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LA CRÓNICA DE HOY: Invasión silenciosa: animales y plantas foráneas amenazan ecosistemas

 

roducción de especies exóticas invasoras trae consigo grandes costos económicos y pone en riesgo la salud de flora y fauna de la zona

 

No toda globalización es conveniente. En los últimos años la introducción de nuevas especies en los ecosistemas ha generado cambios contraproducentes en el medio ambiente, que repercuten en la salud y economía de las personas.

Se trata de especies exóticas invasoras (EEI) que son importadas de otro país o incluso trasladadas de un estado a otro, como plantas, aves, peces y animales terrestres, sin considerar las repercusiones en el nuevo hábitat, tales como pérdida de especies nativas, rompimiento de la cadena alimenticia, erosión e incluso afectación económica de la gente.

 

INVASIÓN BIOLÓGICA. Trasladar especies de un lugar a otro es actividad que se remonta a siglos atrás, con las exploraciones continentales. Sin embargo, ahora, con los avances en transportación, la llegada de nuevas especies a diferentes hábitats es casi vertiginosa, lo que ha generado desequilibrios en algunos ecosistemas.

Catalogadas como exóticas, por ser ajenas al país, las especies invasoras son, de acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la segunda amenaza mundial a la biodiversidad; la pirmera es la destrucción del ecosistema a manos del hombre.

Gerardo Suzán, académico de la facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM y presidente de la Asociación Mexicana de Medicina de la Conservación, señala que un gran número de enfermedades, tanto humanas (zika y chagas) como de animales domésticos (virus del Nilo), tienen su origen en especies exóticas que han entrado al país recientemente.

“Hay parásitos invasivos, como virus, bacterias, hongos, protozoarios, nemátodos, que se pueden comportar como cualquier especie invasiva y pueden afectar a varias especies por su amplia distribución, altas tasas de transmisión, elevadas tasas reproductivas y alta persistencia”, expresó Suzán.

Ana Isabel González, investigadora de la Conabio, señaló que en México las especies exóticas invasoras son el tercer factor de presión a la biodiversidad, “es muy severo, y más si se combina con cosas como cambio climático y destrucción de hábitats”. Es, consideró, un problema de seguridad nacional.

Una especie exótica invasora, refirió, es la no nativa del país, está fuera del ámbito donde se distribuye de manera natural, pero sobrevive, reproduce y establece en el nuevo hábitat, y representa una amenaza al ecosistema, a la salud y a la economía del lugar, esto último debido a que pone en riesgo sistemas productivos tradicionales, como los cultivos o la pesca.

“Las especies se catalogan sólo como exóticas cuando no producen daño, pero son denominadas exóticas invasoras cuando lo causan. Depende mucho del lugar y del contexto donde estén.

“Las invasoras son especies nuevas que llegan a un lugar de donde no son nativas y no tienen nada que las controle, normalmente no tiene depredadores, a veces no tiene las enfermedades que las controlan, a veces el clima les es favorable o encuentran mucha comida y se empiezan a reproducir sin control. Una vez que llega la especie es muy difícil hacer algo al respecto o poderla erradicar”, dijo la bióloga.

El reto, añadió González, es saber de toda las especies exóticas que llegan, cuáles pueden crear problemas.

De ahí, la importancia de mantener inspecciones y cercos sanitarios en las fronteras del país. Sin embargo, reconoció que la falta de recursos económicos y humanos hacen difícil la tarea de protección.

Mayra Valdez, investigadora de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), refirió que el trabajo en la frontera, sobre todo la sur, es difícil, ya que es paso de migrantes, es insegura, y a eso se suman inclemencias climáticas y reducciones presupuestales.

“Hay una superficie muy alta de biodiversidad que hay que proteger y recursos humanos que no son proporcionales. Son retos que hay que enfrentar”, expresó.

¿CUÁNTAS Y CUÁLES? El 7 de diciembre de 2016, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la Lista de las Especies Exóticas Invasoras para México.

Van desde bacterias y hongos, pasando por plantas, arácnidos, insectos, moluscos, peces, anfibios, crustáceos, aves, algas, anélidos, reptiles, hasta mamíferos. Son más de dos mil especies.

Un claro ejemplo de especie exótica invasora es el lirio acuático que afecta a casi cien hectáreas de presa del Sistema Cutzamala, que abastece de agua a la Ciudad de México.

Doris Martínez, analista de Área Natural Protegida, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), explicó que el lirio acuático y el tule tienen presencia en la región desde la década de los 70 y han ocasionado desplazamiento de especies de peces, así como retención de sedimentos, que se convierten en lodos, los que se endurecen y ganan terreno al cuerpo de agua, además de que generan malos olores y mosquitos.

Otro ejemplo de EEI son los pastos utilizados para ganado en el norte de México. Ana Isabel González dijo que este tipo de pastos se quema muy fácil, “pero luego luego vuelven a salir y las que no vuelven a salir son las especies nativas que no son tan resistentes al fuego y les cuesta más trabajo recuperarse”.

También en el norte del país, añadió, hay pinos exóticos que causan cambios en los afluentes de ríos, lo que deriva en inundaciones, ya que sus raíces retienen sedimento, generando modificaciones en los cauces.

Otro ejemplo de EEI son los cerdos ferales (en vida silvestre) y el jabalí europeo, que han ocupado amplias extensiones de terreno y han impactado la biodiversidad, al matar ganado y dañar cultivos.

MEDIDAS. De acuerdo con la Conabio, México avanza en la prevención y control de las invasiones biológicas, y un paso fundamental y estratégico es la adecuada toma de decisiones en materia de política ambiental.

Jordi Parpal, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), dijo que se han presentado algunas propuestas para desincentivar el ingreso de otras especies al país y evitar elevados costos por afectación a la biodiversidad.

Mencionó que en 2005 Estados Unidos reportó pérdidas por cinco mil 400 millones de dólares debido a los daños causados por peces exóticos. El estimado de pérdida anual por la introducción de especies exóticas invasoras en general fue de 120 mil millones de dólares.

En México, dijo, aún no se tiene estimado el costo por afectaciones en ecosistemas, pero ya está en marcha un análisis económico por la introducción de especies exóticas invasoras.

“Las especies exóticas resultan muy caras, pero si somos capaces de trabajar en prevención, nos ahorraremos los costos elevados que supone el control o la erradicación de las especies exóticas invasoras, y es fundamental tener información para saber dónde focalizamos los esfuerzos”, señaló Parpal.

Dijo que se han propuesto algunas medidas económicas para desincentivar la introducción de especies exóticas, como aranceles para especies importadas, seguros de responsabilidad ambiental para empresas que pretenden producir especies invasoras, impuestos y fondos ambientales.

Los especialistas señalaron que se requiere revisar la Ley General de Biodiversidad y otras iniciativas legales en marcha para establecer medidas de atención al problema; proveer conocimiento e información a los tomadores de decisiones (legisladores y funcionarios).

También se deben mejorar los mecanismos de coordinación institucional y fortalecer la prevención, control y erradicación de especies invasoras en sitios clave.

 

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Nacional
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