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SOMBRERAZOS

En Jiutepec: el Gobierno y “La Mafia Amiga” ya están en campaña

Ni la asfixiante inseguridad, los reclamos por los abusos policiacos, la falta de cumplimiento de compromisos, las acusaciones de corrupción que se multiplican, el saqueo al sistema de agua potable donde hasta las oficinas usan como lecho nupcial, la contaminación de la red de agua potable en varias colonias, la pavimentación de calles, la extorsión de inspectores a comercios y viviendas, bueno, ni los chismes en torno a su persona, parecen importarle ni incomodar al presidente municipal de Jiutepec, José Manuel Agüero Tovar.

Para el munícipe y mafia de “amigos depredadores” que lo acompañan, hoy la prioridad es el 2018. Y ante el escenario poco favorable que se le presenta por la caída en las preferencias y rechazo tanto a su persona como al Partido de la Revolución Democrática, José Manuel Agüero hace lo que mejor le sale: mentir, crear confusión y dividir.

A quien lo quiera escuchar (y a quien no también), Manolo les ha contado que va por la gubernatura del estado, que ya tiene el aval de su padrino y hoy mentor político, Graco Ramírez, en una alianza que está por concretarse desde las dirigencias nacionales, con el Partido Acción Nacional. Sin embargo, también cuenta que prácticamente tiene la reelección asegurada, y con ella otros tres años de desfalco seguro a las finanzas del Ayuntamiento.

También presume que tiene ya acuerdos con el PRI Jiutepec, cuyo presidente tiene una “beca salario” en la “nómina amiga” vía interpósita persona; con el PAN, que asegura controlar vía Hugo Barenque Otero, y ahora grita a los cuatro vientos que ha llegado a un acuerdo con Pedro Delgado y Silvia Salazar para deshacer al partido Morena en Jiutepec, y poner (al igual que en los otros partidos) a candidatos a modo para no tener dificultades para reelegirse.

Esto último no parece tan lejano, si consideramos los resultados de las auditorías hechas a la pasada administración, además de que comparten a un enemigo común en la persona de Rabindranath Salazar Solorio, a quien Silvia Salazar y Pedro Delgado acusan de sus desgracias, como haber dejado a ella fuera de la candidatura a la diputación local, mientras que Manolo Agüero, por postular a su acérrimo rival: el neomoreno Rafael Reyes Reyes.

Además, las plazas y espacios dentro del Ayuntamiento se han convertido en moneda de cambio para sumar apoyos y mantener la dizque gobernabilidad, contrario al discurso de “compactar” el aparato burocrático con fines de austeridad. Por ello, personas cercanas a “líderes” sociales o políticos han dejado de vivir en el error y gozan también de una “beca salario” en la nómina municipal, mientras que a otros se les presiona de diferentes formas.

Claro, ello sin contar con la entrega indiscriminada de despensas y la utilización de los programas sociales para obtener credenciales de elector y llenar formatos de afiliación al PRD, con cuotas por cubrir por trabajadores amenazados con correrlos si no cumplen con un mínimo de nuevos militantes perredistas.

Así que actualmente en Jiutepec, gobernar es sinónimo de hacer campaña y asegurar el negocio de la “mafia amiga” por los siguientes años, no sólo en Jiutepec, sino en municipios aledaños como Temixco y Emiliano Zapata, donde según el alcalde consentido de Graco Ramírez: Manuel Agüero, dice que él será el gran elector para definir candidatos a presidentes municipales, diputados locales y diputado federal por el distrito 2.

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