MÁS DE UNO se pregunta cómo diablos es que Mauricio Ortega, el ratero que se llevó el jersey de Tom Brady, no terminó en la cárcel. La explicación es que el propio jugador de los Patriotas aceptó llegar a un acuerdo con tal de que le devolvieran el valiosísimo uniforme con el que ganó el Super Bowl.
EN EL ARREGLO la PGR fungió prácticamente como mediadora, pues el asunto nunca se convirtió en un tema penal, pese a que por el precio que podría alcanzar el jersey, fácilmente habría puesto varios años a la sombra al periodista.
QUIENES conocen de leyes dicen que en Estados Unidos habría sucedido muy probablemente lo mismo, aunque tomando en cuenta la dureza de los jueces de Texas, donde se cometió el delito, el tal Ortega por lo menos tendría que haberse declarado culpable y cumplir con algún tipo de condena, así fuera simbólica.
ESTOS ACUERDOS forman parte de la nueva normalidad mexicana bajo el sistema penal acusatorio, que primero busca la conciliación que sobrepoblar más las cárceles, promoviendo que delinquir no tenga consecuencias. 'Ora que donde sí las cosas son muy diferentes es en que allá la policía local, la de Houston, hizo un auténtico trabajo de investigación, movilizó al FBI y ubicó la prenda robada hasta el Condado de Sayavedra, en Atizapán. En cambio acá nomás no pueden encontrar a Javier Duarte.
AUNQUE es de Coahuila, el ex gobernador Humberto Moreira parece de Jalisco porque nunca pierde y cuando pierde, ¡arrebata!
BASTÓ con que amenazara con postularse en las elecciones coahuilenses a diputado local por el Partido Joven, para que el PRI intentara apaciguarlo cediéndole dos candidaturas para quien él quisiera. De ahí que postulará a Samuel Rodríguez, quien fuera líder del PRI estatal durante el sexenio de Moreira; y a Román Cepeda, su ex secretario de Fomento Agropecuario.
CON TODO y el regalito, el ex dirigente priista no quita el dedo el renglón, pues oootra vez el Partido Joven habla de postularlo a él o a su hijo Rubén Humberto. Y así, con esas artes mágicas, Moreira convertiría una candidatura... en tres.
EN LOS PASILLOS del Club de Industriales varios integrantes del Consejo Mexicano de Negocios comentaban ayer, muy favorablemente, su encuentro con Miguel Ángel Mancera.
EN LA COMIDA con el mandatario capitalino recorrieron varios y diversos temas: la Constitución de la CDMX, las broncas en el PRD y, claro, sus aspiraciones presidenciales. ¿Qué les habrá dicho que los dejó tan contentos? Es pregunta.