MUCHOS TIRADORES PARA UN SOLO PATO EN EL IMPEPAC…
El Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana, debe dejar de ser un experimento y ahora entrar a su profesionalización, primero en la integración de sus consejeros.
En seis meses más, el consejero electoral Jesús Saúl Meza Tello dejará el cargo y con ello un gran hueco, porque es el único que conoce a fondo las formas y el manejo del tema.
Nativo de Cuernavaca, del barrio de San Antón, Meza Tello llegó al Instituto Estatal Electoral como director de Organización y luego estuvo en la Dirección de Partidos Políticos y, con merecimiento, fue consejero y posteriormente presidente del desaparecido Instituto Estatal Electoral.
Tiene toda una larga carrera y conocimiento sobre la organización de los procesos electorales, del manejo presupuestal, que siempre ha sido magro para el tema democrático, y cómo revertir ese tipo de situaciones.
El asunto es que para sustituir a Jesús Meza hay siete aspirantes: Alberto Javier Arias Casas, Alejandro corona Marquina, José Luis Rodríguez Martínez, Clara Elena Pérez Santana y el magistrado electoral Hertino Avilés Albavera.
¿Quiénes son estos personajes?
Alberto Javier Arias Casas es conocido por su militancia dentro del Partido de la Revolución Democrática, es abogado litigante y ha trabajado con el ex diputado federal Carmelo Enríquez.
Alejandro Corona Marquina, inició dentro del medio periodístico hace más de 20 años y lo dejó hace unos 10 años, es abogado litigante, ha laborado en la Auditoria Superior Gubernamental y actualmente mantiene una demanda laboral contra la Auditoría Superior de Fiscalización, por despido injustificado.
José Luis Rodríguez Martínez, es un panista de cepa, sale de la Asociación de Padres de Familia para ser consejero en el IEE, siendo presidente Teodoro Lavín León, posteriormente es nombrado por el ex gobernador Marco Antonio Adame Castillo secretario de Educación, reventándole el conflicto magisterial del 2009.
Clara Elena Pérez Santana es la primer mujer dentro del Consejo Estatal Electoral, abogada de profesión y comerciante ahora pretende regresar al Impepac.
Finalmente, el magistrado electoral Hertino Avilés Albavera, (quien a todo le tira) también está a punto de terminar su paso por el Tribunal Electoral del Estado de Morelos, el año pasado pretendió ser magistrado en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pero ya no llegó y ahora quiere pasar del órgano jurisdiccional al administrativo.
Esta es una primera lista de cinco personajes que están a la espera de la convocatoria respectiva por parte del Instituto Nacional Electoral, quien los someterá a tres exámenes, una serie de citas y al final decidir por una persona.
El padrinazgo partidista es importante, porque todos podrán tener un 10 de calificación en sus respectivos exámenes y presentaciones ante los consejeros del INE, pero sin el apoyo de una de las tres grandes fuerzas políticas nada podrán hacer en sus aspiraciones para ocupar un lugar en el Consejo Estatal Electoral.
De todos es conocido que las instituciones del país y los estados están cooptadas por el PRI, PAN y PRD, quienes hacen de México una partidocracia.
Los órganos electorales mantienen también una gran desconfianza social, porque los espacios no son –lamentablemente- ocupados por ciudadanos sin militancia política, al menos en el INE todos sus integrantes tienen correa que los jale.
Por lo pronto, cinco van por el espacio que dejará Jesús Saúl Meza Tello, esperemos cuántos más serán los que sigan al momento que salgan los consejeros Carlos Alberto Uribe Juárez y Claudia Esther Ortiz Guerrero, quizá sean más porque el desempleo está muy fuerte y vivir fuera del erario público ya muchos saben que no es un error, sino un horror.
El que los partidos políticos tengan el control a través de sus militantes de los órganos electorales es de gran ayuda, aunque hayan perdido el proceso electoral en las urnas.
Eso lo saben las dirigencias, por eso en estos cambios dentro del CEE buscan un espacio, desde el que también podrán operar en los tiempos preelectorales como en la propia jornada comicial.