Morelos en llamas
En Morelos se vive en el terror, dice el Obispo de Cuernavaca. Cierto. El gobierno reprime, persigue, hostiga y golpea a sus críticos. Estamos en el peor momento de la historia de nuestro estado. Nunca antes tuvimos un gobernador tan malo como el actual. Pero no hay mal que dure seis años.
La reunión entre el obispo Ramón Castro, el rector Alejandro Vera y los aspirantes más fuertes a la gubernatura de Morelos en el 2018 no fue casual, ni será la única. El diálogo continuará y pretende, dicen, prolongarse hasta convertirse en un sólido acuerdo de civilidad electoral, a pesar de las amenazas de la administración perredista. Al gobernador le enfureció que se reunieran y lo pone nervioso que puedan mantener la unidad hasta la elección; sabe que unidos son invencibles. La prioridad en la agenda de Graco es desarticular ese grupo.
El régimen neovisionista vive sus últimos meses de poder; el final está a la vista y las consecuencias de cinco años de abusos y represión comienzan a tomar forma de distintas maneras. La fórmula del graquismo para anular o contener a sus críticos fue la represión y siempre funcionó porque golpeaban por separado. El problema es que ahora se ha formado un frente que suma fuerzas en el momento de más debilidad de la administración.
Ya no hay manera de que las cosas le salgan bien al gobierno de Graco Ramírez; sus resortes nacionales se han debilitado, muchos de sus aliados han huido y el régimen está en el ocaso del poder. Los últimos dos años de cualquier gobierno son los más complicados y en este caso, la historia se volverá dramática por el número de enemigos acumulados a lo largo de seis años. Política y electoralmente lo más rentable ahora es combatir al gobernador saliente.
A Graco ya no le preocupa que su partido refrende el triunfo en las elecciones del 2018; es imposible. Lo que ocupa al jefe del ejecutivo es su salida y el año siete de su administración. Si en los primeros cinco años la represión no sirvió para anular a los críticos, es imposible que esa estrategia funcione a unos meses de que comience de nuevo el proceso electoral.
El síntoma más claro del escenario que se avecina es la reunión de la semana pasada en El Rincón del Bife. Ese encuentro refleja el panorama que se vivirá en la próxima elección y muestra quién será el enemigo de todos en las urnas. Pero sobre todo anuncia que el próximo gobernador no se quedará cruzado de brazos y procederá contra la administración perredista y sus funcionarios, empezando por quienes, como Andrik Ruiz de Chávez y Sergio Beltrán Toto fueron los operadores de los negocios y la corrupción en el gobierno de Graco.
En Morelos estamos viviendo tiempos atípicos, es la primera vez en la historia de nuestra entidad que un ministro de la iglesia opina públicamente de la situación que vive el estado (lo cual no está fuera de la ley) y que es perseguido por el gobierno en turno. El caso de Ramón Castro no es el único, igual que él hay muchas personas y agrupaciones que son acosadas por el gobierno por opinar distinto. “Vivimos tiempos de terror en Morelos”, dice el obispo.
La reunión de los ocho ( Ramón, Alejandro, Javier, Rabín, Cuauhtémoc, Matías, Víctor y Gerardo) fue posible por la política represora del gobierno estatal. El ejecutivo y su partido reclaman la participación del Obispo, pero no dicen que Graco ha sido un persecutor de los ministros de la iglesia católica y un represor con todos los que opinan diferente.
Nunca antes habíamos visto en Morelos una reunión parecida a la del Rincón del Bife, ni mucho menos tanta simpatía ciudadana con una acción de este tipo. Se pueden tener diferentes puntos de vista sobre la política y la fe, hay diversas personalidades y características en los que ahí se reunieron, pero el común denominador es el rechazo a la forma de actuar de Graco y la decisión de que el PRD no gane las próximas elecciones.
