El delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Morelos, Víctor Hugo Valencia Valera, desmintió que el kiosco de la plaza “José María Morelos y Pavón” (Zócalo), vaya a ser removido en la próxima remodelación.
Señaló que el espacio debe conservar su traza, al ser parte de la zona de Monumentos Históricos.
El entrevistado explicó que hasta el momento han revisado los dos proyectos que se tienen para la remodelación de la plaza “José María Morelos y Pavón”: uno hace cerca de seis meses, y otro a finales del mes de enero.
“Nosotros no sabemos si la gente está en desacuerdo o no, eso no nos toca. El pasado viernes ya entregamos el dictamen del segundo proyecto, son tres cuartillas de observaciones y propuestas que se giraron al Gobierno del estado, particularmente a la Secretaría de Obras Públicas, y que se tienen que corregir”, puntualizó.
Es por ello que ante la propuesta del cambio de ubicación del kiosco que tiene uno de los proyectos, Valencia Valera señaló categórico que es inviable debido al hecho histórico que ahí ocurrió. Por ello, el funcionario negó que el INAH haya dado algún aval.
“Independientemente de que el kiosco haya sido alterado con el paso del tiempo, existen fotos de principios de siglo donde se observa que esta construcción ahí se encontraba desde entonces, en el sitio donde está actualmente”.
VÍCTOR HUGO Valencia Valera, delegado del INAH en Morelos. Foto: ROSAURA HERNÁNDEZ
El INAH se enfocará a que el Zócalo conserve su traza histórica, pues la zona de monumentos de Cuautla fue reconocida con un decreto federal.
“Es patrimonio de la nación, de ahí la importancia de que la ciudadanía, arquitectos o demás personas que trabajen en el proyecto, así lo reconozcan”, añadió.
Las fechas de construcción dependerán de la situación económica, tanto del Gobierno municipal como del estado.
“El Instituto no tiene ninguna situación de preferencia, sólo analizaremos técnicamente que se respete la traza urbana de la ciudad, al igual que los elementos históricos que componen este espacio”, finalizó.
De acuerdo con los cronistas de la ciudad, en el lugar donde se ubica el kiosco se entrevistaron Emiliano Zapata Salazar y el entonces presidente de la República Francisco I. Madero, hace casi 106 años, el 18 de agosto de 1911.
En ese entonces, Madero solicitó a Zapata bajar las armas y con ello apagar “la llama del movimiento zapatista”, y calificó como reprobable la campaña periodística que en la Ciudad de México se emprendió contra el general suriano, la cual lo calificaba como “un gran asesino”.