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Se extienden autodefensas por todo el estado

A discreción se extienden los grupos de autodefensa en el estado de Morelos, ante el temor de ser desarticulados por el gobierno estatal, que los considera una amenaza para las instituciones.

Los grupos que se autodenominan rondas comunitarias -que han asumido la vigilancia de sus comunidades, ante la penetración de los grupos criminales y la incapacidad del Estado por garantizar seguridad-, ganan terreno en la entidad.

Las autodefensas han sido identificadas en varios localidades rurales de los Altos de Morelos: Temoac, Tetela del Volcán, Ocuituco y Yecapixtla, pero ahora también con presencia incipiente en las zonas urbanas.

De acuerdo con Florencio Ixpango Merino, presidente estatal de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), en la zona metropolitana de Cuernavaca han comenzado a surgir grupos de autodefensa.

Ejemplificó el caso de Jiutepec, donde en al menos 15 colonias en las que habitan alrededor de 30 mil personas, se han organizado para asumir la vigilancia comunitaria "cansados de los robos y saqueos".

A la par, en las zonas sur y oriente del Estado -concretamente en los municipios de Yautepec, Tepalcingo y Axochiapan-, el sector ganadero también ha impulsado la creación de las rondas comunitarias ante las bajas de sus principales liderazgos atacados por la delincuencia organizada.

Las autodefensas están surgiendo en la entidad de manera discrecional ante el temor de los grupos civiles de ser blanco de un ataque institucional. Si están armados, es una condición que determinaron mantener en secrecía.

"Sin decirle al gobierno, porque se les dice y lo toma a mal, como si fuera un reto, como si estuvieran retando al gobierno (las rondas comunitarias). No es contra el gobierno, debe entender que se debe coordinar con estos grupos y no dejar de lado la labor social que hacen exponiendo incluso su vida", opinó el dirigente campesino.

Las rondas en Morelos esperan no radicalizar sus acciones, tal y como ha ocurrido en comunidades de otros estados del país -Michoacán, Guerrero y Tamaulipas-, donde las autodefensas asumieron en su momento el control total de la seguridad en sus territorios, impidiendo incluso el ingreso de las corporaciones policíacas.

"Esa fase de vigilancia comunitaria es el extremo, no quisiéramos que Morelos llegara a eso, pero el gobierno ha sido omiso, irresponsable al no garantizar la seguridad", acotó Ixpango.

Como lo informó El Sol de Cuautla, grupos ciudadanos de los Altos de Morelos, integrados en guardias comunitarias, dieron un plazo de un mes al gobierno Estatal que encabeza Graco Ramírez, para que la estrategia de seguridad arroje resultados en el combate al crimen.

La autodefensa disuelta cobra fuerza

En las comunidades de Huazulco y Tetelcingo, ubicadas en los municipio de Temoac y Cuautla, respectivamente, surgieron los grupos civiles de vigilancia comunitaria desde el 2013; años atrás surgió el grupo denominado Relámpago, en Tetela del Volcán y Ocuituco.

En otros colonias de Cuautla, se formaron grupos incipientes de rondas comunitarias que por cuenta propia salieron a las calles para vigilarlas. Éstas fueron disueltas, al admitir que portaban machetes y palos para defender sus comunidades.

A nivel estatal, el actual gobierno desarticuló los grupos de vigilancia civil que tomaron auge a finales del 20134 y durante el 2014 en las localidades en mención, a través de la creación de una figura que se denominó Comités de Vigilancia Vecinal y Ganadera.

La entonces Secretaría de Seguridad Pública Estatal y la Fiscalía Estatal credencializó a los integrantes de los grupos y otorgó, en algunos casos, equipo consistente en radios de comunicación y vehículos. La estrategia gubernamental no arrojó el impacto esperado, pero sí cumplió su meta: desarticular a las incipientes autodefensas.

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