El sexenio del terror
Eolo Pacheco |
2017-05-12
Graco se peleó con todos, por eso ya no hay manera de recomponer las cosas en el gobierno estatal; a lo único que puede aspirar el ejecutivo es a tratar de matizar los odios para que final sea menos trágico. El enfado social del tabasqueño es enorme y cae en los hombros del PRD. Para que los perredistas recuperen terreno es urgente conciliar… y que se vaya Graco.
Durante cinco años Graco Ramírez se ha peleado con más gente de la que puede enfrentar, pero sobretodo ha creado una división social que lo estado ya no puede soportar. En lugar de ser el gobernador que prometió en campaña: conciliador, tolerante, incluyente, receptivo… el tabasqueño se convirtió en todo lo contrario. El perredista optó por el enfrentamiento, por la descalificación, por el choque, por la represión… y el resultado está a la vista, Al final del sexenio Graco es un mandatario repudiado, pero sobretodo muy débil.
Graco siempre rechazó la crítica, reprimió a los inconformes, trato de ocultar la realidad con publicidad que nadie creía y se ausentó del estado; cinco años después, la realidad lo alcanzo: la gente está muy molesta con la situación de nuestra entidad, con el retraso económico, con los altos niveles delictivos, con la incesante violencia y con la escandalosa corrupción y la ofensiva impunidad.
La gente está deseosa de revancha y quiere cobrarle al gobernador y a los suyos los excesos en las próximas elecciones. El próximo proceso electoral será complejo, pero lo que viene una vez que concluya el sexenio será una historia de terror para Graco. Hoy ya no basta que el tabasqueño se vaya, ya no es suficiente que el PRD pierda, lo que muchos desean y exigen es que el gobernador de Morelos corra la misma suerte que Javier Duarte.
La conciliación debería ser ahora la mejor herramienta del gobierno de Nueva Visión; conciliar no para revertir el desgaste o para recuperar la confianza (ya es imposible); conciliar para tratar de apaciguar las cosas, para tener una salida menos brusca, para intentar evitar la cárcel.
Graco Ramírez tendría que verse en los ojos de Javier Duarte: las similitudes entre los dos gobiernos son enormes y las actitudes de ambos personajes son las mismas. Igual que el ex gobernador de Veracruz, el gobernador de Morelos enfrenta una severa descomposición social por la inseguridad, no han podido detener la violencia, es acusado de represor y se le relaciona con actos de corrupción.
Recordemos que todos los gobernadores que han dejado el cargo en los últimos dos años enfrentan serios problemas legales; ninguno se retiró tranquilamente a su casa, ninguno inició una nueva etapa política profesional o personal; todos en mayor o menor medida, arrastran problemas derivados de su gestión. Algunos. Están solventando procesos administrativos, otros tienen denuncias penales y unos más están en la cárcel o prófugos de la justicia. En el sexenio de Peña Nieto se han multiplicado las acciones en contra de gobernadores salientes.
Eso es el futuro que mucha gente quiere para Graco Ramírez; ya no piden que se vaya antes de que concluya su gestión, ahora muchos quieren que termine su periodo de gobierno y enfrente cargos por haber saqueado al estado.
El problema de haberse enfrentado con tantos, de haber lastimado tanto, de ser tan arrogante, tan insensible y tan soberbio, de haber descuidado tanto las cosas y de tener un gabinete tan mediocre, es que el gobierno provocó odio personal. Graco es el lastre más grande de su partido, en la razón por los que muchos no volverían a votar por el PRD, es el motivo para castigar al sol azteca.
Graco ya quiere irse del estado, no desea esperar a que termine su mandato, ni le preocupa la elección del 2018; el tabasqueño está preparando su salida, quiere poner tierra de por medio y busca protección política o algún tipo de garantía para no ir a la cárcel. Después de la elección en el Edomex se definirá cuándo dejará la silla.
Bajo ese escenario debe actuar el PRD: hay un enfado social profundo contra el gobernador y una rivalidad política cada día más fuerte en contra del partido del gobierno. Los perredistas competirán contra otros partidos, pero también contra todos los que fueron lastimados por esta administración.
