EL LIDERAZGO SOCIAL DE ALEJANDRO VERA JIMÉNEZ, PESE A LA PERVERSA Y DESPIADADA CAMPAÑA DE GRACO RAMÍREZ EN SU CONTRA…
Los liderazgos son como la confianza, suelen ganarse con mucho trabajo y perderse con el menor error, pero jamás suelen caerse con campañas de desprestigio ni con la repetición de la misma mentira mil o un millón de veces.
En cinco años como rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Alejandro Vera Jiménez ha logrado superar liderazgos de algunos de sus antecesores, sin tener que recurrir al aplauso barato ni la sonrisa forzada.
La recuperación de los espacios y la dignidad de los universitarios no se había dado desde que los estudiantes y autoridades pelearon por la autonomía universitaria, en los años sesentas del siglo anterior.
Había pasado años ciegos en donde parecía que la máxima casa de estudios como su rectoría formaba parte de las negociaciones electorales, partidistas y hasta de ser un trampolín político.
Esto trajo como consecuencia la caída de la institución en todas sus actividades: académica, social y política desde el punto de vista de interacción al beneficio de toda una comunidad.
Durante la década de los años setentas y parte de los ochentas del siglo anterior, el alma mater morelense fue fijación académica indispensable, para que arribarán mediante intercambio o beca estudiantes de otras instituciones al nivel nacional como internacional.
Un ejemplo, la Universidad Panameña y la Cuba, así como la de Illinois vieron de la UAEM un gran potencial en la generación de ingenieros civiles, de arquitectos e incluso de abogados.
Hubo un momento que un 15 por ciento del total de los alumnos en las facultades universitarias eran de origen extranjero, de los que un 10 por ciento regresaron a sus lugares de origen y otros prefirieron quedarse para meterse más en temas académicos como de investigación.
De pronto, todo esto quedó perdido poque la rectoría universitaria fue vista como un botín partidista, pero fue en cada una de las escuelas, instituciones y facultades quienes los catedráticos determinaron terminar con este tipo de situaciones.
La primera en cerrar sus puertas en temas electorales fue la Facultad de Medicina, misma que durante los años noventas del siglo anterior tuvo el privilegio de ser primer lugar en excelencia educativa, que hoy siguen en la competencia con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) o la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), así como la del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la de origen privado de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
Desde la misma época también la Facultad de Desarrollo Agropecuario es parte de la competencia que tiene la Universidad de Chapingo, ambas concursan porque sus egresados sean contratados en dos países donde la alimentación es la base de su economía: China y Japón.
Desde la llegada de Alejandro Vera Jiménez como rector de la UAEM, haY más escuelas y facultades en competencia con otras instituciones del nivel superior al nivel nacional e internacional, a pesar de los bloqueos en la entrega de los recursos económicos.
Las campañas de desprestigio que hay contra el rector universitario por parte de los gacetilleros a sueldo, no son obstáculo para hacer de la máxima casa de estudios morelense una institución de prestigio, en todo el país y en -hoy- al menos en tres continentes.
La buena imagen universitaria también está dentro de su obligación moral y ética, como una universidad socialmente responsable al ser forjadora de estar al lado de las comunidades y denunciar actos de injusticia.
El buen nombre de la máxima casa de estudios de Morelos es actualmente mencionado en las asambleas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por su labor a favor de la conservación de la especie humana, la defensa de los derechos humanos y generar paz social.
La "pelea" del rector Alejandro Vera Jiménez por buscar esclarecer miles de asesinatos, desapariciones y violaciones a los derechos humanos de nativos de Morelos le ha provocado que haya contra él una serie de acciones, que van desde las amenazas de todo tipo, injurias y hasta campañas de desprestigio por gacetilleros pagados con las aportaciones de los ciudadanos, a través de sus impuestos.
No hay que olvidar que por la lucha de Alejandro Vera Jiménez y toda la comunidad universitaria, a pesar de una que otr@ traidor@ no a la universidad sino a los morelenses, es por tener un mejor estado, en el que haya un futuro para los jóvenes que no sean las lápidas de un panteón como actualmente sucede.
Son cinco años de lucha y de bloqueos no contra Alejandro Vera Jiménez desde el Poder Ejecutivo, especialmente, sino contra el pueblo de Morelos y sus jóvenes al negar la entrega de recursos financieros, de formar parte de un estado que les ha dado a muchos la bienvenida y hoy viven de los morelenses con un salario más que digno, además de una vivienda que muchos en la entidad carecen.
Estos cinco años de administración también son de obra pública al acercar el proceso de enseñanza-aprendizaje hacia los jóvenes, con la descentralización de la propia alma mater a cada uno de los municipios.
Para lo anterior, con recursos del gobierno federal y propios cada vez hay más municipios en donde hay un lugar de estudio para sus jóvenes, que les permita desarrollarse y lograr sus objetivos.
Las investigaciones e intercambios con las universidades públicas y privadas del país van en aumento, así como con las extranjeras tanto que la UAEM innova con la Facultad de Robótica, en la que habrá el apoyo de la Universidad de Berlín, la primera en ese rubro.
De ahí que hay un liderazgo social por parte del rector Alejandro Vera Jiménez, que suele ser visto como una competencia electoral cuando ha definido su papel de continuar por hacer de la UAEM un lugar para todos los habitantes de la entidad.
La envidia del flojo es hacia el que trabaja, dice un refrán popular y suele acreditarse de manera muy amplia con la labor del rector al interior del alma mater morelense como con la sociedad al exigir justicia, a favor de quienes son olvidados y se les niega.