De pantanos y plumajes morenos
Eva Cadena no sólo cae en todas las trampas, también enfrenta el amago de un juicio político.
Los primeros interesados en retirarle el fuero que tiene como diputada local en Veracruz son sus casi ex compañeros de Morena. Quieren que el episodio en su pantano manche otros plumajes. Es su estrategia de siempre.
La situación se complicó con la difusión de nuevos videos, en los que Cadena sigue recibiendo generosos donativos para la causa del tabasqueño de parte de donadores sin rostro, que por alguna razón de peso permanecen en el anonimato.
La pregunta pertinente esta mañana es quiénes son los donadores. ¿Integrantes del crimen organizado, funcionarios, militantes de otros partidos, agentes foráneos?
Urge la respuesta.
¿Armonía o discordia?
Claudia Sheinbaum, delegada en Tlalpan y aventajada aspirante de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, ve a su partido como un remanso de paz bucólica.
Ella está lista para ser candidata, ya se vio, pero aguardará los resultados de la encuesta; esto es, lo que diga López Obrador.
Si no es la elegida, respaldará con gusto a alguno de sus rivales, Martí Batres o Ricardo Monreal.
En contraste, ellos siguen enfrascados en una confrontación cada vez más ríspida. No se quieren y no lo ocultan.
Martí, dirigente de Morena en la ciudad, tiene el encargo de hacerle la vida difícil al delegado en Cuauhtémoc.
Le hace marcaje personal para evitar una escapada, tal vez por eso Claudia está tan tranquila.
¿Otro prófugo?
El círculo en torno al ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, se cierra.
El actual mandatario, Carlos Joaquín, se ha tomado su tiempo, pero ayer dijo que existe suficiente evidencia para que la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo gire orden de aprehensión en contra de Borge.
Borge tiene que rendir cuentas para evitar la impunidad, explicó Joaquín.
De manera que estamos cerca de tener, de manera formal, otro gobernador fugado, alargando una racha de mandatarios que pasan del Palacio de Gobierno a los separos del Ministerio Público.
Una de cal y otra de arena
El Senado aprobó ayer la Ley General de Desaparición Forzada, que es una sentida demanda de colectivos conformados por ciudadanos que buscan seres queridos desaparecidos.
La ley dispone la creación de un Sistema Nacional de Búsqueda, que establece los pasos a seguir por las autoridades desde el momento en que recibe una denuncia de desaparición.
Con las responsabilidades claras, todo mundo sabrá a qué atenerse.
En la otra Cámara, la de Diputados, se aprobaron cambios en la Ley de Federal de Telecomunicaciones, que afectan los derechos de las audiencias en beneficio de los grandes consorcios de medios, pues en los hechos se elimina la obligación de diferenciar publicidad de información.