PRD, a escena
Eolo Pacheco |
2017-04-21
El PRD debe analizar la situación del estado y tomar cartas en el asunto. El partido ha puesto su futuro en manos del gobierno en una apuesta electoral altísima. Juntos, Graco su dirigencia y sus cuadros principales deben tomar decisiones pronto. Se están jugando su futuro electoral y el proyecto político de toda una generación.
El escenario social se descompone aceleradamente en Morelos en la víspera de que inicie el proceso electora. La inseguridad está desbordada, los hechos de violencia no paran y los grupos delictivos hacen sentir que su poder, su fuerza e inteligencia son mayores que la del estado. Esta semana, como ha sucedido a lo largo de todo el año, aparecieron cuerpos descuartizados con mensajes de cárteles de la droga; el miércoles un ex alcalde y ex diputado fue privado de su libertad. El PRD debe hacer una reflexión profunda de lo que sucede en el estado.
Como partido en el gobierno el PRD no puede ser omiso ante la situación que prevalece en la entidad. Se entiende que institucionalmente respalden al jefe del ejecutivo, que apoyen sus políticas públicas, que hagan ver las buenas obras de esta administración, pero es peligrosísimo que continúen cerrando los ojos ante una realidad que les va a pegar en las urnas.
El trabajo político que realiza la dirigencia del PRD es mejor que el de cualquier otro partido; a pesar del estilo y las formas que utiliza Rodrigo Gayosso, la dirigencia solaztequista es la única que está metida de lleno en la agenda estatal, que hace trabajo político, que construye estructura, que dialoga con los alcaldes, que opera en el congreso y que está presente en los medios. El PRI es un partido zombi, su dirigente es más tibio que un huevo de 3 minutos y el PAN de plano está ausente de la agenda política estatal. Los de Morena simplemente apuestan a la inercia nacional.
A la dirigencia perredista le sobra dinero, pero le falta rumbo; se mueve intensamente, pero no tiene ni la información correcta ni la capacidad de análisis que requiere un partido que gobierna un estado. Ítem más: el joven dirigente solaztequista no acepta un no por respuesta, ni tampoco recibe bien las noticias que no son de su agrado. A pesar de ello, el PRD es el partido que más se mueve, el único que opera y quien más recursos humanos, materiales y económicos tiene.
El problema más grave del Sol Azteca no es la dirigencia, sino el gobierno estatal. Si el PRD no tuviera que cargar con el gobierno de Graco Ramírez probablemente estaría en primer lugar de la preferencia electoral y con amplias posibilidades de ganar la mayoría de los espacios de elección popular en la siguiente contienda. Pero tienen que cargar con el desgaste de este gobierno, con las ocurrencias de Graco y los malos resultados de un gabinete lleno de simuladores.
Hoy el escenario se ha vuelto aún más crítico para el gobierno y devastador para su partido. El gobernador ya no tiene manera de recomponer su imagen, las decisiones que toma provocan molestia social y sus constantes ausencias lo único que consiguen es elevar de manera sustantiva el enfado de la gente.
Peor aún: la violencia se ha desbordado, los crímenes son cada vez más dolorosos y cada día vemos cómo la estadística nos alcanzan. Pocos, muy pocos en Morelos, pueden presumir que no han sido víctimas directas de la delincuencia o al menos conocen a alguien a quien ha pegado la inseguridad.
La decisión que tiene el PRD enfrente es determinante: continuar avalando este gobierno hasta el final y asumir los costos electorales de ello o impulsar desde el partido un cambio urgente de rumbo. Si deciden lo primero, los perredistas apostarán por un escenario de alto riesgo, dependerán de su capacidad de movilización, de su poderío económico y de su estructura partidista; la misma que utilizaron en Cuernavaca en la elección del 2015 con Jorge Messeguer y no le alcanzó para ganar.
Las posibilidades de que el gobernador de Morelos sea el próximo Javier Duarte son cada día mayores. En los pasillos de poder aquí y en México se sabe que al tabasqueño ya lo soltaron en la federación y ahora el nuevo protegido en Morelos es el alcalde de Cuernavaca; las señales políticas públicas y privadas son evidentes, solo los necios se niegan a verlas. El ambiente social, económico, político y delictivo se mezcla emulando lo que los veracruzanos vivieron antes de la intempestiva salida de su rubicundo gobernador.
