EL PASO “ESTRÉS”; ¡MONUMENTO A LA CORRUPCIÓN!...
Según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el próximo viernes quedará concluida la obra del paso exprés o el viejo libramiento México-Acapulco, que hoy está convertido en un lugar de riesgo para los automovilistas.
En más de un año, el paso exprés se quedó en una obra para el recuerdo, porque en el mismo han muerto hasta el momento cerca de 80 personas al circular y encontrarse un trabajo mal planeado y, lo peor, sin señalización.
En este mismo tiempo, también fueron ocasionados problemas en las colonias que están alrededor de la vía terrestre, las que muchas quedaron sin agua potable, sin drenaje e incluso, la pérdida del patrimonio de cientos de familias.
Sin embargo, ante ello como el casi provocar la pérdida del lago en la zona del Parque de Chapultepec es un asunto que poco le importa a la dependencia federal, como a su delegado y menos a la empresa constructora.
Si bien es cierto que a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le interesa terminar con la obra, no es porque ya lleva un atraso severo, sino para evitar mayores demandas por parte de la población, principalmente aquellos que fueron afectados directa e indirectamente.
La Ratonera también es el otro nombre que se le ha dado al viejo libramiento México-Acapulco, que fuera construido en el gobierno de Emilio Riva Palacio Morales.
La Ratonera porque al carecer de señalización muchos viajeros podrían “perderse” dentro de la misma carretera, incluso generar ciertos conflictos viales en la zona.
Para circular por el paso exprés se hace necesario tener un auto en excelentes condiciones de su motor, neumáticos de primera calidad y no se diga frenos de potencia.
Una descompostura del auto en la zona significa correr el riesgo de ser atropellado, porque no hay zonas de acotamiento y menos para el apoyo mecánico.
Las situaciones de urgencia por accidentes en los carriles centrales serán complicadas para los paramédicos, porque ingresar a los mismos solamente hay dos formas: por el norte a la altura del pueblo de Chamilpa o en el sur en Chipitlán.
Salir de los carriles centrales para ingresar a la ciudad o sus hospitales, los conductores de las ambulancias tendrán que plantear por dónde será más rápido dar el apoyo a las personas heridas, porque simplemente no hay carriles de salida por urgencias.
De ahí que para todos la obra tiene una mala planeación. Fue hecha solamente para darle ganancias a un particular, porque fueron más las pérdidas lamentables para quienes circularon –por última ocasión- y para quienes perdieron su patrimonio.
La postura de la SCT en cuanto atender a las personas que resultaron con daños diversos no ha sido la mejor, ni lo será porque los daños ocasionados a la naturaleza jamás los podrán restituir.
El paso estrés, será el nuevo nombre de la vía carretera que, sin duda alguna, ocasionará múltiples problemas al concluir la obra, ya sea el próximo viernes o después de la Semana Mayor. ¡Viva la corrupción!