"Cuau", ¿cuál es la necesidad?
Me dijo que lo que había vivido en su aventura política, las traiciones, los ataques, las amenazas, eran mucho peor que cualquier vestuario por los que había pasado en su carrera futbolística. Que no entendía cómo hacer para que lo dejaran trabajar lo que le quedaba en el puesto y ya.
Me contó de las amenazas del líder del PRD en Morelos, hijastro de Graco Ramírez, porque, según él, Blanco era una amenaza para su ambición de ser gobernador. Me dijo que no estaba pensando en la gubernatura.
Los dueños de ese negocio que llaman PSD de Morelos lo traicionaron a las primeras de cambio y hoy juegan como sus principales adversarios.
Hace unos días tuvo que aceptar la renuncia de su secretario de Gobierno, Guillermo Arroyo, porque se acreditó que había estado relacionado con los hermanos Pineda Villa, vinculados con el cartel de los Beltrán Leyva. Otros funcionarios del ayuntamiento han sido también señalados por el comisionado de Seguridad de Morelos, Alberto Capella.
Me dio la impresión ese día que Blanco no se la pasaba bien.
Ayer me sorprendió.
Blanco se afilió a otro de esos partidos que vaya usted a saber por qué existen, más allá del negocio de sus dueños.
Me refiero al PES.
Y Blanco ya habló de la gubernatura. Dijo que le interesa, pero que lo definirá más adelante. Los dueños del PES no tienen duda. Tienen candidato.
Para cumplir todos los clichés, el señor Flores del PES dijo: “Queremos un alcalde de 10 y un gobernador de 10 con Cuauhtémoc”. Por supuesto le dieron una camiseta de futbol para que se la pusiera.
Blanco dijo algo que define su paso por la política. Aseguró a la prensa que no tiene ningún contrato con el presidente del partido, que no recibió ningún dinero, que él es honesto y trabajador.
No parece la mejor manera de arrancar una campaña.
En medio de todo esto quedan los morelenses. Calculó que las cosas de aquí a la elección no se pondrán mejor.
Cuau, ¿qué necesidad?
Twitter: @puigcarlos