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SERPIENTES Y ESCALERAS

Morelos es el municipio más grande de Guerrero, dijo hace algún tiempo en Acapulco Graco Ramírez a Ángel Aguirre. Sin la gente de Guerrero Graco no habría ganado en Morelos, respondió al tabasqueño el guerrerense. Hoy vemos los resultados de esa hermandad.

 

El enfrentamiento que hubo hace unos días entre sicarios y policías en el puerto de Acapulco puede tener repercusiones en Morelos, advierte el secretario de gobierno Matías Quiroz Medina. Lo ocurrido en la costera Miguel Alemán no tiene precedente: durante dos horas la zona turística más transitada de aquella entidad fue escenario de una balacera, situación que causo alarma, generó pánico y dio la vuelta al mundo en forma de noticia y videos. Morelos es el municipio más grande de Guerrero, dijo hace un par de años Graco Ramírez al gobernador Ángel Aguirre.

Para muchos, la suerte de Guerrero y la de Morelos van de la mano. Nuestra tierra guarda una estrecha relación con aquel estado porque entre ambas entidades existe una cercana relación que va desde la camaradería hasta la familiaridad. A últimas fechas la dependencia ha ido más allá de la vecindad, pues ahora Guerrero y Morelos se han convertido en un corredor violento que llega hasta el Estado de México y comienza a afectar a la ciudad de México y a Puebla.

Las historias de horror que en materia de inseguridad y violencia unen a estas dos entidades son muchas y tienen que ver con el trasiego de droga. Apenas hace unos días el diario Reforma reveló que de acuerdo a un documento emitido por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, en Cuernavaca se habrían creado un nuevo y muy poderoso cártel de drogas responsable del tráfico del 35% de la heroína que se consume en norteamérica.

El gobierno estadounidense refiere que en Guerrero se produce una gran cantidad de esta droga y en Morelos, desde Cuernavaca, se realizan los envíos hacia aquella nación. Como si faltara una comprobación a tal hipótesis, unos días más tarde de la publicación la policía federal interceptó un cargamento de 12 kilos de heroína que venía de Guerrero con destino a Morelos; “Desde Cuernavaca se enviaría a los Estados Unidos” informó la SEIDO en base a la declaración del detenido.

Pero la historia continúa: al inicio de esta semana en un operativo de la Policía Federal y el Ejército Mexicano (sin la presencia de ninguna autoridad local ni elementos del mando único de Morelos) se capturó en las inmediaciones de Coajomulco (municipio de Huitzilac) a  Nicolás Nájera Salgado, líder y operador del cártel de Los Guerreros Unidos en el estado de Guerrero, agrupación criminal vinculada a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa; a este personaje se le relaciona con la producción y tráfico de drogas hacia los Estados Unidos bajo las órdenes de Ángel Casarrubias Salgado.

Hablamos de dos situaciones muy delicadas que ocurren en Morelos en menos de dos semanas. Nos referimos a estos hechos, el cártel, el decomiso y la detención del operador de GU, sin mencionar que el baño de sangre no cesa en nuestra entidad y las muertes violentas en forma de ejecución siguen presentándose en todos los puntos de nuestro estado.

El gobernador de Guerrero Héctor Astudillo dice estar preocupado por los hechos de violencia que vive su tierra y tras los acontecimientos recientes en la zona turística de Acapulco pide que se reconsidere la estrategia de seguridad. En Morelos la reacción viene de parte del secretario de gobierno (el gobernador ya no opina de cosas locales), quien anticipa que este tipo de situaciones pueden tener repercusiones locales, situación por la cual se blindarán las fronteras y se tomarán medidas extraordinarias de seguridad.

Sobre todo esto hay algunas reflexiones que vale la pena hacerse:

¿Qué tan lejos está Morelos de vivir una situación similar a la que hace unos días padeció el puerto de Acapulco?

¿Hasta qué punto la relación entre grupos criminales de ambos estados ha colocado a nuestra entidad en una realidad similar a la de nuestros vecinos, aunque aún no veamos cosas tan dramáticas como las de la costera?

¿Qué están haciendo las autoridades locales y federales para prevenir que Morelos sea otro Guerrero, toda vez que las oleadas de violencia que hoy sufrimos¡ son muy similares a las que padecen nuestros paisanos de aquella entidad?

