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SERPIENTES Y ESCALERAS

 

 

Eolo Pacheco |
2017-05-22

Pese a que Graco es una enorme loza para el PRD, la ausencia de oposición en Morelos mantiene viva la esperanza perredista. Aunque no guste, Gayosso es el único dirigente que trabaja y el Sol Azteca es el único partido que se mueve. El elemento sorpresa en la ecuación electoral de Morelos es Cuauhtémoc Blanco.

 

El PRD quiere refrendar sus triunfos electorales en Morelos, pero no será sencillo que lo logre; igual que los demás partidos, el del Sol Azteca tratará de ganar la gubernatura, los principales municipios y la mayorías de las curules en el congreso. El panorama para el Partido de la Revolución Democrática no es sencillo, pero tampoco imposible. Aunque el desgaste del gobierno representa una pesadísima carga para los amarillos, la pasividad de sus adversarios les mantiene vivos y con posibilidades de triunfo.

Muchas veces hemos escuchado o referido que el PRD no volverá a ganar en Morelos; la expresión es válida, tiene sentido, pero frente a lo que están haciendo los partidos, parece más un deseo ciudadano que una realidad electoral. Si los electores hacemos nuestra parte: opinamos y votamos, muy probablemente los perredistas tendrán un escenario muy complicado en las siguientes elecciones; pero si nos conformamos con tuitear, no participamos, ni votamos, el Sol Azteca puede volver a ganar. Explico:

Aunque no nos guste a muchos, el único partido que está haciendo trabajo político y de calle es el PRD. Pese a todas las críticas por su actitud y sus formas, Rodrigo Gayosso es el único dirigente que tiene agenda, que trabaja sin parar y que opera en todos los ámbitos. Puede no gustar su estilo, su personalidad o su figura, pero aún así está trabajando.

El punto es que en Morelos no hay oposición, ni tampoco partidos que estén haciendo algo por ganarle al PRD el 2018. El PAN es un partido sin dirigencia, lo mismo ocurre con el PRI y con Morena; los tres partidos que tienen posibilidades de ganar las próximas elecciones y que tendrían que estar trabajando carecen de agenda social y de operación política. Unos esperan que el desgaste de Graco sea suficiente para triunfar y otros suponen que la inercia nacional los arrastrará. Ese es el problema de fondo en Morelos: los perredistas no tienen oposición.

Cualquiera de estas tres propuestas tendría una mayor rentabilidad política y social que el PRD, pero eso no ocurrirá por arte de magia. Con Javier Bolaños el PAN tiene altas posibilidades de ganar la próxima elección, en tanto que con Rabín Salazar Morena podría meterse con fuerza a la pelea. En el PRI su figura mejor posicionada es Matías Nazario, pero ese partido carece de liderazgo y el diputado no ha podido consolidarse aún como una oferta social atractiva.

El cuarto elemento que debemos observar en esta ecuación es el PES. Aunque se trata de un partido pequeño y emergente, Encuentro Social tienen al candidato mejor posicionado de todos: Cuauhtémoc Blanco. El alcalde de Cuernavaca está decidido a buscar la gubernatura y la reciente incorporación de José Luis Borbolla les dará el rumbo y la consistencia que no ha tenido hasta ahora.

Cuauhtémoc Blanco es la figura con mayor intención de voto de todos los aspirantes, tiene apoyo nacional y goza de popularidad a pesar de que su desempeño como alcalde de Cuernavaca no ha sido el mejor. Si el futbolista pone orden en su gobierno y el PES define una verdadera agenda política rumbo al 2018, pueden ganar su primera gubernatura en Morelos.

Frente a este panorama los perredistas deben actuar con inteligencia. Sus adversarios más visibles no representan (hasta ahora) peligro, ninguno de ellos es oposición y las dirigencias de los tres están perdidas en el espacio. El PES, por otro lado, comienza a tomar forma y a la vuelta de unos meses podría convertirse en el camino que los ciudadanos utilicen para sacar al PRD del gobierno.

Entendamos algo: en Morelos la gente está acostumbrada a votar diferenciado y no le da miedo votar por partidos emergentes; Encuentro Social puede aprovechar la coyuntura y convertirse en la herramienta para cambiar el rumbo de la entidad y tomar desquite de Graco.

