Explicó que los principios tienen una función rectora, pero no definitoria de los lineamientos.
“Resulta cada vez más complejo trazar una línea entre aquello que resulta de atención doméstica exclusiva versus lo internacional.
El cambio climático es un ejemplo claro de ello.
“La comunidad internacional, por poner otro caso, es cada vez menos tolerante a que un Estado o bien, otro actor no estatal, pueda cometer crímenes atroces contra su población.
“Probablemente hablar o actuar al respecto durante la Guerra Fría pudo constituir un acto de intervención, pero hoy ya no es así. Y así lo creemos en la Cancillería”, agregó.
Los excancilleres Jorge G. Castañeda y Bernardo Sepúlveda discutieron sobre el tema.
SRE plantea política exterior sin dogmas
Ruiz Massieu afirma que los principios deben adaptarse a las circunstancias de un mundo cambiante.
Los principios de la política exterior mexicana, como el de no intervención en asuntos internos de otros países, deben “evolucionar” para responder a las nuevas realidades que el mundo enfrenta, señaló la canciller Claudia Ruiz Massieu Salinas.
Al inaugurar el seminario México global: intereses y principios de la política exterior, en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), reiteró que “los principios no son dogmas sino criterios que orientan la política exterior y que deben adaptarse a las circunstancias de un mundo que cambia aceleradamente”.
“Los principios tienen una función rectora, no definitoria. Por ejemplo, decir que México viola los principios de política exterior al pronunciarse sobre la situación de otro país es hacer una interpretación a ultranza de la no intervención, cuando los acontecimientos de los últimos 25 años han creado nuevos entendimientos, consensos y valores en el mundo en el que los asuntos no son solamente cada vez más globales, sino también más intermésticos”, dijo.
Según el exembajador de México en Estados Unidos, Arturo Sharukan, el término interméstico se refiere a la creciente interdependencia entre la política exterior y la agenda interna de México.
Aunque Ruiz Massieu no citó casos específicos que acusen al gobierno mexicano de no respetar la soberanía de otros Estados, el pasado 8 de febrero la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, señaló directamente, a través de Twitter, a su par mexicana de interferir en asuntos internarnos de su país, “atendiendo órdenes imperiales”.
En cambio, ayer, frente a decenas personas, entre ellos cuatro excancilleres mexicanos, la funcionario dijo que México ha sido firme en aplicar una política exterior en consonancia con sus principios, consagrados a nivel constitucional desde 1988.
A pesar de eso, resaltó, hoy se necesita innovación multidinámica para adecuarlos pues, “como cualquier otro precepto constitucional, los principios han de aplicarse para ser interpretados en el momento concreto. No son estáticos”.
“Por su peso, por su geografía, por su potencial y por su historia México tiene intereses. Como actor con responsabilidad global tiene intereses concretos y en distintas regiones, el debate se ubica más bien en determinar si éstos son antagónicos o no con los principios y, en todo caso, de saber cuándo unos deben tener preeminencia sobre los otros”, apuntó.
En definitiva, la canciller expuso que los principios están llamados a ser una guía para la decisión, no una excusa para la inacción; “más aún cuando México es uno de los 20 principales países que participan de manera activa en la definición de las normas, construyen los valores y el andamiaje internacional”.
“Prácticamente, no hay tema relevante de alcance global, en el que la voz de México no se haya oído y nuestra acción no haya dejado su impronta”, resaltó.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático en París y celebración de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS, por sus siglas en inglés) 2016, indicó, son los ejemplos más recientes de la participación de México.
Recordó que nuestro país es la décimo quinta economía global e integra los espacios de gobernanza global más importante, como el G20 o la Alianza del Pacífico.
Polemizan excancilleres
Sepúlveda y Castañeda difieren sobre la interpretación de la no intervención.
Excancilleres del país discreparon sobre el principio de no intervención de México; incluso, el exsecretario de Relaciones Exteriores Bernardo Sepúlveda comparó la interpretación de Jorge Castañeda sobre el tema con la del político Andrés Manuel López Obrador.
Durante el seminario México global: intereses y principios de la política exterior, Castañeda leyó una nota de Excélsior donde López Obrador criticó que la demócrata estadunidense Hillary Clinton opinara sobre el caso Ayotzinapa, argumentando que no le compete, así como a él no le toca opinar de asuntos exteriores.
“Considero que ese principio debe ocupar un glorioso lugar en el archivo de la secretaría, ya no aquí en la política exterior”, dijo.
El excanciller en tiempos del presidente Miguel de la Madrid, Bernardo Sepúlveda, pidió la palabra para contestar que difiere del planteamiento de Castañeda, quien condujo la política exterior mexicana con Vicente Fox.
“AMLO y Jorge Castañeda comparten la misma interpretación de lo que no es la no intervención, y es altamente preocupante que se conviertan en socios políticos en tareas de esa naturaleza”, señaló.
Explicó que su comparación entre ambos actores se debe “al equívoco de la interpretación que tienen sobre el principio de no intervención”.
“El hecho de que Hillary Clinton, el alto comisionado de las Naciones Unidas, Aministía Internacional o quien sea se pronuncie en torno a cuestiones tan importantes como democracia o derechos humanos en México, no es vulnerar el principio de no intervención. Se trata de situaciones donde sólo existe una injerencia dictatorial en los asuntos internos de un Estado que pueden llevar medidas coercitivas”, agregó.
Castañeda utilizó su derecho de réplica y rechazó que su interpretación sea parecida a la de AMLO: “Se me hace que las que se parecen (la interpretación) son la de él y la toda la izquierda troglodita, a la que Bernardo no pertenece, pero que sigue pensando que cualquier declaración de fuera hacia México o de México hacia afuera, en particular tratándose de Cuba o Venezuela, son formas inadmisibles de injerencia y violan el precepto constitucional de no intervención”.