La incongruencia de la presidenta de Movimiento Ciudadano Morelos
“Javier Duarte es el rostro de lo que está mal en la clase política mexicana y esperemos que sea también la cara de la justicia para las miles de familias de Veracruz que han sido afectadas por la corrupción de su mandato, y que con él caigan funcionarios y gobiernos completos que lastiman a nuestra sociedad y que claramente, en su mayoría, pertenecen a la clase política anacrónica y oxidada que tenemos que empezar a erradicar con la participación efectiva de ciudadanos y ciudadanas libres y con la aplicación de la ley, caiga quien caiga”.
Lo anterior es parte de la colaboración de esta semana que publica la dirigente de Movimiento Ciudadano Morelos, Jessica Ortega de la Cruz, en un diario de circulación estatal con el título “Javier Duarte: El Espejo de la clase política tradicional”. Me pregunto si en lugar de Veracruz se pone Morelos y en lugar de Javier Duarte va el nombre de Jaime Álvarez Cisneros ¿desentonan mucho los demás argumentos?
¿O Jaime Álvarez representa algo diferente a lo que su incondicional dirigente estatal llama “la clase política anacrónica y oxidada que tenemos que empezar a erradicar”? ¿O que opinará Jessica Ortega de sus dos diputados locales, que no legislan pero si hacen negocios desde su posición?
¿Sabrá la también ex diputada local de los negocios que su mentor Jaime Álvarez hace desde el congreso, como ser el cabildero de diferentes empresas o que es quien pide “moches” a los presidentes municipales? ¿O que como secretario de Turismo se destacó por ser un buen contratista en obra pública? ¿Se sentirá Jessica Ortega muy orgullosa del desempeño legislativo de su ahora diputado Manuel Nava Amores, expulsado de Morena por corrupto, con trabajadores que dieron testimonio de que lo habían visto recibir “cajas de dinero” en su oficina?
Escribe de corrupción y aplicación de la ley Jessica Ortega en torno a la figura de Javier Duarte, pero guarda silencio con lo que está a su alcance prevenir o sancionar como dirigente de Movimiento Ciudadano en Morelos.
Por ejemplo, por citar sólo un caso, calla sobre el quebranto financiero que vive el Ayuntamiento de Zacatepec, gran parte herencia del ex alcalde “naranja” Abdón Toledo Hernández, el mismo que autorizó el estadio Agustín “Coruco” Díaz sin estacionamiento, que se inaugurará sin haber sido acabado y que medio zócalo municipal fue absorbido por la magna obra.
Discurso fácil, hueco, contradictorio con su actuar e incongruente es la perorata de Jessica Ortega de la Cruz, que tal pareciera que ella misma es parte de esa “clase política anacrónica y oxidada” que urge erradicar pero ya, no apenas comenzar como lo propone en su colaboración periodística.