Si autoridades locales, federales y el propio gobierno de los Estados Unidos advierte que Morelos es un foco rojo en materia de seguridad y en Cuernavaca opera uno de los nuevos cárteles de la droga ¿Qué hacen al respecto las autoridades?

Entendamos algo: aunque a Morelos le descalifican políticamente porque le consideran un estado pequeño, pobre y con una muy baja aportación de votos a la canasta electoral nacional, su influencia en el centro del país está fuera de dudas. Explico:

Cualquier cosa que pasa en nuestro estado se sabe de inmediato en el centro del país; muchos de los políticos, empresarios, intelectuales, artistas, deportistas y líderes de opinión más importantes de México tienen casa o familiares en Morelos, de ahí la importancia estratégica de nuestra tierra.

Por si eso fuera poco, Morelos es el paso obligado de los grupos delictivos hacia el centro del país, es el enlace entre el puerto y la capital y un lugar que, si se deja perder en materia de seguridad, se convierte en la puerta de entrada de la delincuencia a la capital de la república. La federación no puede ceder el control de la seguridad en Morelos porque estaría abriendo una enorme ventana a los grupos delictivos que intentan llegar a la Ciudad de México.

En ese escenario lo que ocurre en Guerrero y en Morelos no es poca posa. El debate sobre la seguridad en nuestra tierra toca temas de fondo como los secuestros, los robos y las extorsiones de las cuales cotidianamente son víctimas miles de personas, pero a la vez puede convertirse en un elemento de seguridad nacional por la ubicación geográfica y los grupos delictivos que se están asentando en la entidad.

La balacera del domingo en Acapulco Guerrero no es poca cosa. El ataque directo que sufrieron elementos de la policía federal en dos puntos, en zonas densamente pobladas y cien por ciento turísticas son un desafío directo a las autoridades (en sus tres niveles) y a la estrategia de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto. Lo que vimos en la costera de Acapulco no es un tema que sólo incumba a los guerrerenses, es un problema que nos debe preocupar a todos los mexicanos.

Entonces la advertencia de Matías Quiroz al respecto es sensata. Mal haría el gobierno estatal en ver aquella situación como un hecho aislado o ajeno a la estabilidad de nuestra entidad. A partir de los hechos violentos que cada fin de semana se registran en Morelos, la presencia documentada de varios grupos delictivos y los vínculos tan cercanos entre ambos estados, la precisión es oportuna y correcta.

Es más: en ese mismo sentido tendría que reaccionar la federación. De acuerdo a las declaraciones del propio Héctor Astudillo, la acometida contra policías federales fue consecuencia de la captura del Freddy Del Valle Berdel, presunto jefe de plaza de los Beltrán Leyva en Acapulco y responsable de la violencia en dicho puerto. Ahora que detuvieron en Morelos a otro cabecilla de los Guerreros Unidos ¿Estamos exentos de que algo así ocurra aquí?

El problema de seguridad en Morelos y en Guerrero es sumamente grave. Para entender el problema hay que ir más allá de los gravísimos costos que tiene la oleada de secuestros y los constantes actos de extorsión; hay que observar que entre ambas entidades existe una relación que va más allá de la camaradería y que se conforma hoy por alianzas estratégicas entre grupos delictivos.

Bajo esta lógica ¿es correcta la estrategia de seguridad que tenemos en Morelos?

·         posdata

Sigue el problema de agua en la capital. Los mantos freáticos están a la mitad, dicen las autoridades, y eso se suma a la crisis financiera que ha derivado en el incumplimiento del pago de luz. Sin energía los pozos no funcionan y consecuentemente no hay agua en las casas.

El reto para la administración capitalina es mayúsculo. Requerirán de mucha inteligencia, aliados y dinero para salir adelante.

La crisis de agua en la capital, por cierto, no se va a resolver con cascaritas de fútbol ni dando autógrafos.

·         nota

Ayer el periódico La Unión publicó una nota cuyo tituló decía: Denuncian malos manejos en el DIF Morelos. El artículo del rotativo hizo montar en cólera a la primera dama, quien arremetió contra los reporteros y dijo que no pagaría “derecho de piso a la prensa”. Igual que su hijo Rodrigo durante la pasada marcha de apoyo a Graco Ramírez, ahora Elena Cepeda de Ramírez comparó a los medios de comunicación con la delincuencia organizada.