Un dato más: en la última elección todos los partidos que compitieron mantuvieron su registro y ello es un reflejo de la cultura política que tenemos en el estado. Si el PES logra posicionarse como la verdadera oposición del PRD, el voto de castigo y el desgaste de los partidos de siempre se convertiría en una ola que favorecería a Cuauhtémoc Blanco.

Hoy el partido mejor plantado, aunque también el de más rechazo social, es el PRD. El camino de los perredistas es cuesta arriba, el repudio que les provoca el gobierno de Graco Ramírez es enorme, pero la ausencia de oposición les mantiene electoralmente con vida. La variable en esta ecuación, insisto, es Cuauhtémoc Blanco.

Si la dirigencia perredista no afloja el paso y los otros dirigentes se mantienen ausentes, el duelo electoral del 2018 será entre el PRD y el PES.

Los ciudadanos tenemos que hacer lo que nos corresponde. Tuitear no es suficiente.

  • posdata

Comenzó como un rumor hace algunas semanas. Eran los dichos de alguien que, como decía Chava Flores, lo escuchó del primo de un amigo que no vino a la fiesta: El Zacatepec se va. Fueron varias versiones: que si se vendía, que si cambiaba de sede, que si desaparecía… todas coincidían en algo: el equipo cañero no regresaría la siguiente temporada.

Con el tiempo la información se hizo oficial: el periódico La Afición confirmó que el equipo de fútbol Zacatepec desaparecerá del Ascenso Mx por falta de fondos y de apoyo del gobierno estatal.

La noticia cayó como balde de agua fría en la afición cañera que domingo a domingo seguía los encuentros de su equipo y de manera fiel acudía al estadio cada vez que jugaban.

El Zacatepec tuvo una última muy buena temporada luego de un descenso y un regreso trompicado. El dueño del equipo, el empresario Víctor Sánchez, propietario también de Jardines de México y hasta hace poco proveedor principal de medicamentos del gobierno de Nueva Visión, aún no ha confirmado nada, pero el propio gobernador en respuesta a una pregunta en redes sociales dijo que esa decisión (que el Zacatepec desapareciera) era del dueño”.

Un dato más: Víctor Sánchez y Graco Ramírez dejaron de ser amigos hace poco, entre ellos hubo un fuerte desencuentro luego de que al primero le cancelaron los contratos y le deben varios millones de pesos. El empresario fue uno de los principales promotores de la campaña de Graco en el 2012 e invirtió mucho dinero en el proyecto neovisionista.

Pero regresemos al Zacatepec:

Según lo publicado a nivel nacional, el equipo de Morelos ya anunció a jugadores y miembros del cuerpo técnico que busquen acomodo porque no seguirán en el circuito de plata del balompié nacional. El equipo no ha emitido un pronunciamiento oficial al respecto, pero su silencio ante los rumores dejan ver que el final está declarado.
La plaza que los Cañeros dejarían libre en el circuito de plata del fútbol mexicano sería utilizada por el la nueva franquicia de San Luis, mientras que Tlaxcala ocuparía el lugar del club que ascendió a la Liga MX (Lobos BUAP), por lo que el circuito se mantendría con el mismo número de equipos.

Zacatepec tuvo una plausible última temporada, se metió a la Liguilla en el puesto número siete, pero fue eliminado por Dorados en Cuartos de Final. La primera vez que los cañeros descendieron en esta nueva época, Víctor Sánchez compró una franquicia para que el club Zacatepec no desapareciera. Hoy que entre el empresario y el gobernador hay un rompimiento, no se ve por dónde se pueda rescatar al equipo insignia de Morelos.

  • nota

Durante toda su carrera política Graco Ramírez ha dicho que respeta la libertad de expresión y reconoce la divergencia de opiniones. Se define a si mismo como un progresista y presume ser un político tolerante e incluyente.

Pero entre el discurso y la realidad hay una enorme diferencia. Graco es receptivo cuando busca votos o espera algo de alguien; cuando no es así, es un hombre intolerante, colérico y despectivo.

Su trato con la prensa de Morelos ha ido de mal en peor conforme avanza el sexenio; a nivel ejecutivo sólo mantiene relación con algunos directivos, mientras que con los reporteros el tabasqueño prefiere no mantener ningún tipo de trato. Al inicio del sexenio Graco daba una rueda de prensa cada lunes; al poco tiempo se suspendieron las preguntas y desde hace un par de años quien da la cara a los reporteros (sin aceptar preguntas) es el secretario de gobierno. El tabasqueño sólo habla con medios nacionales en la capital del país.

