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OBSERVADOR POLÍTICO

 

 

La reunión de ayer, no fue casual, no hizo falta nadie. Y es que los embates de qué está siendo objeto el Obispo Ramón Castro fue el punto toral de los acuerdos alcanzados, para tener un equilibrio ante los abusos y excesos cometidos por el aún gobernador. Un contrapeso real y efectivo, que no han logrado el Congreso ni el Judicial. La reunión sin duda, debe de tener preocupados cuando menos a dos: Graco y Gayosso, porque de estos nombres podría surgir el sucesor de Ramírez Garrido para el 18. Lo cierto, es que el daño político, moral y familiar que la nueva visión le ha ocasionado a este grupo de líderes, difícilmente se podrá olvidar con un clásico: borrón y cuenta nueva.

LOS PESOS PESADOS.- Hoy en día, se están registrando casi tres asesinatos diarios en Morelos y no pasada nada. Es más, lamentablemente es ya casi normal estos hechos delictivos en Morelos. Los argumentos policíacos y del mismísimo estado es que van bien en su lucha contra la delincuencia, sin importarles el dolor y hasta la psicosis entre familias que siguen siendo presa del hampa.

Desde el gobernador, su familia, los legisladores y funcionarios del gobierno así como el líder del PRD no andan tan campantes en Morelos de no ser por los guardaespaldas y la seguridad que traen, así como sus camionetas blindadas y por ello viven en una burbuja de cristal alejados de la realidad a la que nos enfrentamos todos quienes a aquí vivimos, los de a píe, quiénes recorremos calles, colonias, barrios  y poblados solos durante el día, tarde y noche, sin impresionantes dispositivos de seguridad, sin guaruras, sin armas de alto poder.

La sociedad ya está cansada, tiene hambre, necesita dinero y un empleo remunerativo. Esta situación, de unos cuantos millonarios y cientos de miles pobres molesta e incómoda al pueblo y más cuando detectan actos de corrupción y robos en despoblados por parte de funcionarios del gobierno en turno, ejemplos hay varios: la sede del Congreso; el crédito de 2 mil 806 millones de pesos otro; los endeudamientos sin ton ni son por varias décadas se suman a la molestia generalizada de la población que ya perdió toda la confianza de la nueva ambición.

De ahí la importancia del grupo de líderes que se reunió para analizar estos y otros problemas. El obispo, Ramón Castro Castro; Alejandro Vera Jiménez, rector de la UAEM; Cuauhtémoc Blanco Bravo, alcalde de Cuernavaca; Matías Nazario Morales, diputado federal del PRI; Rabindranath Salazar Solorio, senador de Morena; Javier Bolaños Aguilar, legislador federal de Acción Nacional; Gerardo Becerra Chávez de Hita, vocero de la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos; Dagoberto Rivera Jaimes, presidente de la Federación Auténtica del Transporte, entre otros.

¿Cuántas marchas, mítines, manifestaciones y personas  no habrán movilizado durante los últimos cuatro años los arriba mencionados? ¿En qué cargos estarán representados a partir del 2018? ¿Cuál será la relación de Graco cuando concluya su sexenio con este grupo de líderes? ¿Habrá diálogo? ¿Existirá el perdón? ¿La venganza será un arma política? ¿Se castigará con todo el peso de la Ley los actos de corrupción de la actual administración? ¿Seguirá protegiendo Enrique Peña Nieto al gobernador perredista? Estas y muchas interrogantes se hicieron antes, durante y después del encuentro.

PRD… EL NUEVO PRI.- Varios de los fundadores del partido cuyo lema sigue siendo: “Democracia ya, Patria para todos”, han decidido abandonar y salir antes de que se hunda del partidote, luego de la crisis política en la que lo metieron los Chuchos.

Empero, tal parece el PRD se ha convertido en el nuevo Partido Revolucionario Institucional de Morelos, porque varios de sus líderes provienen precisamente del instituto más longevo del país.

El mismísimo Rodrigo Gayosso Cepeda, quien critica a los “chapulines”, era consejero estatal del PRI y bajo ese partido aspiraba gobernar Cuernavaca. Pero no es el único, Julio Espín, también era priista y ahora ya es parte del sol azteca; Beatriz Vicera Alatriste, era la presidenta de la Organización Estatal de las Mujeres Priistas (ONPRI) y también se pintó de amarillo. Otro que dejó ser priista es Sergio Prado, actual presidente del PRD en la capital de Morelos.

Ya enfundados en sus chalecos amarillos con nombre, marca y toda la cosa que han puesto de moda entre la nueva clase política del PRD han intensificado pese a los problemas, sus campañas de afiliación para realizar en los próximos meses y quienes de plano, le estarán cantando las golondrinas a Rodrigo Gayosso Cepeda porque tendrá por ley, que dejar ya de ser dirigente perredista para buscar, como dice él, por algún cargo, el que sea, de elección popular para el 2018.

 

CUERNAVACA, LA JOYA DE LA CORONA.- A nivel estatal están casi definidos quienes serán los candidatos –aunque habrá cambios importantes-, pero en Cuernavaca la cosa se pone interesante: Regresará Sergio Estrada Cajigal y podría hacerlo por el PAN. Por Morena, se está perfilando José Luis Uriostegui Salgado -aunque requiere de más trabajo de campo-; Maricela Velázquez Sánchez, por el PRI, amenaza con volver y desempolvar todo su capital político que tiene en la ciudad y para ello ha intensificado sus recorridos. La cosa está que arde. De los demás partidos, incluido el PRD, a quienes pongan, no cambiaran en nada el resultado, en esta ocasión sólo será de relleno. Al tiempo.

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