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SERPIENTES Y ESCALERAS

El segundo informe de labores del dirigente del PRD en Morelos fracasó; la gente no llegó y Gayosso no se bajó de la camioneta. Si los perredistas no entienden el mensaje y replantean su manera de hacer política, nada tienen que hacer en el 2018. El dinero no es suficiente para ganar las elecciones.

 

Sólo los necios se niegan a ver la realidad: el perredismo va en picada, la fuerza del gobierno es menor cada día y los enemigos que ha acumulado Graco Ramírez comienzan a tomar fuerza y se unen para cobrar facturas. Lo ocurrido ayer en el informe de labores del dirigente del PRD en el estado es una muestra más del ocaso del régimen; no es la primera vez que les falla la convocatoria a eventos masivos, pero es la primera que obliga a su dirigente estatal a ausentarse. Si no entienden este mensaje y recomponen, su futuro será terrible.

El segundo informe de labores de Rodrigo Gayosso estuvo mal desde su planeación: la organización, el diseño y la convocatoria fueron equivocados y el resultado lo confirma. Pero junto a ello hay un elemento más duro: el desgaste social. El naufragio del acto perredista (en el que, dicen, Gayosso aprovecharía para hacer públicas sus aspiraciones electorales) está directamente relacionado con el deterioro de la imagen del Sol Azteca y la molestia ciudadana contra el gobierno de Nueva Visión. No se puede entender una cosa sin la otra.

El fiasco del acto de rendición de cuentas trató de ocultarse bajo la boba excusa de que fue una “Feria Informativa” y no un informe de labores. El pretexto intentó salvaguardar la imagen de Rodrigo Gayosso, pero las lonas alusivas al informe, la presencia en el lugar de los legisladores locales y de varios funcionarios del gobierno estatal echaron por tierra el argumento.

Para el graquismo, los gayosistas y el perredismo ésta es una nueva llamada de atención sobre lo que viene. Una vez más los ciudadanos se rehusaron a acudir a la convocatoria a pesar de las presiones y las ofertas; la gente se rebeló y al hacerlo advierte lo que sucederá en las elecciones del 2018. Ni el dinero, ni la representación política, ni la influencia gubernamental lograron que la gente acudiera. No es la primera vez que esto ocurre.

Negar a la realidad lo único que provocará es que la crisis perredista se agudice. Ni el gobernador, ni su hijo, ni sus amigos, ni sus aliados son capaces de modificar la opinión pública: la gente de Morelos está enojada, se siente agraviada y ha sido lastimada por una administración que todos los días acumula rencores.

Lo visto ayer es el principio de lo que viene para Gayosso y sus aliados; el vacío en el informe del dirigente perredista es cosa menor frente a lo que sucederá una vez que inicien las campañas y después de que se conozcan los resultados de la contienda del 2018.

Ayer fue el desaire a un llamado político, el rechazo a una invitación partidista y el desprecio a un evento del PRD; mañana habrá voto de castigo, rebelión social, persecución política y acciones legales contra varios de los que hoy son poderosos. El dirigente perredista y sus aliados manejan muchos recursos y tienen el control del estado; a pesar de ello la gente ya no respondió a su invitación.

Lo verdaderamente duro para el perredismo apenas comienza; cuando salgan de nueva cuenta a las calles a pedir el voto popular y a tratar de refrendar los espacios de poder se encontrarán con una realidad distinta a la que manejan en sus anuncios. En Morelos el PRD es primera fuerza electoral y tiene el control de casi todas las instituciones, pero la representatividad que presumen es producto de la suma de figuras que dieron el salto de otro partido.

Pocos perredistas pueden presumir un verdadero liderazgo; sólo algunos han sabido mantener contacto directo con la gente y muy pocos tienen credibilidad entre sus representados. La razón es simple: muchos están escondidos, otros no salen de sus oficinas y todos cargan con el costo social de un gobierno que se ha enemistado con todos los sectores de la población. Aquellos que presumen liderazgo porque organizan eventos masivos en donde dan apoyos se pueden llevar una terrible decepción en el 2018; la gente ya maduró: recibe lo que le dan, pero vota como quiere.

El verdadero problema para los perredistas no está en lo ocurrido ayer en la Alameda Solidaridad; lo peligroso vendrá después del cambio de sexenio, cuando llegue un nuevo gobierno y sean ellos (los graquistas) quienes enfrenten una persecución social, política y legal. Varios ex funcionarios y ex gobernadores están hoy en problemas legales; ayer mismo detuvieron al ex gobernador interino de Veracruz Flavino Ríos ¿Por qué en Morelos sería diferente?

Rodrigo Gayosso debió ser la otra cara del perredismo, pudo ser la mano izquierda del régimen, el hombre de la conciliación, de la suma y de la construcción de acuerdos, la cara fresca de la izquierda y la punta de lanza generacional de un nuevo perredismo. Contrario a ello Rodrigo prefirió ser más duro que su progenitor, se ha regodeado con el poder y en lugar de utilizarlo para hacer amigos, ha multiplicado los enemigos que de manera natural tiene un gobernador.

Las consecuencias están a la vista: Rodrigo Gayosso es un personaje que ha superado a Graco en repudio social, ha cosechado enemigos locales y nacionales y será el receptor directo de todos los saldos negativos de esta administración. Al joven dirigente se le va a cargar la mano después del 2018, hacia él se enfocarán las baterías de los partidos y contra él habrá una persecución que muy probablemente le quitará su libertad.

