EN ESTOS nuevos tiempos electorales a las instituciones no se les manda al diablo, sino que se les da unfollow... como lo hacen Eruviel Ávila y Andrés Manuel López Obrador.
POR UN LADO el gobernador mexiquense busca darle la vuelta a la prohibición para que, en tiempos de campañas, los funcionarios públicos participen en actos masivos. ¿Y cómo lo hace? Fácil: por Facebook.
EL PRIISTA ha estado utilizando esa plataforma digital para transmitir en video sus eventos dizque privados, como recorridos de "supervisión" por diversos hospitales, los cuales aprovecha para presumir a los 741 mil 916 seguidores que tiene su cuenta. Y si se hace viral, pues ya no es cosa suya.
EL CASO de López Obrador es muy similar: así como el Tribunal Electoral federal ordenó sacar del aire su spot por violar la ley, el tabasqueño lo subió de inmediato a sus redes sociales. Y, claro, le pidió a todo el mundo compartir el video en el que llama a aceptar las dádivas del gobierno, pero a negarle el voto. ¡Faltaba más!
AUNQUE los de Semana Santa son "días de guardar", donde no están guardando las formas en cuestión de licitaciones es en el gobierno de Nuevo León.
CASUALMENTE ahora que todos andan distraídos y relajados, la administración de Jaime "El Bronco" Rodríguez programó el cierre de al menos 10 contratos, mismos que serán asignados por la Secretaría de Infraestructura y por el organismo Agua y Drenaje de Monterrey.
EL SECRETARIO Humberto Torres quiso salir a calmar las aguas diciendo que los procesos de licitación comenzaron hace tiempo y que esta semana "sólo" se hará la adjudicación... pero la maniobra siguió despertando el sospechosismo.
POR MÁS que el gobierno estatal jure que no hay nada raro en licitar en vacaciones, el detalle está en que exactamente lo mismo dijo cuando en la Navidad de 2015 se aventó el famoso cobijagate, aquella licitación en la que pagó precios infladísimos -hasta el triple de su valor- por 200 mil cobijas.
DE ahí que ahora causa inquietud la prisa por concretar, en pleno periodo vacacional, licitaciones que van desde construcciones de parques hasta redes de agua potable y drenaje. La mula no era arisca, así la hicieron a cobijazos.
SI LA PASIÓN de Iztapalapa fuera representada por políticos, seguramente aparecería Javier Duarte lavándole los pies a sus discípulos, pero no para que aprendan a ser humildes, sino para que no dejen huellas.