Ante este escenario, insisto, el PRD debe actuar con sangre fría y visión política; deben preguntarse a si mismos ¿Es rescatable este gobierno? ¿Se puede revertir la mala imagen de Graco? ¿Hay manera de recomponer las cosas antes de que en septiembre arranque legalmente el proceso electoral? ¿Se puede llegar hasta el día de las elecciones con Graco como gobernador y con los mismos funcionarios al frente de las dependencias? Lo más importante ¿Pueden ganar así como van?
Graco Ramírez ya se nota nervioso, sabe que su suerte cambió y desde México le dejan sentir a cada instante que no tendrá una salida cómoda de la gubernatura. El tabasqueño ya prepara su huida, su consultora de cabecera le ha dicho que su gobierno no tiene remedio y que la mejor manera de ayudarse y ayudar a su partido es abandonar la nave lo más pronto posible.
En el PRD ese es el análisis urgente ¿Qué deben hacer ante un escenario como el actual? ¿Qué postura deben asumir? ¿Hasta cuándo deben aguantar? No se trata de que el perredismo linche a su gobernador (eso tampoco se vería bien, ni serviría de nada), sino de que internamente definan el camino que más conviene a todos y que más les ayude en las próximas elecciones.
Los perredistas deben recordar algo: después de 35 años en política, la gubernatura puede ser el último cargo que ocupe Graco Ramírez. Cerrar una vida profesional como gobernador y los bolsillos llenos, es una buena manera de retirarse.
Pregunta ¿El resto de los perredistas están en las mismas condiciones?
- posdata
Pongámoslo en contexto: hace un par de semanas, en una avenida principal de la capital, a plena luz del día, en medio de una cabalgata, fue ejecutado el empresario de la Feria de la Primavera. Justo enfrente de donde ocurrió la agresión está una de las cámaras de seguridad del estado, del poderosísimo C5; como siempre, no funcionó. Nunca habíamos visto algo así.
Pocos días antes un joven fue descuartizado y sus restos abandonados en el primer cuadro de la ciudad y frente a las oficinas de la Secretaría de Seguridad capitalina; junto a él se colocó un mensaje dirigido a mandos policiacos y la advertencia de que vendrían más acciones violentas. Al tiempo se supo que el joven asesinado era el mismo que aparece en un video publicado en Youtube en donde acusa vínculos entre policías y grupos delictivos y menciona al ex subsecretario de gobierno de Morelos, amigo del alcalde de Cuernavaca y aspirante a dirigente del PES en Morelos: Jorge Meade González.
El miércoles pasado se supo del secuestro del ex alcalde de Yautepec, el también ex diputado Humberto Segura, una persona a quienes le describen como una gente de bien, discreto en su actuar y buen amigo. Beto Segura fue levantado cuando viajaba a bordo de su auto en el Yautepec de sus amores; antes del ex diputado, también fue secuestrado en el interior de su casa el hermano del actual alcalde de Xochitepec Alberto Sánchez.
Estos tres son sólo algunos de los muchos casos que han ocurrido en Morelos en menos de un mes; el resto de los hechos delictivos pegaron a ciudadanos sin rostro, simples números, estadísticas, que no tienen el peso ni la importancia política para llamar la atención de las autoridades y de los medios de comunicación. Pero también víctimas de la delincuencia.
Las cosas no están bien en Morelos. Negar la realidad no resuelve los problemas.
- nota
Como si algo hiciera falta para elevar la temperatura política en el estado, ayer el coordinador de asesores del gobernador la emprendió contra algunos reporteros; fiel a su estilo, Gustavo Martínez arremetió con violencia contra Héctor Raúl González, un joven y profesional reportero y Raff Idáquez, a quien el funcionario de Graco Ramírez llamó burlonamente “comunicador”.
No es la primera vez que el empleado neovisionista utiliza las redes sociales para ofender o amenazar periodistas; lo hizo antes con pedro Tonantzin, el corresponsal de Excelsior, con Jesús Castillo, corresponsal de El Financiero y Jaime Luis Brito, corresponsal de Proceso. Los exabruptos de Martínez González se mezclan con los dichos que también ha hecho el comisionado de seguridad. Mucho más fino que Gustavo, pero igual de agresivo que él, Alberto Capella ha acusado a reporteros de estar vinculados a la delincuencia organizada y brindar “asesoría de medios” a grupos delictivos; el tijuanense nunca dio nombres, ni tampoco presentó las pruebas que dijo tener.