La diferencia entre Graco y Gayosso es que el primero tiene una trayectoria política de más de 30 años y muchas relaciones nacionales; el segundo apenas comienza, no tiene acuerdos sólidos a nivel federal y además, el propio Graco lo ha soltado en México. “Cada quien es responsable de sus actos y asume sus consecuencias” dijo el gobernador al secretario de Gobernación hace un par de semanas.

Rodrigo Gayosso equivocó el camino, prefirió el enfrentamiento a la suma y ha acumulado más enemigos de los que puede enfrentar. El propio Graco se ha bajado del ring, desde hace tiempo se alejó de los problemas y deja que los ataques se concentren en su hijo. El tabasqueño es muchas cosas, pero no tonto.

El mensaje social al dirigente del PRD y sus aliados es muy duro. Si no lo entienden, nada podrán hacer en las próximas elecciones.

Los carniceros de hoy serán las reses de mañana.

  • posdata

Desde muy temprano Martín Pérez comenzó a reportar desde la Alameda Solidaridad; su presencia en el lugar era para cubrir el segundo informe del presidente del PRD Rodrigo Gayosso.

La cobertura digital de Martín fue, como siempre, atinada y puntual; detalló los hechos y anexó imágenes de lo que sucedía en el lugar. El compañero reportó desde que comenzó a llegar la gente hasta que se anunció que el joven dirigente no acudiría al lugar.

Luego vino un interesante reporte de Pedro Tonantzin en el portal Sur Digital; ahí el periodista confirmó la presencia de varios diputados, describió una muy baja asistencia de personas y relató que Rodrigo Gayosso sí llegó al lugar, pero no bajó de su vehículo al notar la pobre convocatoria.

Lo ocurrido en este fallido acto fue comentado en varios portales digitales y compartido por mucha gente que presenció los hechos o se enteró de ellos en las redes sociales. La dirigencia estatal trató de recomponer la historia al afirmar que NO fue un informe, sino una Feria Informativa; pero las fotos, las imágenes y los comentarios no dejan duda: fue un informe.

El acto de Gayosso fracasó.

Y esto es apenas el principio.

  • nota

El gobierno del Graco Ramírez acusa al Obispo de Cuernavaca de poner en riesgo la paz social en Tepalcingo al romper el diálogo y los acuerdos con los habitantes por la organización y administración de los recursos de la feria de Cuaresma.

Matías Quiroz acusa al líder de la iglesia católica en el estado de actuar con intereses económicos personales y le pide reflexionar sobre la crisis que ocasionará la decisión que tomó; al romper los acuerdos, dice el encargado de la política interna, afecta una tradición de más de 80 años que atrae a más de un millón y medio de peregrinos.

El gobierno de Nueva Visión pide a la Secretaría de Gobernación que intervenga, que ponga en orden al Obispo Ramón Castro y evite que la violencia aparezca en aquella comunidad. “El gobierno que encabeza Graco Ramírez, en todo momento ha buscado el diálogo y la solución de acuerdos, sin embargo, esta misma condición no se ha encontrado en la Diócesis”, dice Matías Quiroz.

La versión de la Diócesis de Cuernavaca es otra.

¿A quién le creemos? ¿Al Obispo o al secretario de Gobierno?

  • post it

Si en lugar de tratar de ocultar la realidad para que no se vean sus problemas, los perredistas se pusieran a trabajar, tendieran puentes de comunicación, se reconciliaran con la sociedad y cambiaran su actitud, una historia diferente verían en su futuro.

El poder para amenazar, ofender perseguir y golpear no les durará mucho tiempo. En unos meses serán ellos quienes estarán del otro lado del escritorio y recibirán el mismo trato que hoy dan a sus adversarios.

El poder político y la fuerza económica que ahora tienen algunos hombres y mujeres del régimen no durará para siempre y a la vuelta del tiempo resultará contraproducente para aquellos que en lugar de hacer amigos, multiplicaron animadversiones.

Pensar que el poder político es para siempre o suponer que el dinero es garantía de triunfo electoral puede ser el más grave error que cometan algunos actores de la vida pública. La historia no se equivoca: la política da vueltas y con el tiempo lo único que queda es el trabajo social y los amigos.

Comprar pleitos ajenos o pensar que ahora están abajo lo estarán por siempre es una enorme falla de cálculo. La carrera por la sucesión ya comenzó, la opinión pública es clave en cualquier campaña y los aliados serán fundamentales en el proceso que viene. Es el círculo de la vida. Así es la política.

  • redes sociales

Dicen que esta semana volverá a ser complicada para el Ayuntamiento de Cuernavaca. Gente cercana al alcalde afirma que viene un nuevo ataque contra el gobierno municipal orquestado a través del Nuevo Grupo Sindical, un cártel a las órdenes de Graco Ramírez.

Los problemas del gobierno de Cuauhtémoc Blanco tienen que ver con sus diferencias personales con Graco Ramírez, pero también con la falta de efectividad dentro de su gobierno. Si el futbolista no tuviera la ciudad en tan malas condiciones y dejara de dar tantos elementos a sus críticos para atacarlo, no tendría que estar en permanente defensa de sus intereses.

Es obvio que Graco quiere anular al americanista de la carrera por la sucesión, pero es claro también que Blanco no tiene el control del municipio, ni es quien toma las decisiones en Cuernavaca. De ahí sus constantes crisis.

El edil capitalino ha resistido muchos ataques, pero la suerte no estará siempre de su lado. O comienza a gobernar bien, o pronto los cañonazos en su contra van a lograr derribarlo.

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