El monto obtenido por auditorías es el más alto en este sexenio; herramientas tecnológicas facilitan su labor al SAT, dice experto
El fisco arrancó el año con más garra. Los actos de fiscalización por auditorías dejaron al erario público un poco más de 37 mil millones de pesos entre enero y marzo.
Lo anterior representa más del doble en comparación a igual periodo de 2016, cuando se ubicó en poco más de 16 mil millones de pesos, y el monto más alto en lo que va del sexenio.
A las áreas de auditoría Fiscal Federal, de Grandes Contribuyentes, de Comercio Exterior y de Hidrocarburos, del brazo fiscal de la Secretaría de Hacienda , difícilmente se les escapan los contribuyentes.
Los fiscalizadores cuentan con más herramientas legales y tecnológicas para hacer su trabajo, pero sobre todo, las electrónicas, que ya están en marcha a raíz de la reforma hacendaria.
“Además de que ya entraron en operación las auditorías electrónicas, están surtiendo buen efecto por un lado los comprobantes fiscales digitales, y por el otro, la contabilidad electrónica, con lo cual la autoridad puede actuar con más rapidez”, dijo a EL UNIVERSAL el director socio de Bettinger Asesores, Herbert Bettinger.
Pueden hacer un trabajo más efectivo a menor costo y tiempo en comparación a como venían trabajando antes de la digitalización de la administración tributaria, aseguró.
El abogado fiscalista señaló que con la nueva forma de comunicación con los contribuyentes, a través del buzón tributario, y toda la información que tiene ahora el Servicio de Administración Tributaria (SAT) con el comprobante fiscal digital por internet (CFDI) y la recepción de la contabilidad por medios electrónicos, que incluye los registros contables, pueden detectar más rápido cuando hay una desviación, y no se les escapa nadie.
Cuando se encuentra una anomalía, el fisco invita al contribuyente a que la solucione y el causante tiene dos opciones: acudir a los módulos de información, y la otra es corregir, explicó Bettinger.
Por lo general, los errores que se subsanan son los que han permitido que crezca la recaudación por actos de fiscalización, y por otro lado, una presencia constante de los programas de fiscalización que se han intensificado gracias a la factura electrónica.
“El SAT está cumpliendo con una función muy importante de forma alentadora en contra de los evasores y de los que tienen facturas apócrifas, que a todos nos cuentan mucho dinero”, afirmó.
De acuerdo con datos del Informe Trimestral de las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, de los más de 37 mil millones de pesos que logró obtener el SAT por auditorías en el primer trimestre, 15 mil millones de pesos corresponden a la recaudación secundaria como consecuencia de la intervención de la auditoría fiscal.
En tanto, por ingresos virtuales derivados de facultades de comprobación, se tuvieron un poco más de 22 mil millones de pesos del total.
Multas también dejan. Estadísticas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) muestran en el primer trimestre de 2013 los ingresos por auditorías ascendían a apenas 18 mil 734 millones de pesos, es decir, antes de la entrada en vigor de la reforma hacendaria que dio más dientes al fisco y facultades de revisión electrónica con los cambios legales al marco tributario y el Código Fiscal de la Federación.
Para el primer trimestre de 2014, el fisco recaudó por este concepto 32 mil 787 millones de pesos, monto que bajó a 22 mil 956 millones de pesos en igual periodo de 2015, para ubicarse entre enero y marzo de 2016 en 16 mil 283 millones de pesos.
Además, por multas fiscales el SAT también estuvo muy activo, pues según el reporte captó un monto de 2 mil 731 millones de pesos que no estuvo nada mal frente a los mil 171 millones de pesos por el mismo concepto en el primer trimestre de 2016.
Las multas que impuso a los contribuyentes fueron por diversas infracciones: en materia de comercio exterior sumaron 144.9 millones de pesos; por corrección fiscal, 2 mil 308 millones de pesos, y a cargo de las entidades federativas fueron 130.5 millones de pesos