México libró por el momento un recorte en la calificación de su calidad crediticia, debido a una disminución en el riesgo de Pemex sobre las finanzas públicas y al avance en la consolidación fiscal por parte de las autoridades hacendarias.
Moody’s afirmó la calificación de ‘A3’ en su escala global y de ‘Aaa.mx’ en la escala nacional, para el gobierno de México, pero mantuvo la perspectiva negativa.
La calificadora indicó que “el factor clave detrás de la decisión de afirmar la calificación de México es una disminución notoria en el riesgo de que se materialicen pasivos contingentes que provienen de Pemex, en comparación con lo contemplado cuando tuvo lugar nuestra última acción de calificación”.
Además destacó los progresos en la consolidación fiscal estructural, a pesar del débil crecimiento económico.
Sin embargo, explicó que se mantuvo la perspectiva negativa porque hay preocupaciones sobre la posibilidad que choques externos provenientes por la posibilidad de que cambios en las políticas comerciales de Estados Unidos tengan un impacto negativo en la actividad económica que llegara a afectar el proceso de consolidación fiscal.
Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, destacó que el anuncio de Moody’s es una señal muy importante. “Creo que se han hecho muy buenos esfuerzos a nivel fiscal, el que la Secretaría de Hacienda esté buscando un superávit primario sin contar con el remanente del Banco, es un paso muy positivo y yo confío en que la calificación se mantendrá y espero que no tengan que pasar muchos años para que se mejore”, dijo en entrevista, luego de recibir en la Universidad Anáhuac la ‘Medalla en Estudios Globales 2017”.
Vanessa Rubio, subsecretaria de Hacienda, indicó a Notimex que con el anuncio la calificadora reconoce que la economía mexicana está mostrando resiliencia, ya que se ha cumplido con el plan de consolidación fiscal, pese al actual contexto internacional.
SE DESVANECEN RIESGOS: SHCP
Luis Madrazo Lajous, titular de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda, mencionó en entrevista radiofónica que el anuncio muestra que han sido superados dos riesgos: el de que hubiera necesidad de darle apoyo a Pemex y de que no se pudiera implementar el Programa de Consolidación Fiscal anunciado por el gobierno.
“Pero en este sentido, yo creo que lo que hay es precisamente incertidumbre, que viene de fuera, eso ya lo sabíamos desde noviembre pasado”, dijo.
Para el director general del Grupo Financiero Banorte, Marcos Ramírez, la ratificación en la nota soberana muestra por un lado la buena noticia de que no se degradó, pero la mala es que se mantuvo la perspectiva negativa, “el próximo movimiento será para mejor”.
CAMBIOS DEPENDEN DEL TLCAN
Moody’s fue la primera en revisar la perspectiva de la nota soberana de México a negativa en marzo de 2015. Le siguió Standard & Poor’s en agosto de ese mismo año y cuatro meses después lo hizo Fitch Ratings.
Moody’s señaló que consideraría poner la perspectiva de la calificación en estable si la renegociación del TLCAN conlleva cambios con un impacto limitado en las perspectivas económicas y fiscales en el mediano plazo. Por el contrario, podría bajar si hay una modificación abrupta que dé lugar a la inestabilidad económica y ocasiones un deterioro en el crecimiento, poniendo en riesgo el programa de consolidación fiscal.
Carstens defendió el TLCAN y dijo que la solución para solventar diferencias y opiniones sobre el libre comercio no es retroceder.