Inflama y destruye el recubrimiento interno de la nariz y los senos paranasales: investigación de la Universidad Johns Hopkins. En ciudades, provocaría más infecciones y personas enfermas con más frecuencia
El aire contaminado no sólo provoca inflamación en los pulmones y parte baja de las vías respiratorias, como se había documentado científicamente; también causa inflamación y destrucción del epitelio o recubrimiento interno de la nariz y los senos paranasales, lo que puede ser comparado con un “asma de la nariz”.
Así lo explicó, en entrevista exclusiva con Crónica, desde Baltimore, Estados Unidos, el investigador Murray Ramanathan, de la Universidad Johns Hopkins, quien acaba de publicar los resultados del primer estudio que demuestra un aumento de glóbulos blancos y algunas moléculas asociadas a los procesos de inflamación, así como el adelgazamiento de la pared interna de la nariz y los senos paranasales en ratas de laboratorio expuestas a aire contaminado de ciudades.
La investigación está disponible, en línea, en la revista científica American Journal of Respiratory Cell and Molecular Biology.
El también profesor titular de Otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, dijo que aunque hay muchos estudios poblacionales que habían documentado que la contaminación aumenta los casos de sinusitis y rinorrea, no existían estudios que mostraran directamente los efectos bioquímicos y cambios fisiológicos provocados por la contaminación del aire, al entrar en contacto con la parte alta del sistema respiratorio.
En el estudio observaron y estudiaron diferentes cambios en dos grupos de ratones. Uno de los grupos sólo respiró aire limpio durante las 16 semanas del estudio, mientras que el segundo grupo respiraba aire limpio la mayor parte del tiempo, pero cinco días a la semana se les ponía a respirar, durante seis horas, en un ambiente de aire contaminado con partículas sólidas de hasta 2.5 micras (técnicamente llamadas PM 2.5), en concentraciones iguales a las del aire en las zonas más contaminadas de Baltimore.
Después de estos estímulos, repetidos 16 semanas, aparecieron varios cambios, por ejemplo, en los ratones expuestos a aire contaminado había más glóbulos blancos asociados a un proceso inflamatorio, entre ellos cuatro veces más macrófagos y alta presencia de eosinófilos.
“Encontramos una respuesta inflamatoria parecida a la sinusitis, pero que es provocada por una infección o por una alergia de temporada. No puede ser controlada con antibióticos y es mucho más parecida a la inflamación que el asma provoca en el interior de los pulmones. Esto implica que su tratamiento es más largo y complejo, por eso decimos que es una especie de asma de la nariz”, explicó telefónicamente el doctor Ramanathan.
PROBLEMA MUNDIAL. El doctor Ramanathan, nacido en Texas, de ascendencia India, explicó que su preocupación surge porque la contaminación del aire es un problema global y que afecta con mucha claridad a ciudades en países en desarrollo como El Cairo, Nueva Delhi, Pekín y la Ciudad de México.
“Los resultados tienen otra dimensión de interés porque a lo largo de los años hemos tratado a pacientes que viven en ciudades contaminadas y tienen inflamación en nariz y senos paranasales pero piensan que esto es normal, pero este estudio nos señala que la contaminación no sólo está afectando la calidad de vida de personas con asma o con sinusitis sino que hay personas sin esta predisposición que terminan por sufrir una inflamación de las vías respiratorias altas, que dura mucho tiempo y es difícil de tratar”, añadió.
Otro efecto muy notorio de exponer a los ratones a aire contaminado fue una reducción de entre 30 y 40 por ciento del grosor del epitelio o cobertura interior de nariz y senos.
“Estamos hablando de un adelgazamiento del epitelio en la zona arriba de las cuerdas vocales. Esto facilita las lesiones e infecciones de otros agentes oportunistas. Si esta barrera se debilita o se rompe, es lógico pensar que las personas estarán expuestas a más infecciones y enfermas con más frecuencia”, aseguró antes de recomendar a los médicos observar esta asociación entre aire contaminado e inflamación e infecciones frecuentes en vías respiratorias altas.