Los neovisionistas acusan el activismo político del obispo, pero ha sido el estilo de gobernar del tabasqueño lo que motivó esta reunión. Lo que sigue en esta y varias historias es la unión de fuerzas contra Graco y la suma de voluntades para que el PRD no vuelva a ganar la elección estatal.
Al tabasqueño ya no le importa que su partido refrende los triunfos electorales en el 2018; no hay forma. Lo que le pone nervioso es que al término de su mandato él y los suyos serán tratados de la misma manera como ellos han tratado a sus críticos.
El séptimo año será una pesadilla para el tabasqueño. La cárcel es una posibilidad real en su futuro.
- posdata
La comunicación del gobierno de Morelos es tan mala, que hasta en asuntos donde no hay culpa, Graco termina pagando los platos rotos. Explico:
Los incendios forestales son problemas cíclicos en nuestra entidad, se presentan año con año y no tienen que ver con las prácticas o estilos de una administración. En el siniestro de esta semana lo lógico habría sido que el gobierno diera a conocer los hechos, hiciera cortes informativos para detallar el avances de los trabajos y orientara a la población sobre las medidas que se deben tomar en este tipo de situaciones. Ni Graco ni nadie de su gabinete es culpable de que el fuego iniciara en el bosque, ni tampoco de que los vientos lo avivaran.
El problema es que en lugar de comunicar la realidad, trataron de ocultar lo evidente, dieron información falsa, contradictoria e intentaron minimizar un suceso a la vista de todos. Ni el secretario Topiltzin, ni el secretario Matías ni el gobernador tuvieron la capacidad de informar de manera clara y convincente, por el contrario, parecía que querían ocultar información, como si fueran los culpables ¿Por qué?
Se supone que en el gobierno hay un experto en comunicación, pero hasta ahora no se ha visto para que sirve. En un asunto donde debían mostrar carácter y compromiso ante un tema de coyuntura, lo que se observó fue un gabinete timorato y escurridizo que nunca supo informar de forma adecuada.
Para lo único que sirve el vocero de Graco es para cobrar, hacer negocios y para pedirle a las damas de que griten “chichis” cuando les toman una foto.
Uno de los primeros cambios que deberá hacer el gobernador interino es sustituir a un personaje que no sirve para nada.
- nota
Las piezas políticas al servicio del gobernador de Morelos son varias y están en diferentes espacios; una de ellas es el delegado de gobernación en Morelos.
La declaración hecha por Gerardo Cubría Bernardi, representante en Morelos de Segob, sobre la participación del Obispo de Cuernavaca en una reunión pública con diferentes actores políticos fue ordenada desde la oficina de Matías Quiroz; Cubría Bernardi actuó de manera oficiosa en un tema de política local y se prestó al golpeteo político de una administración que sostiene una pugna personal con el representante de la iglesia católica en Morelos.
No es la primera vez que el delegado de gobernación se mueve a petición del gobierno local, algunos dicen que tiene compromisos personales con la administración neovisionista y otros que simplemente obedece las ordenes de su jefe, Juan Salgado Brito, quien políticamente opera para el PRD y personalmente apoya al gobernador Graco Ramírez.
Gerardo Cubría Bernardi (Segob) igual que Jorge Meade Ocaranza (Sedesol) y Rodrigo Peña Zepeda (Sedatu), son delegados que operan para el gobierno de Nueva Visión, son (comentan en los pasillos de poder) “el gabinete ampliado” de Graco y desde ahora trabajan electoralmente para el PRD.
En el caso del representante de Segob y su postura frente al Obispo de Cuernavaca veremos si sus declaraciones obedecen a las políticas institucionales de la secretaría o se circunscriben a los intereses económicos del funcionario.
Simple: si las denuncias contra el obispo de Cuernavaca proceden, quedará de manifiesto que Cubría fue institucional; si no es así, confirmaremos que está al servicio de Graco Ramírez.
