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SERPIENTES Y ESCALERAS

 

La mañana del sábado, la gente de Morelos salió a las calles a decirle basta a la inseguridad, a la corrupción y a la impunidad. Por la tarde los simpatizantes de López Obrador lo recibieron en la plaza de armas y gritaron ¡Fuera Graco! El domingo los perredistas celebraron 28 años de existencia de su partido. Fue un fin de semana movido en Cuernavaca.

 

Varias reflexiones dejan los actos masivos del fin de semana en la capital de Morelos: 1- La inseguridad, la corrupción y la impunidad molestan a la población, son punto de coincidencia social e influirán de manera sustantiva en las próximas elecciones. 2- MORENA está creciendo, su fuerza y representatividad se nutre de todas las expresiones políticas y se perfila como uno de los más fuertes contendientes en el 2018. 3- El PRD aún tiene capacidad de movilización, saben aprovechar los recursos que tienen y no pueden darse electoralmente por muertos. El común denominador en los tres eventos masivos fue Graco Ramírez: ni los perredistas lo quieren.

Vamos cronológicamente:

El sábado por la mañana miles de ciudadanos se reunieron en diferentes puntos de Cuernavaca y caminaron hacia la catedral; el llamado por la paz lo hizo el Obispo Ramón Castro y a él respondieron personas de todos los estratos sociales, de varios partidos y de todo el estado. No fue la primera Marcha por la Paz, pero sí la más significativa por el momento que vive nuestro estado y el enfrentamiento personal entre el jefe de la iglesia católica y el gobernador.

Yo debo decir a voz en cuello que veo un Morelos herido, con hambre y sed de justicia, con miedo, ofendido y burlado por aquellos que deberían encargarse de la seguridad y la impartición de justicia… Tenemos la firme impresión de que la paciencia de nuestro pueblo está llegando a su límite y hay mucha desilusión. Está resultando evidente que ya no es suficiente el pan y el circo para entretenernos y enajenarnos, tras el engaño de que somos víctimas crece la conciencia y la necesidad de reclamo, Dios permita que nunca vaya a ser violento…”

Por si fuera poco nos aqueja una deuda pública de nueve mil millones de pesos, 6 mil contabilizados y 3 mil no registrados. El estado de Morelos está endeudado por 25 años y el dinero no se refleja en el progreso de nuestro estado… Escasean autoridades que amen a Morelos, que lo sirvan con amor y responsabilidad, como dice el Papa Francisco: necesitamos servidores públicos con el corazón grande y los bolsillos pequeños. Estamos cansados de corrupción, desinterés y forjadores de castillos en el aire que sirven sólo a sus propios intereses… Nos duele igualmente una cierta miopía en no reconocer nuestra descomposición social y los gravísimos problemas que nos aquejan. Nos sorprende también cuánto nos ha dejado a nuestra suerte el Gobierno Federal y en ocasiones como nos trata como moneda de cambio”.

La del sábado no fue la primera marcha por la Paz, pero es la primera vez que el mensaje del Obispo cambia. Atrás quedaron las oraciones, los llamados pacíficos y las sutiles indirectas. Ahora fue un discurso fuerte, firme, contundente, que abordó los graves problemas que padece el estado y reflejó la enorme inconformidad de la sociedad. Ramón Castro no se guardo nada, fue contundente, como respondiendo a Graco tras la reunión que tuvo con el nuncio. Para algunos el Obispo de Cuernavaca rebasó los límites y violó la ley; para otros se convirtió en la voz del pueblo.

Ese mismo día, pero por la tarde, MORENA se juntó en el zócalo de Cuernavaca para recibir a López Obrador. Fueron miles los asistentes, llegaron desde todos los puntos de la entidad y por un buen tiempo esperaron la llegada del hombre que encabeza las preferencias presidenciales y encarna la esperanza de millones de mexicanos.

Fue el primer acto verdaderamente masivo de MORENA en Morelos en su etapa como partido político; en él aparecieron personajes de distintas fuerzas políticas, de diversas corrientes ideológicas y mucha sociedad civil. Arriba estuvo a su lado Yeidckol Polevnsky, Rabín Salazar, Raúl Iragorri, Agustín Alonso, Javier García… más atrás Fidel Demédicis, Bernardo Pastrana y Gerardo Becerra.

