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TEMPLO MAYOR

DESDE los más sesudos analistas hasta la vox pópuli de la calle coinciden en que la corrupción forma parte del ADN de la clase política mexicana. Pareciera que el país no se salva, porque no hay político que se salve de ser corrupto.

LO PEOR del asunto es la impunidad: si no fuera por la justicia de otros países, muchas corruptelas de los funcionarios mexicanos quedarían en simples anécdotas.

Y AQUÍ es donde se pone interesante la cosa pues, por primera vez, las acusaciones desde el extranjero son directamente contra alguien que formó parte del primer círculo de Enrique Peña Nieto: el ex director de Pemex Emilio Lozoya.

EN LAS investigaciones que se llevan a cabo en Estados Unidos sobre los sobornos entregados por la brasileña Odebrecht a políticos de varios países del mundo, se dijo que mencionó que ex funcionarios mexicanos recibieron 10 millones de dólares, la mitad de los cuales habrían ido a parar a la cuenta de Lozoya, cosa que él, por supuesto, ya negó.

EL PUNTO está en qué va a hacer ahora el gobierno de Peña: ¿dejar que el caso corra ante la justicia extranjera y esperar a ver hasta dónde salpica? ¿O tomarse en serio las acusaciones y hacer su propia pesquisa? Está por verse que desde Los Pinos ordenen actuar contra los de casa.

Y ES QUE no es lo mismo romper lanzas contra un gobernador de escándalo, que aceptar públicamente que el gobierno duerme con el enemigo.

 

 
CON ESO de que su precampaña presidencial parece de asbesto porque nomás no prende, Rafael Moreno Valle anda buscando aliados en los lugares más sorprendentes.

HACE POCO, por ejemplo, anduvo en Guadalajara, donde hizo contacto con personajes de Movimiento Ciudadano, el partido que va que vuela pa' la gubernatura de Jalisco.

DiceN que en la medida en que el poblano ve que se le cierran puertas en el PAN, anda tocando otras para explorar la posibilidad de hacer equipo en 2018 con el grupo del popular alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro.

 

 
DONDE la cosa se está poniendo caliente -y no por el buen clima- es en Colima, que pasó de ser uno de los estados más tranquilos del país, a convertirse en ¡el más violento! Y eso lo dice el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

LO PEOR es que mientras los colimenses ya no saben pa' dónde hacerse, al gobernador Ignacio Peralta le critican que derroche el poco dinero del que dispone su estado.

SI BIEN el año pasado el gobierno vendió su avión para "ahorrar", dicen que el mandatario no deja de contratar vuelos privados para trasladarse a la Ciudad de México. ¿Y la congruencia, apá?

Ámbito: 
Nacional
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