Linchamiento
El fracaso de los programas de seguridad y prevención del delito de Graco Ramírez han derivado en más de un hecho trágico, pero ayer tomaron otra dimensión política, con el linchamiento de un hombre en el municipio de Emiliano Zapata.
Los casos de la aplicación de justicia por propia mano no son extraños en Morelos, pero por lo general ocurrían en zonas rurales.
El de ayer tuvo lugar en Emiliano Zapata, un municipio que forma parte de la zona conurbada de Cuernavaca que, además, está resguardado por el Mando Único desde hace por lo menos dos años.
Quienes se vieron involucrados en un incidente llevaron su inquina hasta el extremo, al verse afectados por un delito (un atropellamiento) que quizá ellos mismos provocaron.
Ni siquiera pensaron en pedir la intervención de las autoridades.
Y ningún cuerpo policiaco acudió a tiempo para evitar la tragedia.
El desgaste de las instituciones surge de su ineficacia probada, pero incluye la pérdida de credibilidad causada (por citar un ejemplo) al poner a un sobrino al frente de la Fiscalía u otros excesos de ese tipo.
El costo de gobernar sólo para acrecentar la fortuna personal de los que ejercen el poder es cada vez mayor para la sociedad.