El respeto que pregona Graco Ramírez hacia la prensa es sólo en el discurso. En la realidad el mandatario desprecia a los reporteros y permite que desde su administración los agredan, los amenacen y los ofendan. Un caso concreto es el de su coordinador de asesores, Gustavo Martínez, quien desde hace años utiliza las redes sociales para atacar y amenazar a periodistas y ciudadanos en general.

El problema no es que un funcionario como Martínez González se la pase amedrentando, sino que esta situación ha venido escalando hasta convertirse en un modus operandi que deja en evidencia la impunidad con la que se puede atacar a ciudadanos y reporteros desde el gobierno estatal.

Hoy que el tema de agresiones a periodistas ha llamado la atención internacional y el propio presidente de la república llamó a los gobernadores a poner manos en el asunto, aparece de nueva cuenta Gustavo Martínez y sus amenazas contra compañeros y compañeras de diversos medios de comunicación. El asesor de Graco ofende, amenaza y utiliza el gobierno para actuar con alevosía.

El problema, insisto, no es sólo la actitud de Gustavo Martínez; lo peligroso es que al evidenciarse el nivel de impunidad que hay en Morelos, cualquiera puede actuar de la misma forma en contra de periodistas y ciudadanos. Así empezó el problema en Veracruz, con un Gustavo jarocho.

La permanencia de dicho funcionario en el cargo muestra que el respeto de Graco Ramírez por la libertad de expresión es solo de discurso.

Ésta es la carta que el viernes pasado entrego un grupo de reporteros al gobernador de Morelos:

“Desde hace meses varios compañeros y compañeras de distintos de medios de comunicación locales y nacionales han sido sistemáticamente agredidos directa e indirectamente por su actual coordinador de asesores, Gustavo Martínez González, quien cínica y abiertamente usa las redes sociales para amenazar, denostar, demeritar, humillar, intimidar y descalificar el trabajo periodístico.

Esta situación no puede pasar por alto y mucho menos encubrirse al amparo del Gobierno de Morelos. Por diversas vías hemos denunciado como este servidor público usa el cargo para agredir a los periodistas morelenses.

En el recuento de su administración, ningún servidor público de cualquier nivel e institución implicado en agresiones contra periodistas ha sido sometido a los procesos administrativos y penales correspondientes, y mucho menos sancionado.

La permisibilidad otorgada a su coordinador de asesores, Gustavo Martínez, es una muestra pública muy clara de que no hay voluntad de prevenir, combatir y sancionar la violencia contra las y los periodistas.

¿O acaso espera su gobierno que un funcionario como Gustavo Martínez pase de la ofensa y la amenaza a la agresión física o la privación de la vida de algunos de nosotros? La tolerancia de estas actitudes deja una línea muy delgada entre ejercer la libertad de expresión y el derecho a la información y perder la vida en defensa de estas garantías constitucionales.

Es por ello, que consideramos que Gustavo Martínez ha cometido actos graves contra las y los compañeros periodistas, y ha obstaculizado el ejercicio a la libre expresión. Ante las evidencias públicas y que usted mismo puede consultar en las redes sociales, es que exigimos el cese inmediato de ese funcionario, pues su permanencia en el cargo es una señal de que goza de protección y complacencia de su gobierno.

Esperamos su pronta respuesta, y que esto quede como otro de los antecedentes, que por supuesto documentaremos ante las organizaciones nacionales e internacionales.”

  • post it

Para que el PRD pueda ganar las elecciones del 2018 no basta lo que hoy estamos viendo. El repudio social hacia Graco Ramírez es muy alto y ello opaca los logros del gobierno y las acciones del partido. Si los perredistas quieren refrendar el triunfo en el estado necesitan dos cosas más: 1- Que Graco Ramírez se vaya antes de que inicie legalmente el proceso electoral (lo que permitiría diluir un poco el enfado social) y 2- Que el gobernador interino sea un personaje conciliador de verdad (no un Matías), que restablezca el trato con los sectores agraviados y concilie con los personajes ofendidos.

Si no ocurren estas dos cosas es imposible que el PRD gane las próximas elecciones en Morelos.

  • redes sociales

La comunidad tuitera, no sólo los periodistas, le está cobrando todas a Gustavo Martínez; el gran troleador de Morelos, comandante en jefe de los Gracobots que durante años han ofendido a muchísimos ciudadanos, recibe una sopa de su propio chocolate.

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