López Obrador denunció la actitud autoritaria y perversa de quien mal gobierna el estado de Morelos, Graco Ramírez Garrido; sostuvo que le da pena lo que pasa desde el gobierno. Recordó también que antes de que cantara el gallo “ya nos había traicionado Graco, pero que bien que hubo ese deslinde de su parte, porque así ya no hizo falta aclarar que no somos iguales, que no somos lo mismo, me pueden llamar peje pero no soy lagarto”.

El tabasqueño ofreció su respaldo a todos los perseguidos, los acosados, a los que se reprimen en Morelos; al obispo de Morelos, al presidente municipal de Cuernavaca, al rector de la Universidad de Morelos, a los dirigentes de todos los movimientos sociales, civiles, transportistas, maestros, familiares de las víctimas de la represión y la violencia.

Faltan 14 meses para que se acabe esta pesadilla; si van a protestar háganlo de manera pacífica y con responsabilidad, porque un dirigente puede poner en riesgo su vida, pero no tiene el derecho de poner el riesgo la vida de los demás: lo más importante es que se actúe de manera pacífica… Eso no es huachicol, eso no es nada más la ordeña de los ductos, ésta es la delincuencia oficial, bandidaje oficial, delincuentes de cuello blanco; cuando arriba se ponga el ejemplo, entonces vamos a poner orden en el país, no va a haber delincuencia, porque nadie va a estar en necesidad de tomar ese camino. Todos los mexicanos van a tener la oportunidad de trabajar, de ser felices sin caer en el camino de las conductas antisociales

López Obrador dedicó parte de su discurso a cuestionar a Graco Ramírez, a criticar a su gobierno, a resaltar sus errores y exhibir su inmoralidad. Igual que el Obispo por la mañana, el líder de MORENA culpó al gobernador de la inseguridad, lo tachó de corrupto y lo responsabilizó de los problemas de la gente. Andrés Manuel se la tenía guardada a Graco y se la cobró.

Un día después, el domingo, el PRD celebró 28 años de fundación en Morelos. Fue un acto masivo que volvió a llenar la plaza de armas. Ahí estuvieron los activos del partido, perredistas de origen y neoperredistas que han dado el salto en fechas recientes. Todos hablaron de unidad, resaltaron los logros del gobierno y afirmaron que seguirán siendo primera fuerza política del estado en el 2018.

Más reflexivo que en otras ocasiones, el dirigente del Sol Azteca en Morelos habló de los compromisos del partido, de los ideales que le dieron vida y de los retos que tiene enfrente. Rodrigo Gayosso no lució provocativo como en otras ocasiones a pesar de que la plaza estaba abarrotada, esta vez el líder perredista fue prudente, habló de los logros del gobierno y del apoyo a los jóvenes y las jefas de familia. Lucía Meza, por su lado, hizo un llamado a la reflexión interna, a regresar a las calles y dejar a un lado la comodidad del escritorio.

Los sentimientos en la plaza de arma eran encontrados: al frente se notaba cierta algarabía, ahí estaban los contingentes que llevaron los diputados, cada uno portando playeras que les identificaban; atrás y a los lados había más gente, muchos con perfil campesino que no escuchaban ni veían lo que sucedía, simplemente dejaban pasar el tiempo y observaban. Cuando anunciaron a Graco el ambiente se volvió tenso, el maestro de ceremonias pidió aplausos pero no hubo respuesta; a alguien se le ocurrió tener listos aplausos grabados, como los que utilizaba Chespirito en sus programas de televisión y los puso para disimular el desaire. Graco habló y la gente escuchó, pero nunca le respondió. Atrás quedó el candidato ovacionado, hoy está el gobernador repudiado.

De las tres concentraciones masivas se pueden deducir varias cosas y sacar diferentes conclusiones, depende del ángulo que se quiera observar. Personalmente me quedo con el ejercicio social del Obispo, con su mensaje, con su actitud y con la respuesta de la gente. Observo con curiosidad el crecimiento de MORENA y también la capacidad de movilización del PRD. Observo un escenario social convulsionado, con mucha gente pendiente de lo que sucede en la vida pública y desencantada de la clase política.

El partido que quiera ganar el 2018 debe hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora. Quien entiende el verdadero mensaje de la gente y responda a él, puede ganarse su confianza.

  • posdata

Tras las marchas y movilizaciones del fin de semana hay guerra de cifras. Cada bando presume su triunfo, como cuando terminan los debates; el número de asistentes no es tan importante como las formas y los motivos como se mueven.

