EL PSD, UN PARTIDO SIN CONFIANZA SOCIAL…
Uno de los partidos políticos en riesgo de perder su registro para el año 2018 es el Social Demócrata, que está dedicado a engañar a la sociedad y las autoridades al presentar documentos apócrifos en el registro de sus candidatos a cargos de elección popular.
Las trampas del partido emergente en Morelos, son tantas que la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (FEPADE) mantiene varias investigaciones, provenientes de denuncias contra su militancia.
Incluso el mismo dirigente del PSD en Morelos, Eduardo Bordonave Zamora, actualmente regidor, cuenta con al menos dos denuncias e investigaciones en su contra por mentir ante una autoridad.
De las denuncias, archivadas, la primera es por otorgar un domicilio en el municipio de Jiutepec para ser diputado local plurinominal, que -por cierto- no es una vivienda y el lugar es considerado como un “predio rural”; es decir un terreno que hoy sigue baldío.
Son tantas las irregularidades en los documentos otorgados por Eduardo Bordonave Zamora a la autoridad electoral, que presuntamente, al mismo tiempo que tenía en ese predio su residencia en Jiutepec también lo tuvo en Cuernavaca, para lograr la primera regiduría del PSD.
De ahí que hay un grupo de ciudadanos que iniciaron las denuncias correspondientes contra el dirigente pesedista, quien asegura que fue “perdonado” por el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), cuyas atribuciones legales no le corresponden.
Lo que Eduardo Bordonave Zamora desconoce es que hoy los regidores carecen de fuero constitucional, que están en riesgo de perder su libertad y regiduría por asuntos que son considerados graves.
Pero como el primer espada de la familia Yáñez Moreno, el regidor pesedista en Cuernavaca tiene que responder a los requerimientos de quienes hoy le han dado parte de la fortuna ganada, a través de las prerrogativas públicas, por manejar un instituto político que no es más que una franquicia comercial.
Hay un total abuso de poder de la familia Yáñez Moreno, porque para ellos las prerrogativas financieras que provienen de los impuestos son utilizadas para beneficio personal.
No es lo único, desde el año 2009 la familia Yáñez Moreno y todos sus integrantes han ligado cargos de representación popular como es el padre, quien fue regidor y en el ayuntamiento de Cuernavaca tenía dentro de la nómina hasta la señora que les hacía el aseo en su domicilio particular.
Y cuando era retrasada la “compensación personal”, el regidor Roberto Yáñez utilizó los medios de comunicación para “hacer denuncias” sobre el mal desempeño policíaco.
El hoy diputado local del PSD, Julio César Yáñez Moreno, también gozó de las prerrogativas del Congreso estatal cuando su hermano, Roberto Carlos, fue legislador al inducir gastos de viajes a Europa.
Los documentos exhibidos en la página de transparencia del Congreso local, daban cuenta de gastos sobre los 60 mil pesos de Roberto Carlos Yáñez Moreno de haber realizado un viaje a Paris, Francia, presuntamente para la promoción del estado.
En la misma temporada, el diputado participó en cuatro sesiones ordinarias, en una de ellas subió a tribuna para “denunciar” falta de equidad en los procesos electorales.
Sin embargo, los 60 mil pesos del presunto viaje a Europa por parte del diputado Roberto Carlos fueron usados por su hermano Julio César, presuntamente para promover a los chinelos en aquella nación.
La ignorancia supina de ambos hermanos, es que el chinelo es la burla de los pueblos indígenas mexicanos de Puebla, Tlaxcala y Morelos hacia los soldados franceses que fueron derrotados en la batalla del 5 de Mayo.
Las máscaras del chinelo, los trajes forman parte de los festejos de los pueblos mexicanos que hicieron contra la “invasión” francesa y que para los parisinos significan una burla, a lo que fue el mejor ejército del mundo durante el mandato de Napoleón III.
Hoy la familia Yáñez Moreno, recibe por prerrogativas mensuales cerca de 400 mil pesos, que al momento nadie sabe en qué son utilizados debido a que el PSD es un partido sin militantes ni una cultura filosófica.
Tan es así la situación que de haber una elección en los siguientes días, el Partido Socialdemócrata perdería su registro, porque carece de popularidad y ante la ciudadanía es un ente sin la confianza social.