La presidenta del DIF estatal enfureció con la información que, primero, difundió Noticias MVS  en el espacio de Luis Cárdenas y luego replicó localmente La Unión. No es la primera ocasión que la dama pierde los estribos y se lanza contra los periodistas (otras veces lo ha hecho desde su cuenta personal de Twitter) pero esta vez, al defender su honorabilidad, dijo que quien se equivocaba era la Auditoría Superior de la Federación y “alguien” que no conocía de los procesos de fiscalización.

Los arrebatos de la señora Elena Cepeda de Ramírez son cosa común. Nos hemos acostumbrado a sus dislates defendidos con argumentos como “ya saben que yo contesto, que digo lo que pienso, que tengo mente propia y libertad de expresión”. Esa es la primera dama, nada distinto a su marido o a su hijo.

¿Pero por qué se enojó Elena Cepeda de Ramírez?

Aquí parte de la nota que publica La Unión:

En el noticiero de Luis Cárdenas por MVS, a nivel nacional, se dio a conocer este lunes, en una investigación especial, que se incurrió en irregularidades en la administración de los apoyos a familias de escasos recursos por parte del DIF Morelos; el periodista señaló que habría "un manejo extraño en el tema de los desayunos escolares".

Se informó que la actual administración del DIF Morelos, presidida en forma honoraria por Elena Cepeda de León, incurrió en irregularidades en la compra y reparto de desayunos escolares para niñas y niños en situación de pobreza y pobreza extrema.

En diciembre de 2015 el caso fue denunciado ante la Contraloría del Estado de Morelos por intervención de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Dicha revisión, practicada por el máximo órgano de fiscalización del país, revela que durante un año, del 2014 al 2015, el DIF Morelos presentó un uso deficiente e incluso que incurrió en subejercicio de los recursos que la Federación le entregó del Fondo de Aportaciones Múltiples para auxiliar a la población más vulnerable de la entidad, que ascendieron a 305 millones 834 mil 500 pesos, en total.

La investigación agrega que el incumplimiento del contrato para la adquisición y distribución de desayunos escolares para el ciclo escolar 2014-2015 fue la anomalía más grave que observó la ASF, pues afectó a decenas de menores en situación de pobreza; de acuerdo con el portal de transparencia del DIF Morelos, dicho contrato se asignó a tiendas Soriana, el 31 de julio de 2014, vía licitación pública.

El 7 de diciembre de 2015 se presentó ante la Secretaría de la Contraloría del Estado de Morelos una promoción de responsabilidad administrativa sancionatoria, mediante el oficio DARFT-A2/1238/2015; con ello, la ASF pidió a la dependencia estatal investigar y fincar responsabilidades a los servidores públicos involucrados.

"En el caso del DIF Morelos ni siquiera cumplieron sus metas de cobertura", se destaca en la investigación periodística realizada, ya que pese a la urgencia de atender a esa población vulnerable mediante el programa de asistencia alimentaria, al 31 de agosto de 2015 el DIF Morelos sólo entregó 33 mil 744 despensas de las 54 mil 674 que había adquirido: de éstas, únicamente el 49.9 por ciento se entregó en los municipios con alto nivel de carencia alimentario, según revela la ASF.

De igual modo, se añade que otra irregularidad detectada por la ASF en el DIF Morelos es que no se supervisó la entrega de despensas de los programas de asistencia alimentaria a sujetos vulnerables y a menores de cinco años en riesgo de desnutrición, no escolarizados.

Cabe agregar que al finalizar la presentación en el noticiero de la investigación especial, se apuntó que se solicitó contactar a la presidenta estatal del DIF Morelos y a su directora, María Elisa Zamudio, para realizar una entrevista; sin embargo, no se obtuvo respuesta.”

·         post it

Dudas:

Anaya dice que está abierta la posibilidad de una alianza electoral en el 2018 con el PRD. ¿Hay condiciones para una alianza así en Morelos?

Nunca en la historia de este país el PRI y el PRD han ido unidos en una elección ¿Hasta cuándo durará la alianza política de ambos partidos en Morelos?

·         redes sociales

Tuiteo, luego existo… después gobierno.

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