El PRD tratará de recomponer su escenario a partir de la reconciliación, pero para que el Partido del Sol Azteca se vuelva competitivo, es imperante que Graco Ramírez deje la gubernatura.
Aún así el panorama no es sencillo: el acarreo no garantiza votos.
Pregúntenle a Messeguer.
- posdata
El PRI y el PAN son dos partidos que intentarán recuperar la gubernatura de Morelos. El primero tiene el desgaste del gobierno de Enrique Peña Nieto y carece de una dirigencia que le de rumbo y sentido al proyecto tricolor. El segundo goza de la inercia nacional, pero padece de una dirigencia local sin inteligencia. Ninguno, empero, está tan lastimado en Morelos como el PRD.
Para el PRI las posibilidades de recuperar la gubernatura existen, aunque el escenario no es sencillo. Para que el tricolor esté en posibilidades de competir, necesita unificarse y elegir un candidato que convenza a priístas y no priístas. Quienes han alzado la mano en ese partido (Matías, Meade, Morales, Marisela, Del Valle o Palma) podrían eventualmente construir un acuerdo interno, pero están muy lejos de ser la oferta en la que confíen los ciudadanos.
Matías Nazario, el más movido de todos, baja recursos federales, cabildea con alcaldes, hace grilla en México, pero sigue sin provocar el entusiasmo que necesita un político que aspira a gobernar un estado. Una candidato ciudadano en el PRI podría dar a ese partido más posibilidades de triunfo , lo complicado (¿imposible?) es que los priístas dejen pasar a alguien diferente, aunque ello les abra la posibilidad de recuperar el control del estado.
Para los panistas la historia es similar. Ahí no hay muchos candidatos, de hecho sólo tienen uno (Bolaños), pero la falta de liderazgo en el partido y la división que ha provocado la nueva dirigencia complica una carrera que parecería sencilla para los panistas.
A diferencia del PRD o el PRI, el PAN tiene mejor imagen y no carga el desgaste de un gobierno; igual que Morena el PAN resulta atractivo para el votante, aunque en Morelos el PAN se ve desorientado, sin agenda social, ausente de los temas políticos y las necesidades de la ciudadanía. En el panismo morelense están por su lado los representantes populares y por otro (escondido) el dirigente estatal.
Dato extra: si hay acuerdo nacional entre el PRD y el PAN, Morelos será moneda de cambio, irían en alianza y el candidato lo pondría el Partido de la Revolución Democrática.
- nota
A mitad de semana el gobierno capitalino anunció la incorporación de Jorge Meade González como coordinador de asesores del presidente municipal. La presentación del nuevo funcionario fue llamativa, pues aunque se le ubicó cerca de Cuauhtémoc Blanco, ni el futbolista ni el secretario Sanz le acompañaron en la presentación.
Jorge Meade es un hombre polémico; en su corta carrera política (ha sido regidor, subsecretario y ahora asesor) ha estado inmerso en muchos escándalos, ha pasado por varios partidos, se le ha relacionado con diversos actos de corrupción y hasta fue señalado en un narcovideo por un joven que después fue asesinado.
Es clara la cercanía de Meade con Blanco, pero no tengo claro qué le puede aportar el junior a ese proyecto. De lo que no hay duda es que la llegada de Meade González al equipo de Blanco agudizará la pugna entre el gobierno estatal y el ayuntamiento de Cuernavaca.
- post it
Así lo reporta el periódico El Financiero:
“Graco Ramírez, gobernador de Morelos, gastó 84 millones de pesos en la organización de tres conciertos en aquella entidad, los de Plácido Domingo, Emmanuel y Mijares, y Sting. Al mismo tiempo decidió que este año su gobierno no iba a aportar ni un peso para cumplir con la Ley para Erradicar la Obligatoriedad de las cuotas Escolares en las Escuelas Públicas del Estado de Morelos.
