A las 15:00 horas de ayer, trabajadores sindicalizados de la empresa automotriz Nissan Mexicana colocaron las banderas rojinegras en demanda de un incremento salarial del 5.5 por ciento directo. La compañía japonesa les ofrece el 3.0 por ciento y un bono de mil 750 pesos.
Andrés Lozano Rojas, secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de Nissan Mexicana, detalló que la huelga ocurrió ante la negativa de los directivos de mejorar las condiciones salariales para la clase trabajadora.
“De inicio, el emplazamiento a huelga estaba programado para el primer minuto del 1 de abril, pero el jueves 30 de marzo el sindicato solicitó una prórroga para el 4 de abril, a las 15:00 horas, a fin de tener más tiempo para platicar; no obstante, la empresa se cerró al diálogo y por eso se colocaron las banderas”.
Detalló que la firma japonesa ofreció en su momento dos propuestas. La primera equivale al 3.0 por ciento de incremento al salario y un bono de única ocasión de mil 750 pesos.
La segunda opción consiste en un aumento del 3.0 directo al tabulador y un bono de tres mil pesos.
Los agremiados tuvieron asamblea general y ahí “se les explicó que hubo siete pláticas con la empresa y la exigencia fue del 5.5 directo al salario, no menos”.
Ante este escenario, indicó que los tres mil 803 empleados sindicalizados pararon los trabajos y se declararon en huelga.
“No entendemos la postura de la empresa porque Nissan en México es la que más autos vende y no se pide algo fuera de sus posibilidades, además argumenta que le conviene mejor trabajar en su planta de Aguascalientes con otras condiciones laborales”.
Lozano Rojas dijo que existe temor a las represalias, “pero estamos a la espera de que la compañía recapacite, tome una mejor decisión y haga un buen ofrecimiento para que los trabajadores determinen la situación”.
El anterior estallamiento de huelga de Nissan Mexicana, planta Civac, se realizó en abril de 2016, y en ese entonces “la empresa la quiso disfrazar como paro técnico”.
El líder sindical pidió a sus compañeros seguir en lucha y soportar los embates no sólo de la firma japonesa, sino del Gobierno federal.
Por su parte, Diego Torres, segundo secretario del Partido Comunista de México, se solidarizó con la clase trabajadora que pretende alcanzar el 5.5 por ciento, “el mínimo necesario que se necesita para salir adelante”.
Agregó que realizarán guardias para apoyar a los obreros, ya que “tenemos compañeros del partido como empleados, por eso estamos aquí”.