Desde mi personal punto de vista la movilización más genuina y numerosa fue la del Obispo de Cuernavaca y cuyo motivo es la paz y el alto a la corrupción. En número el segundo lugar lo tuvo el PRD, quien a pesar de todas las críticas y señalamientos, demostró que tiene capacidad y recursos para operar. MORENA llenó más por la empatía ciudadana que la gente siente hacia López Obrador que por la habilidad de sus dirigentes; Miguel Lucia es un hombre bien intencionado, pero sin capacidad; Pepe Silva… no tengo idea qué hace ahí.

De las tres actividades multitudinarias del fin de semana me quedo con la manifestación de quienes dijeron alto a la violencia, alto a la corrupción, alto a la impunidad, alto a los abusos, alto a los excesos, alto a las injusticias, alto a los ladrones de cuello blanco. Independientemente de partidos, ideologías o circunstancias políticas, lo que Morelos necesita es que las cosas cambien.

Los partidos han demostrado una y otra vez que para ellos el cambio es sólo una frase de discurso. Igual que en Francia, el cambio en Morelos solo es posible desde la ciudadanía.

  • nota

El problema de agua en Cuernavaca se agrava y politiza cada día más. El adeudo del municipio, según lo informa el secretario de gobierno, supera los 90 millones de pesos, la mayoría acumulado en lo que va de la actual administración.

En acto de generosidad (¡Já!) el gobierno estatal pone a disposición de los capitalinos diez vehículos para llevar agua a las colonias. Antes, en un video, Matías Quiroz habla de la irresponsabilidad del alcalde, de los malos manejos del ayuntamiento y de los problemas acumulados en la ciudad. El gobierno estatal, no ofrece pagar los adeudos, tampoco ayudar a la reestructuración de los pasivos, muchos menos corregir los errores que han dado pie a este tipo de crisis o proceder contra los corruptos; la ayuda son pipas de agua. (aplausos).

Del lado opuesto Cuauhtémoc Blanco afirma que tras el problema entre el ayuntamiento y la CFE está la mano de Graco, que él es quien incita a la gente a movilizarse y quien aprovecha la crisis para golpearlo. El futbolista no habla de los adeudos ni tampoco del porqué no se han saldado, no dice cuándo acabará la crisis, ni de qué manera se intenta solucionar el problema. “Éntrenle a los jicarazos” dice el americanista en tono de broma; mala broma.

Mientras todo esto pasa, una parte muy importante de la ciudad sigue sin agua. Ya son 62 de 90 pozos los que han dejado de funcionar porque la CFE les ha cortado el suministro de agua por falta de pago. Miles de personas sufren.

El ciudadano paga bimestralmente su consumo, aunque no le llegue el vital líquido. Así las cosas en Cuernavaca y en Morelos.

  • post it

Algunas figuras sobresalieron en los actos del fin de semana.

En la marcha por la paz convocada por el Obispo, los ojos de muchos se pusieron en Alejandro Vera y Cuauhtémoc Blanco. Los tres, Obispo, rector y alcalde, se han convertido en líderes sociales, cada uno con sus características y peculiaridades, pero los tres con alta influencia social y sobre todo, unidos por una misma causa: Graco.

En la visita de Andrés Manuel López Obrador lucieron Rabindranath Salazar y Raúl Iragorri. El senador y el empresario son figuras cercanas al líder del Movimiento de Regeneración Nacional,  gozan de su confianza y también de su afecto. Aunque hubo más políticos tratando de llamar la atención, el tabasqueño mostró que Rabín tiene la confianza de MORENA para el 2018.

En el PRD se juntaron todos los que tienen aspiraciones. La tarde, obviamente, se la llevó su líder estatal, quien paso a paso parece estar construyendo su candidatura a la gubernatura. A su lado, sonrientes, estuvieron Lucía Meza, Julio Espín y Bety Alatriste. El proyecto perredista rumbo al 2018 tiene que ver con estrategia y estructura, pero sobre todo con personas.

  • redes sociales

Imparcialidad, transparencia y capacidad, son elementos claves para que el IMPEPAC saque adelante la próxima elección en Morelos.

Las cosas no se ven sencillas, la efervescencia política es evidente y las diferencias entre los consejeros electorales y la presidenta son cada día más evidentes.

Hablando de transparencia ¿Cómo salió la auditoría del año 2015 (electoral) al Instituto?

Cierto, no lo auditaron.

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