Por un concierto del cantante británico el gobernador pagó 53 millones 600 mil pesos –además de 10 millones adicionales por conceptos diversos, como sillas, vallas, transportes o alimentación–; mientras que por una presentación de los cantantes Emmanuel y Mijares pagó 10 millones 975 mil 377 pesos, y por un concierto de Plácido Domingo erogó 10 millones 29 mil 745 pesos. En total, 84 millones 605 mil 472 pesos.
El pasado 28 de octubre, Ramírez Garrido Abreu pagó a una empresa denominada “Magnos” –en la que, hasta hace unos meses sólo trabajaban dos personas, de acuerdo con su propia página de internet– casi 54 millones de pesos por la presentación del cantante británico Sting en la Arena Teques de aquella entidad. Además, para ese concierto, asignó alrededor de 10 millones de pesos adicionales para gastos no específicos, como “sillas”.
El gasto de Graco en conciertos contrasta con lo que ocurre en la Ciudad de México, donde para las presentaciones de artistas en el Zócalo, “las cantidades que se pagan a los artistas son realmente simbólicas, pues nunca nos cobran sus tarifas comerciales, que sería muy difícil pagarles”, de acuerdo con la Secretaría de Cultura capitalina.
Para el concierto de Plácido Domingo, el 8 de mayo de 2013, el gobierno de Graco Ramírez firmó un contrato con la empresa denominada “Eventos Artísticos y Culturales de México, SA de CV”, por un monto de 10 millones 29 mil 745 pesos. Mientras que el 10 de mayo de 2014 firmó un nuevo contrato con la empresa “Magnos” por 10 millones 975 mil 377 pesos y 28 centavos por un concierto de los cantantes Emmanuel y Mijares.
En otro sentido, mientras Graco Ramírez gasta esas cantidades en conciertos, en marzo de este año, el Senado aprobó un punto de acuerdo para solicitar al gobernador morelense un informe sobre el cumplimiento en la administración, ministración, manejo, custodia, ejercicio y uso de los recursos económicos dirigidos a cumplir con las obligaciones de la “Ley para Erradicar la Obligatoriedad de las Cuotas Escolares en las Escuelas Públicas del Estado de Morelos”.
De acuerdo con este dictamen aprobado, para 2013, Graco Ramírez le presupuestó a la Secretaría de Educación recursos estatales por 62 millones de pesos, que fueron etiquetados bajo el concepto de Ley para erradicar cuotas escolares.
Esa partida se mantuvo con ligeros cambios en los años siguientes, pero Ramírez Garrido Abreu eliminó del presupuesto de egresos las aportaciones para el 2016.”
Así son las prioridades del gasto en Morelos: más dinero a conciertos que a escuelas; primero hacer un museo o una nueva sede legislativa que más escuelas u hospitales.
- redes sociales
Pleito con el Obispo.
Pleito con el rector.
Pleito con grupos sociales.
Pleito con la opinión pública.
Así gobierna Graco.
Menuda carga para el PRD.
- es viernes
Es un buen momento para recordar a mi querido Germán Dehesa:
“De uno a veinte años el ser humano es un pasado delgadísimo, un presente fugaz y un vastísimo futuro. Viene luego un muy grato periodo de equilibrio donde los tres segmentos del tiempo tienen una dimensión, un sabor y un peso similares. Esto dura hasta los sesenta, que comienzo a recorrer. Mi impresión es que el pasado es enorme y el presente resiente esta gravedad del pasado y la frágil levedad del futuro. Hay, además, otro factor importante: los hombres, como las piezas del ajedrez, nos definimos por nuestra condición esencial (podemos ser caballos, o peones, o alfiles, o torres); pero también nos definimos por nuestra posición en el tablero y en referencia a la posición que guardan las otras piezas. En la fase final de la partida, las piezas usuales desaparecen; aparecen otras y todo esto dificulta enormemente nuestra propia definición. Muchos de los que formaron parte de mi tablero y de mi juego ya no están y, aunque yo sé que estoy, no me es fácil saber cómo y en dónde estoy, pues he perdido a muchos de mis referentes”.
Recuerda, siente, disfruta, vive.
Hoy toca.
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