- post it
El duelo entre el alcalde de Cuernavaca y el gobernador de Morelos es personal. El primero se la ha cantado directo, al estilo tepiteño y el otro responde con perversidad, a través de terceros y poniendo trabas a la administración municipal.
Las diferencias entre Graco y Cuauhtémoc ya son insalvables y no concluirán hasta que uno de los dos deje el cargo. Morelos es demasiado chico para los dos, podría decirse en un guión de película.
Esto es algo de lo que recientemente declaró el futbolista contra el gobernador:
“Es lamentable lo que está haciendo el gobernador. Está realmente tan… aferrado de que me quiere romper la cara o por decirlo bien, ¡la madre!, me quiere romper la madre, pero ya basta, no se cansa, a mi no me hace daño, le hace daño a la gente con quitarme estos recursos. Pero voy a seguir luchando y no me voy a dejar.
Ya se los he manifestado: es demasiado, la verdad que es un abuso lo que está haciendo el gobernador, piensa que me está afectando a mí y le está afectando a toda la gente… ¡y no va a parar! así va a seguir, él quiere que el ayuntamiento esté todavía más quebrado y me quiere destruir a como dé lugar… pero voy a seguir luchando, voy a seguir peleando, lo único que le pido que ya deje de fastidiar a Cuernavaca, porque no me está haciendo daño a mí, le esta haciendo daño a la gente y eso es lamentable, lamentable de un gobernador al que realmente no le importa la ciudadanía.
(Graco) Me ha quitado muchísimo dinero, lo que quiere hacer es seguir apretando al ayuntamiento con su hijo… ¡son unas personas malas, maquiavélicas!, no les importa la ciudadanía, no les importa la gente, quieren que al municipio le vaya mal por intereses propios, pero en verdad les voy a decir una cosa: yo ya no voy a hablar mal de el gobernador ni del comisionado, es darle más importancia, que me dejen en paz, que me dejen trabajar, hay muchísima gente que realmente tiene muchas necesidades en su colonias, … ¡que dejen chambear!
Todas las obra que está haciendo es porque está planeando ya su salida; si te das cuenta la obra de plaza de armas que dice que costó 100 millones de pesos… ¡eso no nos cuesta 100 millones de pesos! ¡eso cuesta 7 o 6 millones!¿En que se gastó 100? ¡Por favor! Y así está haciendo con todas las obras, en unas te van a decir que cuesta 10 cuando en realidad cuesta 2… las que cuestan uno dicen que cuestan veinte.
Ya que deje trabajar… y si quiere ser presidente que ya se vaya. Es lamentable que un gobernador no deje trabajar, ¡Que deje a la ciudadanía en paz! Si no está a gusto en Morelos que ya se vaya.
La verdad estoy bastante molesto por esta situación, que el gobernador respete la autonomía municipal, esto es demasiado, ustedes lo están viendo, este gobernador no me deja trabajar y me sigue quitando el dinero del ayuntamiento. No quiere que entre dinero a las arcas para que el ayuntamiento esté quebrado.”
- redes sociales
Nada bien le va al gobernador en sus transmisiones en vivo a través de redes sociales. El que sugirió al tabasqueño utilizar esa plataforma para dialogar con los ciudadanos no anticipó que esa vitrina expondría al mandatario y mostraría el rechazo que tiene entre la ciudadanía.
Aunque los estrategas de comunicación y sus troles tratan desesperadamente de cuidar a Graco, no han podido aminorar la crítica, ni detener los improperios que recibe. Más que fortalecer su imagen, esas charlas exhiben el nivel de repudio que tiene el tabasqueño en Morelos.
La comunicación es el Talón de Aquiles de la nueva visión.
- es viernes
En esta vida, lectora lector queridos, no faltará quien te diga que gozar mucho no es decente o que manifestar tu jubilo es propio de pelados. Con exquisita decencia mándalos a la chingada, donde de todos modos ya están.
Disfruta: Hoy toca.
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