador, y la ley establece una restricción de un año para que, quien ha sido servidor público, trabaje en asuntos relacionados a la función que desempeñó.

"Dejé de ser subprocurador en 2007 y representé, durante unas horas, para evitar la incomunicación, a estas personas en 2009. No hay conflicto de intereses. Sería tanto como pensar que, una vez que fuiste servidor público, ya no tienes derecho al servicio profesional", argumentó.

 

 

LAS CARTULINAS

 

Sobre las cartulinas que en 2012 aparecieron en Cuernavaca, firmadas por la Familia Michoacán, y en las cuales se le acusaba de tener nexos criminales, Arroyo dijo que éstas surgieron cuando él aspiraba a contender por una vacante de magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Morelos.

"Interpuse una denuncia por las cartulinas en aquel año en la PGR. La investigación no arrojó mayores elementos probatorios para conocer el origen de las cartulinas y ahí quedó, pero fui ofendido del delito y no partícipe de la comisión de ningún delito", señaló.

Cuestionado sobre su renuncia, presentada el viernes pasado, un día después de la acusación de Capella, Arroyo expuso que no obedece a la imputación, sino a la necesidad de refrescar la Secretaría del Ayuntamiento -cargo en el que duró siete meses-, ante el desgaste que ha tenido por el enfrentamiento con el Gobierno del estado.

Además, recordó, en 2014 fue elegido por el Congreso de Morelos como magistrado del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado, pero no ha tomado protesta debido a que el magistrado saliente promovió un juicio de amparo.

"Ya se resolvió el amparo en primera instancia y se sobreseyó el juicio de amparo. Ahora está en revisión y esperamos que sea confirmado el sobreseimiento. En ese momento el Congreso estará en condiciones de tomarme la protesta de ley", explicó.

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