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VIDA POLÍTICA

 CUERNAVACA UNA CIUDAD OLVIDADA: ¿Y SU PELEONERO ALCALDE?...

En un año cuatro meses, la administración de Cuauhtémoc Blanco Bravo en Cuernavaca todavía tiene la brújula pérdida, sigue sin partirse la madre por la capital morelense como lo prometió en campaña.

Todavía el ex futbolista mantiene quejas por la falta de recursos económicos, pero su secretario Técnico, José Manuel Sanz Rivera, sigue con los excesivos gastos en comidas, viajes y otros asuntos.

A cambio, como en el trienio de Jorge Morales Barud (2012-2015) la Ciudad de la Eterna Primavera sigue en el olvido, sucia y llena de hoyos (baches), así como de topes innecesarios.

De manera común y conforme a datos de las cámaras empresariales del ramo turístico, durante las vacaciones de Semana Santa arriban o pasan por la capital morelense más de 500 mil visitantes.

Lo anterior, provoca una derrama económica millonaria y el incremento del empleo formal provisional en un 50 por ciento, que permite la contratación de jóvenes que habitan municipios conurbados como son: Jiutepec, Emiliano Zapata, Temixco, Tepoztlán, Huitzilac y Xochitepec.

Pareciera que lo anterior fuera un asunto de poca o escasa importancia, porque desde el ayuntamiento de Cuernavaca hay una ausencia de autoridad con capacidad para darle un cambio real a una ciudad de nivel mundial por sus más de mil microclimas que tiene y que han sido reconocidos por artistas plásticos, intelectuales y famosos de los cinco continentes.

Cuauhtémoc Blanco Bravo, como lo ha demostrado en un año cuatro meses y cinco días, su papel como alcalde queda situado en un hombre conflictivo, pero sin respuestas a las demandas sociales, que van en aumento diariamente.

El abandono que hoy tiene, está como ejemplo la recolección de basura solamente en el centro de la ciudad, en donde hay un zócalo sucio, que huele mal y al parecer no ha sido sometido a una exhaustiva limpieza como lo hacía (literalmente) con sus propias manos el ex presidente municipal más querido de Cuernavaca: Alfonso Sandoval Camuñas (1994-1997).

No es lo único, dentro de unos días, al parecer, iniciará la Feria de la Primavera que antes a nivel mundial era conocida como La Feria de la Flores y nadie sabe cuándo iniciará, dónde será realizada y menos cómo habrá de realizarse.

Si es en el Recinto Ferial ubicado en los ejidos del pueblo de San Miguel Acapantzingo, entonces será difícil llegar a la zona, porque las calles aledañas más que baches hay tremendos hoyos, que provocan una severa incomunicación.

La empresa que fue concesionada para llevar a cabo la tradicional fiesta sigue sin publicitar la presencia de artistas o espectáculos que habrá durante la temporada vacacional, sobre todo también qué hará con parte de las ganancias recibidas porque antes una parte era utilizada para beneficio de los habitantes.

Pareciera que como corren los rumores, las ganancias están entre el empresario y el titular de la Secretaría Técnica del ayuntamiento de Cuernavaca, José Manuel Sanz Rivera, que para los negocios particulares es muy bueno.

Mientras, Cuauhtémoc Blanco Bravo sigue partiéndose el alma y la madre, pero sin saber para quién o para qué, porque hoy es un riesgo visitar Cuernavaca y más para el turismo que trae su auto bajo el riesgo de caer en un gran bache o pretender pasar los millones de topes que hay y ahí dejar el automotor ante la gran posibilidad de la descompostura de la suspensión, entre otros detalles.

No hay una sola campaña para reparar las calles de una capital que cuenta con más de 500 mil habitantes; al contrario, hay habitantes que prefieren adoptar un bache o un tope.

El presidente municipal de la gran Cuauhnáhuac todavía tiene desconocimiento sobre sus tradiciones, fiestas, avenidas importantes y colonias populares, porque su acercamiento con la sociedad es estéril, únicamente para la foto y el boletín del día.

Un ejemplo es el mercado más grande del estado en el que los comerciantes del Adolfo López Mateos, quienes hoy reclaman la presencia de Cuauhtémoc Blanco Bravo que se comprometió hacer un gran cambio de la central de abastos.

Hoy, el gran mercado está en el olvido y no hay más que problemas y las organizaciones de locatarios al tratar de entrevistarse con el edil, simplemente no hay respuestas.

Lo mismo pasa en las colonias populares en las que ofreció más que el oro y en las que no ha regresado ni con el pensamiento, en las que sus ciudadanos le ofrecieron su confianza y ha quedado mal.

El abandono de Cuernavaca podría ser de seis años, porque a Jorge Morales Barud como a Cuauhtémoc Blanco y su flamante y bien perfumado secretario Técnico, José Manuel Sanz Rivera, solamente les interesa de la capital morelense sus recursos económicos, lo demás carece de interés. ¡Que vergüenza!

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