Desde el pantano
En su defensa de Javier Duarte, López Obrador se metió en un pantano.
Cada movimiento que hace lo hunde más y como anda nervioso se mueve mucho.
Al presidente de Morena se le ocurrió la disparatada idea de describir al ex gobernador de Veracruz como un chivo expiatorio, o sea una persona inocente a la que se imputan delitos cometidos por otros.
Ante la avalancha de descalificaciones no faltó quien saltó para decir “Lo que Andrés Manuel quiso decir…” y después vino la intentona esa de cambiar la historia del concepto y corregirle la plana a Wikipedia.
López Obrador anticipa que Duarte declarará en su contra. Trata de curarse en salud.
No se cura, se hunde.
Acarreo
La situación genera nerviosismo en el equipo de Delfina Gómez. Ya ni siquiera ocultan los operativos de acarreo para llenar sus actos.
Hasta hace poco querían que López Obrador la acompañara a todos los mítines como “gran asesor” para hacer un buen gobierno.
Hoy le preguntan al tabasqueño, con discreción para que no se enoje, si no quiere ir a otros estados en los que hay campaña, como Coahuila o Nayarit, algo que quede lejecitos.
En Las Mesas
Los políticos en campaña están haciendo un uso político desaforado del caso Duarte.
La candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, flanqueada por Ricardo Anaya, hizo política de rancho.
Los panistas se metieron hasta el rancho que el ex gobernador de Veracruz tenía en el Edomex, lo bautizaron como templo de la impunidad.
Quieren sacar, en territorio mexiquense, raja política a las tropelías de Duarte en el Golfo.
El caso ya se metió de lleno en
la campaña y ahí se quedará porque a varios de los contendientes les conviene explotarlo.
Seguridad y comercio
Con Donald Trump uno nunca sabe a qué atenerse. Cuando parecía que se encarrilaba una negociación seria, profesional, sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ayer amagó otra vez con cancelarlo.
Mientras lo decía, un funcionario norteamericano del más alto nivel, John Kelly, jefe de Seguridad Interior, reconoció que México es un gran aliado en materia de seguridad y reconoció que nuestro país sufre por el insaciable apetito de drogas en Estados Unidos.
¿México puede ser al mismo tiempo un mal socio comercial y un gran aliado en materia de seguridad?
La disyuntiva perfila la estrategia a seguir: que el equipo mexicano negocie en paquete: si no hay acuerdo comercial, las alianzas en materia de seguridad lo resentirán. Será una negociación ruda.