En el Veracruz de Duarte lo que prevaleció, además de la corrupción y la delincuencia, fue la violencia en contra de periodistas. Muchos compañeros fueron abatidos en aquel estado y hubo muchas denuncias públicas de actos de represión de parte del gobierno estatal priísta.
En Morelos se habla desde hace tiempo de violencia, nuestra entidad no sale de la nota roja y las denuncias de corrupción ahora son abanderadas por políticos nacionales y dirigencias como la de Morena México, que comparan y piden para Graco el mismo castigo que para Javier Duarte. Añadir a este complejo escenario la constante agresión a periodistas es el único ingrediente que falta para hacer una comparación exacta entre el gobierno de Javier Duarte y el de Graco Ramírez. Hasta la misma talla de ropa y tipo de lentes usan.
Personalmente expreso mi solidaridad con los compañeros agredidos por Gustavo Martínez. El tiempo pondrá a cada quien en su lugar y en poco más de un año, cuando mucho, veremos el fin de la carrera profesional en Morelos del coordinador de asesores del gobierno de Nueva Visión. ¿Quién querrá contratarlo después de este sexenio?
Concluyo: ante la virulencia del logócrata el camino no es el debate; es imposible debatir con quien no tiene la capacidad de hacerlo. El procedimiento que se debe seguir con un tipo así es la denuncia; ahí está la fiscalía de delitos contra los periodistas en la PGR y la acusación es el acoso de un funcionario. En México hay varios personajes de buen nivel que gustosamente apoyarían la defensa de los periodistas.
Habría que ver si el coordinador de asesores es igual de valiente ante una denuncia formal, que como lo es en su cuenta de Twitter. Yo creo que no.
- post it
En los últimos años Morelos ha sido escenario de situaciones inéditas. En lo social, en lo político, en lo económico y hasta en lo delictivo, hemos visto cosas que nos han dejado asombrados; casi todas tristes, lamentablemente.
En lo electoral también hay situaciones que llaman la atención: el Instituto de Procedimientos Electorales y Participación Ciudadana, IMPEPAC, registró el mayor número de denuncias, quejas e impugnaciones en la pasada elección; violentaron diferentes reglamentaciones y gastaron el presupuesto de manera desordenada.
Las quejas sobre lo que ocurre en el IMPEPAC surgen desde dentro: los consejeros elevan la voz ante las acciones arbitrarias de la presidenta, por su manera de conducir la institución, de ejercer los recursos económicos y sobre todo, por orientar políticamente a la institución; “Isabel León fue representante de MORENA y desde el IMPEPAC se ayuda a ese partido político, afirman. Sus diferencias están plasmadas en las reuniones públicas de consejo
Pero más allá de especulaciones, en los hechos hay un elemento que llama poderosamente la atención: por primera vez en la historia de los institutos electorales de todo el país, en Morelos NO se auditó el ejercicio financiero del IMPEPAC del 2015, el año de la elección. Nunca antes se dejó de auditar un año electoral en ningún estado de la república ¿Por qué no se auditó en Morelos?
En los próximos meses habrá una renovación de consejeros electorales; tres saldrán y tres llegarán. Debemos exigir que sean los mejores quienes ocupen los cargos.
Nunca antes en todo lo que va de su existencia el órgano electoral de Morelos estuvo tan cuestionado y tan mal manejado.
La elección está en riesgo. Pobre Morelos.
- redes sociales
Se fue #LordChichis. Cero y van tres. ¿Terminará el cuarto?
- es viernes
Ante el anuncio de cualquier acontecimiento del futuro mediato o inmediato, fasto o nefasto, grato o ingrato, esperado o inesperado, usual o eventual, toda mujer reacciona instantáneamente y se hace la siguiente pregunta: ¿Qué me pongo?
A veces lo dicen, a veces nada más lo piensan, pero para ellas, la pregunta es ineludible. Por eso y todo lo demás son bellas.
Hoy toca.
Comentarios para una columna alegre: eolopacheco@elregional.com.mx
Twitter: @eolopacheco www.facebook.com/Eolopachecomx