El presidente de Estados Unidos delineó ayer en dónde sí y en dónde no quiere los recursos de su gobierno en el año fiscal 2018, que comienza en octubre próximo. Sus prioridades: fuerzas armadas y seguridad nacional.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó ayer al Congreso de su país su primer proyecto de presupuesto por un billón 151 mil millones de dólares, para el próximo año fiscal, que arranca el 1 de octubre, en el que propone sacrificar drásticamente el gasto en ciencia, cultura, medio ambiente, educación y ayuda internacional, a fin de financiar un aumento de casi 17 por ciento a las fuerzas armadas y la seguridad interna.
“Un presupuesto que pone a Estados Unidos en primer lugar debe hacer de la seguridad de nuestro pueblo su prioridad número uno, porque sin seguridad no puede haber prosperidad”, dijo el mandatario en un mensaje que acompaña su plan económico.
El proyecto incluye un aumento de 54 mil millones de dólares para las fuerzas armadas, el más grande desde el gobierno del presidente Ronald Reagan en la década de 1980, y promete la entrega inmediata de dinero para la preparación de tropas, la lucha contra milicianos islámicos y la adquisición de nuevos buques, aviones de combate y otras armas.
Además, propone aumentar en un 6.8 por ciento los fondos del Departamento de Seguridad de la Patria (DHS), encargado de proteger las fronteras y aplicar las leyes en materia de inmigración, y en un 6 por ciento el presupuesto del Departamento de Asuntos de Veteranos.
En contrapartida, el proyecto del republicano recorta en 28 por ciento, unos 10.9 mil millones de dólares, el presupuesto del Departamento de Estado para el programa de ayuda al desarrollo exterior, en 13.5 por ciento los recursos para el Departamento de Educación y una caída de 12 mil 600 millones de dólares en el ministerio de Salud.
Asimismo, reduce en 31 por ciento los fondos de la Agencia de Protección Ambiental y elimina los apoyos a programas contra el cambio climático de la ONU, cuyas autoridades se manifestaron “muy preocupadas” ya que “la brusca reducción de las finanzas” por parte de la Casa Blanca perjudicarán, a largo plazo, los intentos de reforma del organismo mundial.
De igual manera, propuso eliminar partidas dedicadas a apoyar instituciones el Fondo Nacional para las Artes, y fondos por 650 millones al Banco Mundial, utilizados para apoyar programas de donaciones condicionadas a países pobres.
Como era de esperarse, los demócratas criticaron la propuesta de presupuesto de Trump. El líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, aseguró que los recortes “son devastadores para la clase media”, mientras que su similar en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, consideró que “la fuerza de Estados Unidos depende más que de su gasto militar, del poder de nuestra diplomacia, de la salud de nuestra economía y la vitalidad de nuestras comunidades”.
Eliot Engel, el demócrata de más alto rango en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Alta, señaló por su parte que la propuesta del huésped en la Casa Blanca pone en peligro programas como la Iniciativa Mérida, a través del cual Estados Unidos ayuda a México en la lucha contra el narcotráfico, así como la paz en Colombia y el liderazgo de Washington en el mundo y especialmente en el continente.
Por el contrario, el líder republicano en el Congreso, Paul Ryan, se manifestó alentado por la noción del mandatario de reconstruir el ejército. Se espera que el proyecto de presupuesto cause un lío político entre republicanos y demócratas en el Congreso.
*Con información de AFP