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VIDA POLÍTICA

CARLOS ALANÍZ, EL APESTADO, EL FIAMBRE POLÍTICO QUE NADIE QUIERE VER…

La expulsión del diputado Carlos Alaníz Romero del Partido Acción Nacional, por traición hacia su doctrina, es un asunto tardío, porque el diputado ya desde hace mucho tiempo, por intereses econímicos y personales, manifestó su alejamiento.

Las decisiones de Carlos Alaníz Romero, sin embargo, no son personales por la falta de capacidad y talento político del diputado, sino que siempre ha mantenido el yugo del tío que responde al nombre de Luis Miguel Ramírez Romero.

En otras palabras, el dirigente del PAN en Morelos, Juan Carlos Martínez Terrazas, también debe echar con el mismo sustento al tío y al sobrino, porque ambos pactaron beneficios en igualdad de condiciones.

Dicen que para terminar la rabia hay que matar al perro, en el caso de Carlos Alaníz Romero quien le pegó la infección fue Luis Miguel Ramírez Romero, quien hoy desde la comodidad de su hogar debe celebrar los desatinos de su dirigencia estatal.

El porqué tanto Carlos Alaníz Romero como Francisco Moreno Merino votaron a favor de las reformas secundarias al marco electoral tiene sentido, ambos están inmiscuidos en un desfalco millonario al Congreso local y del que hoy la diputada presidenta de la Mesa Directiva, Bety Alatriste, busca recomponer mediante diversas medidas de austeridad y control del gasto.

El joven diputado demostró su incapacidad personal, ética y profesional de estar sentado en una curul, a pesar de que tuvo la oportunidad que como coordinador parlamentario de Acción Nacional en tener un crecimiento dentro del ámbito político.

Sin embargo, como lo decía el escritor y periodista Luis Spota: "El poder ensoberbece, a los inteligentes los vuelve locos, y a los pendejos (sic)". Y sin duda alguna lo segundo es lo que el diputado, a punto de ser expulsado del PAN le provocó asumir un cargo de representación popular.

La carrera política de Carlos Alaníz Romero caducó demasiado rápido, no pasó de ser un regidor más en el gobierno municipal, por cierto plagado de corupciones,  de Jorge Morales Barud, en donde también cobró muyyyy buenos dividendos económicos.

Las malas influencias familiares llevaron a Alaníz cometer errores que afectaron desde su imagen hasta lo que pudo haber tenido de inteligencia, al dejarse llevar literalmente de las recomendaciones del tío Luis Miguel.

Hace un año, todavía Carlos Alaníz era visto como un serio prospecto candidato del PAN hacia la presidencia municipal de Cuernavaca, o bien para la misma diputación federal.

Actualmente, es un serio prospecto para el desempleo político y quedarse en el olvido social, quizá algún niño de adulto suela recordarlo porque le regaló una pelota a cambio de un voto.

Carlos Alaníz Romero hoy reza su réquiem político, con un ataúd que será cargado por su tío Luis Miguel Ramírez Romero, quien aprovechará el momento para estar en las boletas electorales del 2018. ¡Cuánto estiercol!

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