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ITINERARIO POLÍTICO

¡Se olvida Anaya de Josefina!

 

Como todos saben, una de las mayores apuestas de Ricardo Anaya para conseguir la candidatura presidencial del PAN era la victoria azul en el Estado de México, la joya de la corona en 2017.

Para eso convenció a Josefina Vázquez Mota —la ex candidata presidencial—, quien a regañadientes aceptó postularse como candidata del PAN al Estado de México.

Y para convencer a Jose —como motejan a Vázquez Mota—, el jefe nacional del PAN recurrió a todo tipo de promesas; que si tendría todos los apoyos, que si todo el respaldo, que si los recursos que fueran necesarios, que si la unidad del partido…

Sin embargo, los hechos muestran una realidad muy distinta a lo que el jefe nacional del PAN le prometió a la candidata mexiquense; una candidata cuya victoria —en teoría— lo llevará directo a ser postulado como el más aventajado aspirante presidencial de los azules.

Y es que algo grave —o muy grave— ocurre en el día a día de la campaña de Josefina. Se confirma que en política —y sobre todo en las elecciones— “lo que ven los ojos lo retratan las encuestas”. Es decir, las cosas no están bien y parecen lejos de lo que prometió Ricardo Anaya.

¿Lo dudan?

1. Cuando el PAN de Anaya convenció a Josefina de aceptar la candidatura mexiquense, las encuestas colocaban a Jose en las nubes. Era la número uno de las mediciones. Parecía, por eso, que sería invencible. Pero hubo errores y horrores graves.

2. Algo hicieron mal los estrategas del PAN que, a tres semanas del 4 de junio, Josefina tiene serias dificultades para mantenerse en la segunda posición. Los especialistas nunca midieron el tamaño de los adversarios y menos el tamaño de las fuerzas propias.

3. Y la razón es elemental: el PRI hizo la mejor selección con Alfredo del Mazo —que a pesar de una guerra de todos contra Del Mazo sigue como puntero—, mientras que Morena parece imbatible —a pesar de la montaña de raterías de su candidata Delfina Gómez—, en tanto el PRD y su candidato sorpresa, Juan Zepeda, pueden superar los pronósticos.

4. La supuesta “unidad” del PAN que prometieron los azules en torno a Vázquez Mota terminó en un abandono notorio de gobiernos y cuadros relevantes. Parece que a pocos importa la victoria de Josefina, ya no se diga el futuro de la ex aspirante presidencial, que es la que más arriesga.

5. Y si “a la manada” poco importa la mayor presa electoral de la temporada, nada importa “al jefe de la manada”. Resulta que Anaya poco hace por el arropamiento de la candidata al gobierno mexiquense. Pocos o nadie recuerdan a Anaya todo un día de campaña junto con Jose.

6. En cambio, la de Josefina parece que se convirtió en campaña a cuestas de los Calderón. Y es que un día sí y otro también, aparecen Margarita Zavala, Felipe Calderón y otros políticos de ese grupo.

7. Y el escándalo mayor —sobre el abandono del CEN del PAN hacia la campaña de Josefina—, se produjo durante el segundo debate de los candidatos mexiquenses. Y es que mientras todos los aspirantes fueron acompañados por sus estructuras partidistas de mayor peso, Anaya estaba en su retiro semanal de Atlanta.

8. Mientras Josefina era vapuleada en redes luego del segundo debate, Anaya pagaba la difusión de un video cantando con sus hijos, en emotivo regalo a las madres. Es decir, el jefe del PAN manda el mensaje de que Anaya tiró la toalla y dio por perdida la candidatura del Edomex. Le importó más usar a sus hijos para su promoción personal, que respaldar a su candidata.

9. En las filas del PAN se vive la sensación de que la dirigencia nacional de los azules ya colocó a Josefina en el bote de basura. Y para el buen entendedor, pocas palabras.

10. El INE, en tanto, analiza sancionar el robo de spots por parte de los jefes del PAN y de Morena.

Y mientras todo eso ocurre, uno de los más lúcidos ideólogos del PAN, el ex presidente Germán Martínez, publica una extraordinaria parodia de Anaya, en su entrega semanal de Reforma.

Pregunta Germán si Anaya tiene luces para ser el Macron mexicano. Pregunta pertinente cuando la moda en el mundo es buscar parientes ideológicos con el joven Macron.

Y el ex jefe azul se responde a sí mismo y recuerda que si Anaya pretende emparentarse con Macron —como pareció insinuarlo en sus redes en las que felicitó al presidente de Francia—, tiene que empezar por entender y practicar lo que es un liberal.

Pero le dijo más. Le recuerda a Anaya que Macron derrotó a la extrema derecha francesa y que, por tanto, Anaya debe empezar por combatir a la extrema derecha del PAN.

Pero la joya apareció cuando Germán le enseña a Anaya que si aspira a ser el Napoleón mexicano, no olvide que Robespierre acabó en la guillotina.

¿Entendió Ricardo Anaya?

Al tiempo.

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Nacional
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